Calderón, Bartolomé. ?, p. m. s. xvii – Perú, m. s. xvii. Maestro carpintero.
Artífice virreinal que conservó el estilo mudéjar en sus trabajos de madera. A su cargo estuvo, durante la primera mitad del siglo xvii, un importante número de obras de la ciudad de Lima (Perú), trabajando en la construcción de destacados alfarjes de varios paños para las obras religiosas y en las techumbres planas para las construcciones domésticas. Se encargó de realizar distintas reconstrucciones y reposiciones de las primitivas cubiertas de madera de algunas iglesias y hospitales de la capital, para sustituirlas por otras más consistentes, de gran belleza.
Permaneció activo en la construcción de alfarjes mudéjares durante las décadas de 1620 y 1630, como ha documentado San Cristóbal Sebastián. Representa a la segunda generación de carpinteros mudéjares del siglo xvii; una época en la que se abandonaron las construcciones provisionales de la centuria anterior para comenzar otros trabajos más definitivos que, sin embargo, tuvieron que ser reconstruidos en numerosas ocasiones, ante la destrucción ocasionada por los frecuentes terremotos de la capital virreinal.
Su nombre no aparece registrado en el diccionario de Vargas Ugarte ni en varias obras posteriores, siendo la única referencia —hasta los posteriores trabajos de San Cristóbal— la que le sitúa en la tasación de unas demasías efectuadas por otro artífice en unas propiedades del monasterio de la Limpia Concepción. Se ocupó de grandes y variadas obras de carpintería para las dependencias comunitarias de conventos y monasterios limeños.
El 5 de mayo de 1620 concertó con la abadesa del monasterio de la Limpia Concepción, Isabel de Uceda y Jesús, la obra para la techumbre del salón de Profundis del seglarado y un corredor. El trabajo debía de quedar a satisfacción del maestro mayor de obras de la catedral, Juan Martínez de Arrona.
A partir de esa fecha está documentada su labor en diferentes obras y transacciones comerciales para la compra y venta de madera. En 1621, aparece en la venta de veinticinco tablones de cedro de Panamá, que fueron utilizados para ejecutar la sillería de San Agustín.
Dos años después, en 1623, el gremio de carpinteros le eligió como maestro veedor y examinador del oficio de la carpintería de la ciudad. Desde esa fecha, se hacen frecuentes los registros notariales con las labores de su oficio.
En el mismo año, el hospital de Santa Ana solicitó sus trabajos, en numerosas ocasiones, para encargarle la reposición de las cubiertas de madera en varias salas grandes para los enfermos. El 7 de diciembre de 1623, firmó concierto con Bernardo de Villegas, diputado del hospital, para desarmar la sala y enmaderarla de nuevo con una cubierta de cinco paños; labor de la que se ocupó hasta 1625. Entre 1624 y 1626 estuvo encargado de otra armadura de cinco paños en el mismo hospital. En total labró, en la década de 1620, cinco armaduras para distintas salas.
También, en 1623, se encargó de construir para Luis Fernández de Córdoba, alcalde ordinario de la ciudad, su vivienda en la calle de las Mantas, concertada el 12 de diciembre; obra para la que subcontrató los trabajos con el alarife Antonio Mayordomo, el día 23 del mismo mes. Más tarde, en julio de 1626, volvió a suscribir el compromiso para las obras ya comenzadas.
Estuvo al frente de las obras de carpintería para la celebración del Auto de Fe, en 1652, en la plaza mayor de la capital, encargándose de la ejecución del cadalso de los reos y de los tablados para las autoridades; labor que repitió el 23 de enero de 1639, con un gran despliegue escenográfico.
También para el monasterio de la Santísima Trinidad de monjas cistercienses, el 29 de abril de 1627, firmó contrato con la abadesa, Juana de Cisneros y Mendoza, para deshacer algunas construcciones anteriores y renovarlas, en una precisa memoria que le comprometió a ocuparse de las labores propias de su oficio —la carpintería— y también de las de albañilería.
Estando ya preparada la obra de albañilería de una pequeña ermita situada al pie del cerro San Cristóbal, en espera de recibir la cubierta de madera, el carpintero Cristóbal Millán le concertó los trabajos de carpintería, el 10 de mayo de 1628; una ermita sencilla que recibió la cubierta de madera, al estilo de las casas de morada de nivel económico medio, que se realizaban por aquella época en la ciudad.
El 13 de marzo de 1629, terminó unas casas para Sebastián Ruiz de Castro que dejó inacabadas Alonso Moreno, en el barrio de San Lázaro; un concierto del que se ocupó junto al maestro Antonio Mayordomo.
El 2 de agosto de 1629, firmó el compromiso para labrar una armadura de cinco paños en la nave de la iglesia del hospital de Señor San Pedro.
Debió realizar diversos trabajos de carpintería para la casa de Diego de Ayala, pues, en 1630, quedaron tasados por otro maestro de la misma especialidad.
En 1632, cambió la vieja cubierta de madera del Hospital de San Andrés, que estaba muy deteriorada y con riesgo de caer ante los repetidos temblores de tierra.
Se trataba de un alfarje mudéjar de cinco paños, de buena madera de roble, que renovaba el antiguo.
Al año siguiente concertó la obra para la casa de Baltasar de Orozco y Carrasco. También se ocupó de la carpintería para las viviendas monásticas de las religiosas de varios monasterios y, en 1634, se encargó de hacer la celda para Gregoria Becerra.
La última armadura mudéjar que labró, según los documentos hasta ahora investigados, está fechada el 5 de septiembre de 1635, cuando renovó la cubierta de cinco paños de la iglesia parroquial de Santa Ana.
En 1636 se encargó de realizar la vivienda de Isabel Reyna Verdugo; un ejemplo brillante de la arquitectura doméstica de gran calidad.
En 1637, los jesuitas de San Pablo le encargaron la carpintería de la segunda planta del claustro y de la enfermería del convento, tras quedar realizada la albañilería.
Se trata de la última referencia documental de la que se dispone hasta este momento.
Obras de ~: Techumbre del salón de Profundis del Monasterio de la Limpia Concepción, Lima, 1620; cubiertas para varios ambientes en el monasterio de Santa Ana, Lima, 1623-1626; vivienda del alcalde Luis Fernández de Córdoba, Lima, 1623; cubiertas y albañilería para el monasterio de la Santísima Trinidad, Lima, 1627; vivienda para Sebastián Ruiz, Lima, 1629; armadura mudéjar para la iglesia del Hospital de San Pedro, Lima, 1629; vivienda de Diego de Ayala, Lima, 1630; cubierta del Hospital de San Andrés, Lima, 1632; vivienda de Baltasar de Orozco, Lima, 1633; celda de Gregoria Becerra, Lima, 1634; armadura mudéjar de la iglesia de Santa Ana, Lima, 1635; vivienda de Isabel Reyna Verdugo, Lima, 1636; cubiertas para el claustro y la enfermería del convento de San Pablo, Lima, 1637.
Bibl.: E. Harth-Terré, Artífices en el Virreinato del Perú, Lima, Imprenta Torres Aguirre, 1945, pág. 102; A. San Cristóbal Sebastián, Arquitectura virreynal religiosa de Lima, Lima, Librería Studium, 1988, pág. 124; R. Ramos Sosa, Arte Festivo en Lima virreinal, Sevilla, Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, 1992, págs. 240-242; F. Quiroz Chueca, Gremios, razas y libertad de industria. Lima colonial, Lima, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1995, pág. 29; A. San Cristóbal Sebastián, “El carpintero mudéjar Bartolomé Calderón”, en Revista del Archivo General de la Nación de Lima, n.º 12 (1995), págs. 99-128; La casa virreinal limeña de 1570 a 1687, Lima, Fondo editorial del Congreso del Perú, 2003, pág. 748.
María Dolores Crespo Rodríguez