Salmón Pacheco, Dionisio. Cartago (Costa Rica), 1693 – 1767. Sargento mayor, alcalde ordinario, teniente general.
Sus padres fueron Antonio Salmón y Luisa de Abarca. Casó con Francisca Serrano de Reina. Fue sargento mayor, alcalde ordinario de Cartago, teniente general del valle de Matina y hacendado.
Ocupó diferentes cargos tanto en la vida política como militar en la ciudad de Cartago, en donde incluso llegó a ocupar en forma interina el cargo de gobernador de la provincia de Costa Rica, tras la muerte del gobernador Vázquez de la Cuadra.
Aparte de sus intereses económicos en Cartago, poseía en el valle de Matina una valiosa hacienda dedicada al cultivo del cacao, intereses que se veían afectados por las periódicas invasiones que realizaban los zambos mosquitos, con el apoyo de los ingleses, al litoral atlántico de Costa Rica. Las tribulaciones de la población ante esta amenaza fueron en aumento. Las haciendas de cacao establecidas a orillas de los ríos Matina, Barbilla y Suerre no producían el rendimiento de ellas esperado, por cuanto los piratas y zambos mosquitos se ocupaban de robar la producción y llevarse los esclavos negros que estaban a cargo de dichas plantaciones.
Desde el punto de vista económico esas invasiones constituyeron pérdidas y contratiempos para los principales pobladores de Cartago, dueños de dichas haciendas. La amistad de los zambos mosquitos con los ingleses se dejó sentir en Costa Rica todos los años. Durante la época de recolección del fruto del cacao en junio y diciembre, desembarcaban, irrumpían en los cacaotales y, ante el asombro de los negros que los cuidaban, asó como de sus propietarios y soldados, se llevaban el fruto con sorprendente naturalidad (Monge Alfaro, 1966: 102).
Los dueños de las plantaciones y autoridades de Cartago no podían mirar con tranquilidad tales robos y desafueros, por lo que reclamaron que se pusieran defensas en Matina. Por tal motivo se construyó en 1742, el fuerte de San Fernando de Matina, que no era un fuerte de cal y canto, sino más bien una empalizada. Cuando en 1747 fue tomado y destruido el fuerte de San Fernando de Matina por los zambos mosquitos, Dionisio Salmón, se encontraba en el sitio, por lo que figura entre las personas que fueron tomadas como prisioneros y puestas en libertad más tarde en el puerto de Moín.
Por esa dolorosa experiencia y por visitar con frecuencia la zona, cuando en julio de 1752, los zambos mosquitos apresaron en Matina al gobernador de la provincia Francisco Fernández de la Pastora y al teniente del valle de Matina Félix José García Sarmiento, se le encargaron las negociaciones para su liberación. Por tal motivo, recreando su experiencia, se dirigió al puerto de Moín, junto con José Joaquín González, para negociar el rescate de los prisioneros, pero sin suerte, ya que el barco había zarpado. Estas experiencias le permitieron que fuera nombrado con el grado de teniente general del valle de Matina por un corto período. El 30 de septiembre de 1722, el gobernador de Costa Rica, Diego de la Haya Fernández, convocó una reunión en Cartago a todos los oficiales que en determinado momento fueron tenientes generales en el valle de Matina, para hacer un inventario de las personas, especialmente negros e indios, que habían sido capturados y vendidos como esclavos en Jamaica, por los indios zambos mosquitos. Las pérdidas de personas fueron estimadas en dos mil y a ellas se sumaban las cosechas de cacao, armamento y municiones. El propósito de esta información era elevar una protesta formal y exigir la pronta devolución de dichas personas, al gobernador de la isla de Jamaica.
Como residente en la ciudad de Cartago, en 1736 estaba Dionisio Salmón integrando el Cabildo de Cartago, como alcalde ordinario de primer voto. Solicitó junto a los demás integrantes del Cabildo, que se hiciera una investigación de los archivos de la ciudad, con el fin de tener argumentos para defender los privilegios históricos concedidos a la provincia de Costa Rica, de no pagar alcabala de viento, por sus particulares servicios y notoria pobreza.
Dionisio Salmón se casó con su sobrina Francisca Serrano Reina, la cual era viuda de Diego Guerrero e hija de Francisco Serrano Reina y de María Leocadia Salmón Pacheco, su hermana.
Murió en Cartago en 1767 alejado de la vida pública y dedicado a sus negocios. Salmón Pacheco dio origen a una numerosa familia en Costa Rica. Sus descendientes abreviaron el apellido, dejándolo únicamente como Pacheco (Obregón Loría, 1979: 119-120).
Bibl.: L. Fernández, Colección de documentos para la Historia de Costa Rica, t. IX, Barcelona, Imprenta Viuda de Luis Tasso, 1907, pág. 154; C. Monge Alfaro, Historia de Costa Rica, San José (Costa Rica), Imprenta Trejos y Hermanos, 1966 (13.ª ed.); A. Ferreto de Sáenz y C. Meléndez, San José (Costa Rica), Imprenta de las Américas, 1970, pág. 108; R. Obregón Loria, Los Gobernadores de la Colonia. Universidad de Costa Rica, San José, Universidad, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio, 1979.
Raymundo Brenes Rosales