Sartine y Sabot, Antonio. Conde de Albi (I), en Francia. Lyon (Francia), 5.VII.1681 baut. – Barcelona, 5.VIII.1744. Administrador e intendente.
Hijo de Claudio Sartine, comerciante, y de Catalina Sibila Sabot, fue bautizado en Lyon el 5 de julio de 1681. Tomó parte muy joven en los negocios de provisión de víveres para el ejército francés de Italia.
Con este motivo conoció a Orry, quien le empujó a pasar a España. Allí perteneció a la compañía de víveres que aprovisionó a los ejércitos de Aragón, Cataluña, Valencia, Extremadura y Castilla del 1 de julio al 31 de diciembre de 1708. Más tarde, entre el 15 de abril de 1711 y octubre de 1712, con su compatriota Fradet tuvo la contrata de provisión de víveres para las tropas de Aragón, Cataluña y Valencia, siendo premiados sus servicios por la Cruz de la orden francesa de San Miguel (1713). En 1715 hizo parte de la Junta creada para administrar las rentas generales y entró al servicio del Rey Católico, de mano de su amigo Bernardo Tinajero, secretario de Estado de Marina, quien le hizo intendente general de Marina (8 de abril de 1715). Pero Sartine dimitió a los pocos días, cuando se suprimió el departamento de Marina y se despidió a su protector. Se relacionó entonces con el marqués de Grimaldo e, instalado en la Corte, sirvió de agente oficioso al embajador francés duque de Saint-Aignan. Expulsado éste el 13 de septiembre de 1718 y declarada la guerra entre Francia y España, Alberoni se apresuró a acusar a Sartine de malversaciones y le puso en la cárcel de donde salió sólo el 28 de diciembre de 1719, después de la caída del cardenal. Se le concedió entonces una plaza de consejero en el Consejo de Hacienda, con residencia en Madrid. Allí, siempre bienquisto de Grimaldo, actuó discretamente, pero eficazmente en favor del abate Dubois, primer ministro francés, y del duque de Saint-Simon durante su embajada a España (1722). El famoso memorialista ha dejado un hermoso retrato de Sartine: “Era un hombre de agradable figura, ingenioso y de mucho juicio, con inteligencia, capacidad de recursos, mucha soltura y rapidez en el trabajo [...]. No era hombre sin ambición, pero sensato [...], laborioso, activo, perspicaz, sumamente enterado de la marina y del comercio de España e Indias, por lo demás servicial y buen amigo, suave y amable en el trato, muy francés sin ocultarlo y sin embargo generalmente querido por los Españoles”.
Algunos años después, fue nombrado intendente del ejército y principado de Cataluña (7 de diciembre de 1726), añadiéndosele el 1 de octubre de 1738 los honores del Consejo de Guerra. Había casado en 1722 con Catalina White y Warren (Londres, c. 1674), camarista de la Reina, hija de emigrados irlandeses. De este enlace nacieron tres hijos: José (1726-1743), Felipe Jacinto (muerto niño) y Antonio (1729-1801), quien sería secretario de Estado de Marina de Luis XV de Francia.
Obras de ~: Noticia de las varias medidas de tierra que según la práctica se han reconocido usan todos los viguerios del Principado de Cataluña [...] se arreglan el año de 1716; Edicto del reparto en Cataluña del Catastro [...], Barcelona, 1735.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Simancas, Dirección General del Tesoro, invent. 24, leg. 267; Secretaría de Guerra, legs. 3875 y 3897; Tribunal Mayor de Cuentas, leg. 1961.
F. Abbad y D. Ozanam, Les intendants espagnols du xviiie siècle, Madrid, Casa de Velázquez, 1992.
Didier Ozanam