Cuba y Arce, Gaspar José de la. Cartagena de Indias (Colombia), V.1632 – Lima (Perú), 16.II.1715. Oidor en Indias.
Hijo legítimo del licenciado Cristóbal de la Cuba y Arce, nacido en Villacarrillo (Jaén), y muerto en Lima (16 de agosto de 1674), relator de la Real Audiencia de Lima (7 de septiembre de 1647), y de su segunda mujer, Beatriz de Lara y Arroyo. Inició sus estudios en el Real Colegio de San Martín de Lima y se graduó de bachiller en Cánones por la Universidad de San Marcos de aquella ciudad. Pasó a continuarlos en los reinos de España y allí asistió a la Universidad de Sevilla, por la cual se graduó de licenciado en Cánones (18 de agosto de 1654) y de doctor en la misma Facultad (20 de agosto de 1654).
Por Real Provisión fechada el 6 de diciembre de 1659 se le libró título de oidor de la Real Audiencia de Santiago de Chile, y de inmediato inició los preparativos de su viaje, de modo que pudo tomar posesión de su plaza el día 10 de mayo de 1662 y, dos años más tarde, ya despachaba en calidad de oidor decano del tribunal.
Mientras sirvió en Chile, tuvo a su cargo los juicios de residencia de los presidentes Pedro Porter Casanate y Ángel de Peredo. En 1664, el gobernador Meneses le envió en comisión a la provincia de Cuyo y en 1672 efectuó la visita de los oficiales reales de la ciudad de Concepción.
Junto a sus colegas Juan de la Peña, José de Meneses, Manuel de León y el fiscal Francisco de Cárdenas, provocó diversos disgustos al gobernador y al obispo por sus vidas desarregladas y de mal ejemplo.
A Gaspar se le acusaba de tener ilícita amistad “con una señora principal, en agravio de un caballero noble y emparentado con quien está casada”, razón por la cual se enemistó con el obispo fray Diego de Humanzoro, quien informaba al Consejo de Indias de que no había podido “con muchos medios que he probado, apartarlo de sus mocedades, mayormente de una mala amistad, pública y escandalosa que tiene”, y, en fin, escribía el prelado del oidor Cuba y Arce que “sus estudios son muy cortos, su maña mucha para lo que no conviene, y a fuerza de ella se conserva en su puesto”.
A pesar de su vida desordenada, fue ascendido a una plaza de alcalde del Crimen en la Real Audiencia de Lima, de la que se le libró título el 29 de diciembre de 1671. Se despidió de sus colegas santiaguinos el 12 de diciembre del año siguiente y pocos meses después juraba su nuevo oficio en la capital virreinal, en el que se mantuvo hasta que, por una Real Provisión del 18 de mayo de 1683, se le dio título de una plaza de oidor en el mismo tribunal, empleo que sirvió hasta su muerte.
En la ciudad de Lima contrajo matrimonio, el 22 de mayo de 1688, con Mariana Sarmiento de Sotomayor, natural de Caylloma, Arequipa, hija de Agustín Sarmiento de Sotomayor, vizconde de Portillo y caballero de Santiago, y de María de los Ríos y Cornejo.
Al casarse con Cuba y Arce, Mariana era viuda del general Francisco Núñez de Vela, caballero que había sido de la Orden de Calatrava.
Fuentes y bibl.: Archivo General de Indias (Sevilla), Chile, 2, 223; Lima, 789, 790; Archivo Nacional Histórico de Chile, Real Audiencia, 3136, 3138; Copias de Documentos de Indias, 300, 302, 331; Archivo Histórico Universitario de Sevilla, lib. 629.
J. Flórez de Ocariz, Libro primero de las genealogías del Nuevo Reino de Granada, Madrid, 1674 (reimpr., Genealogías del Nuevo Reino de Granada, Bogotá, Archivo Nacional de Colombia, 1955, pág. 188); M. de Mendiburu, Dicionario Histórico- Biográfico del Perú, vol. 2, Lima, Imprenta de J. Francisco Solís, 1876, pág. 469; A. de Silva y Molina, “Oidores de la Real Audiencia de Santiago de Chile durante el siglo xvii”, en Anales de la Universidad de Chile, CXIII (1903), págs. 22- 27; J. T. Medina, Diccionario biográfico colonial, Santiago de Chile, Imprenta Elzeviriana, 1906, pág. 226; J. de Mugaburu y F. de Mugaburu, “Diario de Lima (1640-1694)”, en Colección de Libros y Documentos referentes a la historia del Perú, vol. VIII, Lima, 1918, págs. 61 y 149; G. Lohmann Villena, Los ministros de la Audiencia de Lima en el reinado de los Borbones (1700-1821), Sevilla, Escuela de Estudios Hispano-Americanos, 1974, págs. 36-37.
Javier Barrientos Grandon