Sánchez Valencia, Bartolomé Felipe. ?, c. 1705 – Madrid, 15.II.1757. Director general de Rentas Provinciales y artífice material del Catastro del marqués de la Ensenada.
Nacido a comienzos del siglo xviii, Sánchez Valencia se encontraba trabajando como contador general de Rentas Provinciales cuando, en abril de 1743, Ensenada asumió el mando de la Secretaría de Hacienda. Muy pronto pasó a formar parte del círculo más restringido de colaboradores del ministro y a ser pieza clave de uno de sus proyectos más importantes: la implantación de la Única Contribución en sustitución de las numerosas rentas provinciales cobradas en Castilla. El marqués, basándose en los antecedentes del plan existentes en la Secretaría y en los informes que sobre el Catastro catalán y su equivalente en Aragón había realizado Pedro de Hontalba y Arce, envió a Sánchez Valencia en abril de 1746 a la provincia de Guadalajara con la misión de aplicar un plan piloto que permitiera comprobar los problemas y ensayar las soluciones antes de dar comienzo a la magna averiguación. En febrero de 1749 Sánchez Valencia (que ya había obtenido privilegio real para eliminar de su firma el nombre de Felipe) remitió al ministro los resultados de sus investigaciones en una obra titulada Proyecto escrito de Real orden por don Bartolomé Felipe Valencia, para el establecimiento de la Única Contribución. Tras convencer al marqués de la Ensenada, a la comisión de intendentes y a la Junta de los Consejos de Castilla, Indias, Órdenes y Hacienda, de la posibilidad de extender la Única Contribución a las restantes veintiuna provincias castellanas, el proyecto se remitió a consulta del Monarca. Fernando VI lo aprobó en octubre de 1749. La nueva ley preveía la sustitución de las rentas provinciales por una y única contribución, la formación de una junta encargada de la ejecución del plan y la elaboración de un catastro que averiguase la riqueza del país. Sánchez Valencia pasó a ocupar el cargo de secretario. Pero su labor profesional no quedó reducida a sus actividades catastrales, sino que también ayudó al ministro Ensenada a aclarar las cuentas de la Compañía Guipuzcoana de Caracas y cuidó de los intereses ensenadistas desde su puesto como miembro de la Junta de Comercio, Monedas y Minas.
Varias fuentes señalaron a Bartolomé Sánchez Valencia como uno de los máximos exponentes del equipo de la Ensenada. En 1749 el embajador luso Tomás da Silva Teles, XII vizconde de Vila Nova de Cerveira, en varios informes remitidos al ministro de Estado portugués Marco António de Azevedo Coutinho, definió al director general de Rentas Provinciales como el árbitro absoluto en la Secretaría de Hacienda, señalando sus estrechos contactos tanto con el marqués como con otro influyente personaje, el confesor real, padre Francisco de Rávago, poderoso jesuita y dueño de la conciencia de Fernando VI. En abril de 1754, tras el inesperado fallecimiento del secretario de Estado José de Carvajal y Lancáster, el bibliotecario real Manuel Martínez Pingarrón se refirió a Valencia como posible hombre de paja del marqués para dicho puesto. En julio del mismo año, cuando Ensenada llevaba pocos días cumpliendo condena en la ciudad de los cármenes, el embajador inglés Benjamin Keene expresaba sus deseos de ver a Sánchez Valencia colgado y mostraba cierta inquietud por su permanencia en la Corte. Como ocurrió con el resto del equipo del marqués, el nombre de Sánchez Valencia apareció en las sátiras políticas escritas con motivo de la desgracia ensenadista, pero profesionalmente él no sufrió ninguna represalia. En realidad, no hizo falta. Con el nuevo cambio ministerial los fondos destinados a la puesta en marcha de la Única se congelaron y la ejecución del plan catastral se paralizó, no llegando a aplicarse ni durante el reinado de Fernando VI ni durante el de Carlos III.
La posición tomada por Sánchez Valencia durante el destierro del marqués de la Ensenada le descubrió como uno de sus más fieles partidarios. A los pocos días de la llegada del ex ministro a Granada, el alcalde mayor de dicha ciudad, Nicolás de Pineda y Arellano, informaba a Fernando Silva Álvarez de Toledo, duque de Huéscar y futuro XII duque de Alba, de que el reo había quedado guardado “por parientes de Valencia”.
El artífice material del Catastro escribió diariamente a su antiguo superior y amigo, siempre manteniendo esperanzas del triunfal regreso de Ensenada a la Corte. Sin embargo, Bartolomé Sánchez Valencia no pudo asistir al retorno del marqués a Madrid.
Cuando tal evento sucedió, había ya fallecido. Murió en Madrid en 1757.
Obras de ~: Proyecto escrito de Real orden por don Bartolomé Felipe Valencia, para el establecimiento de la Única Contribución, 1749.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Secretaría de Hacienda, lib. 6.552; Instituto dos Arquivos Nacionais / Torre do Tombo, Ministerio dos Negóçios Éstrangeiros, lib. 827; The National Archives (Public Record Office), State Papers 94/147; Archivo de la Casa de Alba, caja 204/9.
Guía de Forasteros, años 1744-1758; Gaceta de Madrid, años 1748-1749; A. Matilla Tascón, La Única Contribución y el Catastro de Ensenada, Madrid, Imprenta Sucesores de Sánchez Ocaña, 1947; T. Egido López, Sátiras políticas en la España Moderna, Madrid, Alianza, 1973; G. Mayans y Siscar, Epistolario VII. Mayans y Martínez Pingarrón, transcr., est. prelim. y notas de A. Mestre, Valencia, Diputación, 1987, pág. 475; J. M. Donézar Díaz de Ulzuburrun, “El catastro de Ensenada y su proceso de formación (1750-1760)”, en Espacio, Tiempo y Forma, 4 (1988), págs. 207-224; M. Gárate Ojanguren, “Las cuentas de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas”, en Moneda y Crédito, 153 (1989), págs. 49-75; C. Camarero Bullón, El debate de la Única Contribución. Catastrar las Castillas, Madrid, Centro de Gestión Catastral y Cooperación Tributaria, 1993; I. Durán Boo y C. Camarero Bullón (dirs.), El Catastro de Ensenada. Magna averiguación fiscal para alivio de los vasallos y mejor conocimiento de los Reinos. 1749-1756, Madrid, Ministerio de Hacienda, Centro de Publicaciones y Documentación, 2002; C. González Caizán, La red política del Marqués de la Ensenada, Novelda (Alicante), Fundación Jorge Juan, 2004.
Cristina González Caizán
