Casamayor de Godin, Isabel. Riobamba (Ecuador), 14.IX.1728 – Saint Amand (Francia), 28.IX.1792. Primera mujer que recorrió el río Amazonas.
Entre los académicos y auxiliares de la Misión Geodésica Francesa (1735-1746), destacada por la Academia de Ciencias de París, para medir un grado terrestre a nivel del Ecuador geográfico y dirigida por el académico Luis Godin, se encontraba Luis Godin des Odonnais, sobrino del académico. El joven Godin des Odonnais tuvo oportunidad de conocer a una atractiva y vivaz adolescente, Isabel Casamayor, hija de Pedro Casamayor (de origen francés) y de Josefa Pardo. Se enamoraron apasionadamente y se casaron el 20 de septiembre de 1741, cuando la novia contaba trece años. Tuvieron cuatro hijos que murieron prematuramente.
Terminadas las labores de la Misión Geodésica, Godin des Odonnais, meses más tarde, decidió para el regreso, tomar la más interesante vía, pero la más peligrosa: la del río Amazonas. Hizo los engorrosos trámites necesarios y cuando todo estuvo listo, Isabel le hizo saber que estaba embarazada. Entonces, él decidió viajar sólo hasta Cayena (colonia francesa) y esperar allí a su esposa una vez que estuviera en condiciones de viajar. Partió en enero de 1745.
Al año, Godin recibió una carta que le informaba del nacimiento de una niña robusta, pero que Isabel no podía viajar con la criatura. Pasaron varios años, creció la niña, pero murió de viruela. Entonces se organiza el viaje: Isabel irá en compañía de dos hermanos, un sobrino, un médico francés, un fiel esclavo negro, tres domésticas mulatas, guías e indios que llevarán el equipaje.
Parten en octubre de 1769. Al término de siete días de difícil marcha llegan a la pequeña aldea de Canelos.
La encuentran desierta y con cadáveres dispersos. Los sobrevivientes de la viruela han huido. También los guías y más personal abandonan el sitio y los viajeros quedan, en plena jungla, a su suerte. Caminan desorientados; se acaban los víveres, no hay agua. Agotados, llegan a un sitio donde uno a uno van muriendo.
Sobrevive sólo Isabel, cuya fuerza de voluntad y fe en volver a unirse con su esposo obran el milagro. Casi arrastrándose llega a un pequeño arroyo. Sacia la sed, pero ya no puede más. Dos aborígenes la encuentran y la socorren. La llevan a su canoa y luego a sus viviendas.
Recuperada en unos cuantos días, logra que los indios, siguiendo el río, la lleven a Andoas y más tarde a la Laguna. Logra mandar comunicaciones a su marido y su familia. Tardan meses hasta que todo esté listo para reanudar el viaje. Inicia la navegación en un barco portugués que zozobra. Isabel se salva, pero ha de esperar a otro barco. Llegó al fin, en 1771, el gran día del encuentro con su marido. Isabel se ha convertido en la primera mujer que ha recorrido el inmenso Amazonas y, después de veinticinco años, los esposos, que se han esperado mutuamente, vuelven a unirse.
Siguen luego a Francia, llegan a Saint Amand en junio de 1773. Allí terminan sus vidas: él, en marzo de 1792; ella, seis meses más tarde.
Bibl.: F. Trystram, Le procés des etoiles, Paris, Eurocom, Seghers, 1979; H. Laguérenne, Un Saint-Amandois célèbre: Godin des Odonnais, explorateur (1713-1792), Paris, Saint- Amand, 1913; N. Zúñiga, La expedición científica de Francia del siglo xviii en la Presidencia de Quito, Quito, IPGH, 1977; A. Lafuente, y A. Mazuecos, Los caballeros del punto fijo. Expedición Geodésica hispano-francesa del siglo xviii, Madrid, Ediciones Serbal, 1987.
Plutarco Naranjo