Carerac i de Solà, Josep de. Osona (Gerona), f. s. xvii – La Gleva (Barcelona), 1714. Noble austrino.
Fue un aristócrata catalán que urdió, junto a otros habitantes de la Plana de Vic, la revuelta contra Felipe V, declarándose a favor de la proclamación del archiduque Carlos como rey en 1705, en pleno desarrollo de la Guerra de Sucesión española.
En la conspiración de 1704 contra el virrey Francisco Velasco, a raíz de sus constantes infracciones de los fueros, los hermanos Narcís y Salvador Feliu de la Peña tuvieron contactos con los vigatans a través del jurista Antoni de Peguera, el ex veguer L. Gelsem y el príncipe Jorge de Darmstadt. Un año después, se consolidaría la apuesta vicense y barcelonesa contra el rey Borbón, con la firma del Pacto de Génova (junio de 1705) que representó la incorporación de los catalanes a la Alianza de La Haya, a través de Inglaterra.
Carerac, junto con Jaume Puig de Perafita y sus hijos, Antoni de Cortada, Carles Regàs, Josep Moragues, J. A. Martí y su hermano, J. Moragull, B. Estevanell, el teniente M. Gallart, el capitán M. Boscà, P. Toar, el teniente J. Comes, F. Sorts y Casanova, D. Pradell, F. Masià (Bach de Roda) y los hermanos Descatllar, por citar a algunos, se sublevaron en la Plana de Vic el 20 de julio de 1705. La reacción del virrey Velasco no se hizo esperar, enviando al ejército para sofocar la rebelión. No lo consiguió. A pesar de las medidas tomadas contra los de Vic, éstos derrotaron las tropas del virrey en agosto de 1705, y, a continuación, emprendieron la toma de Barcelona, a la cual se unieron los aliados, a finales de agosto con Darmstadt a la cabeza. La trágica muerte de este príncipe, el 14 de septiembre, no supuso ningún obstáculo en esta causa común que siguió uniendo a los vigatans y a los barceloneses: la lucha por la defensa del constitucionalismo catalán frente al absolutismo que planteaba la opción de Felipe V.
Carerac no se fue de Cataluña durante el primer exilio austracista, acompañando como tantos otros a la reina regente Elisabet Cristina de Brüsnwick y al secretario de Estado Ramón Vilana, entre otros altos cargos del gobierno del partido austríaco, después de la firma del Tratado de Utrecht (marzo de 1713). Fue de los que promovió la resistencia catalana, con uñas y dientes, tras el acuerdo decretado a principios de julio de 1713 por la Junta de Brazos del Principado. Murió defendiendo, heroicamente, en 1714, el santuario de la Virgen de la Gleva, cerca de las masías de Voltregà, a la derecha del río Ter, en la comarca de Osona (Gerona), ante las tropas borbónicas.
Bibl.: V. Balaguer. Historia de Cataluña y de la Corona de Aragón, Barcelona, Salvador Manero, 1863, págs. 62-65; A. López de Mendoza y Pons, conde de Robres, Historia de las guerras civiles, Zaragoza, Diputación Provincial, 1882, págs. 192-194; F. de Castellví, Narraciones históricas, vol. I, Madrid, Fundación Francisco Elías de Tejada y Erasmo Pèrcopo, 1997, págs. 431-471.
Rosa María Alabrús Iglesias