Luna Portocarrero y Mascarenhas, Antonio Francisco de. Marqués de Castrofuerte (IV) y conde de Óbedos (III). Fuentidueña (Segovia), 3.IX.1658 – Madrid, 1698. Consejero de Castilla y de Órdenes Militares.
Antonio Francisco de Luna Portocarrero, III conde de Óbedos y VI señor de las villas de Carrascal y de Castro Ximeno, era hijo de Antonio de Luna Portocarrero —a su vez segundo hijo de Cristóbal Portocarrero Osorio y Luna, III conde de Montijo— y de Juana Francisca de Mendoza Alencastre y Mascarenhas, II condesa de Óbedos, hija del primer matrimonio de Vasco Mascarenhas —I conde de Óbedos por merced de Felipe IV el 22 de diciembre de 1636— con Jerónima de Mendoza y de la Cueva, dama de la reina Isabel de Borbón, e hija del señor de Bedmar, Luis de la Cueva y Benavides.
Don Antonio comenzó su trayectoria profesional estudiando en el colegio mayor de Oviedo de la Universidad de Salamanca. Su carrera cortesana le llevó a ocupar asiento en los Consejos de Castilla y de Órdenes Militares y el cargo de oidor de la Chancillería de Valladolid. Obtuvo el hábito de caballero de la Orden de Alcántara el 22 de septiembre de 1686. Fue asimismo veedor general de las Guardas Viejas de Castilla y de la Caballería de España.
Casó el 19 de diciembre de 1698 con Teresa Andrea de Sotomayor Pacheco Meneses y Barba, nacida en 1672, IV marquesa de Castrofuerte, vizcondesa de Castildefalle, señora de la villa de Alconchel en Extremadura y Fermoselle en Portugal. Esta señora era hija mayor y heredera de Francisco de Sotomayor Pacheco, III marqués de Castrofuerte, comendador de Hinojosa de la Orden de Santiago y gentilhombre de cámara de Carlos II, y de Francisca Chacón.
Tras la sublevación del reino de Portugal en 1640, el abuelo de Antonio, el I conde de Óbidos, trasladó su fidelidad al monarca luso Juan IV de Braganza, mientras su hija y hasta entonces heredera se mantuvo fiel a Felipe IV. Esta circunstancia conllevó que ambas ramas de la familia se separasen, aunque conservasen las dos el título condal. El monarca luso reconoció a Vasco como conde de Óbidos el 19 de mayo de 1646 y el dominio sobre la villa de Óbidos en 1663. Sucedió al conde su hijo Fernando Martins Mascarenhas, habido de un segundo matrimonio con Joana Francisca de Vilhena. El conde de Óbedos, Antonio, continuó conservando su título, por merced de Felipe IV, aunque con la ortografía castellana, y ya sin jurisdicción efectiva ni rentas.
Falleció en Madrid en 1698, tras haber renunciado a su plaza de consejero de Órdenes. Su viuda casó en 1708 con Diego de Zúñiga Sotomayor y Enríquez, su primo e hijo del V marqués de Aguilafuente. Falleció en 1715. Sucedió en el marquesado de Castrofuerte su hija, habida de su primer matrimonio, Pía Antonia Pacheco Portocarrero de Luna, que fue también condesa de Óbedos, aunque falleció joven sin haber tomado estado.
Bibl.: A. E. Martíns Züquete, Nobreza de Portugal e do Brasil, t. II, Lisboa, Representaçoes Zairol, 1961-1984, págs. 61- 65; F. Fernández de Bethencourt, Historia Genealógica de la Monarquía Española. Casa Real y Grandes de España, vol. II, Sevilla, Fabiola de Publicaciones Hispalenses, 2002, pág. 357; R. Gómez Rivero, “Consejeros de Órdenes. Procedimiento de designación (1598-1700)”, en Hispania. Revista Española de Historia, LXIII/2, 214 (mayo-agosto de 2003), págs. 657-744; A. R. Peña Izquierdo, La Casa de Palma: la familia Portocarrero en el gobierno de la monarquía hispánica (1665-1700), Córdoba, Universidad, 2004.
Santiago Martínez Hernández