Pérez Rey, Narciso. Cambados (Pontevedra), 14.XI.1904 – 3.VI.1930. Escultor.
Nació en Cambados en 1904. Su formación autodidacta basada en la cantería artesanal y en el taller de carpintería de su padre y su hermano, lo relacionan con el grupo de escultores vinculados al nuevo realismo que reaccionan contra el academicismo y el modelado tradicional. En esta primera etapa realizó continuas excursiones de las que son testigos sus cuadernos, en los que dibujó a plumilla motivos arquitectónicos, escultóricos y escenas costumbristas que llamaron su atención. Su primer aprendizaje se enriqueció con las lecciones de Asorey, que le enseñó a policromar la piedra. Uno de sus trabajos iniciales fue la Fuente de la Plaza de Alfredo Brañas en Cambados, obra de 1925 de estilo ecléctico que pone de manifiesto su conocimiento de la cantería popular y un estilo todavía por definir. Su primera participación en una muestra colectiva se producía al año siguiente, en la Exposición de Arte Gallego de Santiago de Compostela, en la que exhibió dos figuras populares talladas en madera. Su estilo se forjaría en Madrid, donde tuvo la oportunidad de estudiar gracias a una pensión de estudios de la Diputación de Pontevedra entre 1927 y 1930. Allí pudo acudir por libre a la Escuela de San Fernando y entrar en contacto con el realismo de vanguardia, sintiéndose especialmente atraído por la obra de Emiliano Barral y Pérez Mateos. Su interés por la vanguardia contrasta con su trabajó en el taller de Coullaut Varela, artista de estilo clásico, con el que aprendió a dominar la anatomía y los procedimientos tradicionales. Esta formación, en la que aúna la enseñanza del oficio con el lenguaje de vanguardia, le hizo definir su propio estilo que tiene su mejor ejemplo en el Guerrero celta, de 1928, que conjuga el sentido religioso de la estatuaria medieval con las tipologías de estilos orientales. Narciso Pérez supo imprimir el espíritu de la vanguardia a los temas gallegos, como puso de manifiesto en las obras que presentó en la exposición de Arte Gallego organizada por El Heraldo de Madrid, en 1928, y en la que al año siguiente organizó junto a su amigo el pintor Pintos Fonseca, en La Baranda de Mondariz. Todas sus esculturas, tanto las de granito como las de madera, muestran su interés por el primitivismo y por las tradiciones gallegas que lo incluyen en el grupo de artistas del movimiento renovador del arte gallego, pero su muerte prematura, en un accidente de tráfico, impidió que llegase a ocupar un lugar destacado en la historia de la escultura.
Obras de ~: Fuente de la Plaza de Alfredo Brañas, 1925; San Ero, 1927; Guerrero Celta, 1928; Pláticas, 1928; Chula, c. 1928; Pregón, c. 1928; Feirante, c. 1928; Disfraz de artista, c. 1928; Alma Gallega, 1929; Deportista, c. 1929; Primera pose, c. 1929; San Francisco, c. 1929; Dolorosa, c. 1929.
Bibl.: X. A. Castro, Renovación e avangarda en Galicia (1925-1933). Os pensionados da Deputación de Pontevedra, Pontevedra, Deputación de Pontevedra, 1986, págs. 228-237; “Narciso Pérez”, en Artistas gallegos. Escultores (realismos regionalistas), Vigo, Nova Galicia Edición, 2002, págs. 248-265; B. de San Ildefonso Rodríguez, “Las pensiones de arte de la Diputación de Pontevedra (1864-1933)” y “Biografías de los artistas pensionados por la Diputación Provincial de Pontevedra (1864-1933)”, en X. C. Valle Pérez (coord.), Os pensionados da Deputación de Pontevedra, Pontevedra, Deputación de Pontevedra, 2003, págs. 19-115 y págs. 286-287, respect.
Beatriz de San Ildefonso Rodríguez
