Marius Priscus. Hispania (Baetica), ¿c. 40-45? – ?, p. m. s. II. Senador hispano-romano.
Aunque no es posible precisar su ciudad de origen, se sabe por Plinio el Joven (Epístolas, 3, 9, 3) que este senador fue originario de la Baetica. Todo lo que de él ha llegado a nosotros es lo que se resumió durante su proceso de los años 99-100.
Ocupó un consulado sufecto (Plinio, Epístolas, 2, 11, 12) en los primeros años del gobierno de Domiciano (81-96), seguramente el 84, y más tarde accedió a uno de los cuatro más importantes colegios sacerdotales de Roma como VIIvir epulonum.
En tiempos del emperador Nerva (96-98) fue nombrado gobernador del África proconsular. Ese nombramiento seguramente tuvo lugar en el año administrativo 97/98, en todo caso el mismo en que otro procesado en esos años, Caecilius Classicus, era gobernador de la Baetica según dice Plinio (Plinio, Epístolas, 3, 9, 12), que participó en ambos juicios. Durante el ejercicio de su cargo en África Marius Priscus fue acusado de apropiarse de fondos públicos, una acusación sustanciada ante el Senado de Roma por los habitantes de Leptis Magna (Al Khums, Libia) en nombre de las ciudades africanas. El proceso se inició a finales del año 99 y concluyó en los primeros meses del 100, ya en el gobierno de Trajano (98-117); Marius Priscus fue condenado a devolver al Senado 700.000 sestercios y al destierro fuera de Italia, perdiendo la condición senatorial y sacerdotal. En este juicio de repetundis actuaron como acusadores el propio Plinio el Joven y el historiador Tácito. Al término de la causa, otro escritor célebre, el poeta Juvenal, se escandalizaba de que pese a la gravedad de los delitos la condena impuesta hubiera sido excesivamente suave (Juvenal, Sátiras, 1, 49 y 8, 120), por lo que hay que imaginar que fue uno de los grandes juicios de la Roma de su tiempo.
Bibl.: F. Miltner, “Marius Priscus”, en Paulys Realenciclopädie der Classischen Altertums-wissenschaft, vol. XIV.2, Stuttgart, Alfred Druckenmüller, 1930 (2.ª ed. 1966), col. 1836-1837, n.º 59; R. Etienne, «Les sénateurs espagnols sous Trajan et Hadrien», en Les Empereurs romains d’Espagne, Paris, CNRS, 1965, pág. 59, n.º 1; C. Castillo, “Los senadores béticos. Relaciones familiares y sociales“, en Tituli, 5 (Epigrafia e Ordine Senatorio II), 1982, pág. 509, n.º 74; L. Petersen, Prosopographia Imperii Romani saec. I, II, III. Editio altera. Pars V.2 (PIR²), Berlin, Walter de Gruyter, 1983, pág. 210, n.º M 315; B. E. Thomasson, Laterculi praesidum I, Göteborg, Editiones Radii, 1984, col. 379, n.º 61; A. Caballos, Los senadores hispanorromanos y la romanización de Hispania (siglos I a III p.C.) I. Prosopografía, Écija, Gráficas Sol, 1990, págs. 206- 207, n.º 113 y “Los miembros del Senado de época de Vespasiano originarios de la provincia Hispania Ulterior Bética”, en VV. AA., Actas del I Coloquio de Historia Antigua de Andalucía. Córdoba 1988, Córdoba, Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 1993, pág. 23, n.º 14; F. des Boscs-Plateaux, Un parti hispanique à Rome? Ascension des élites hispaniques et pouvoir politique d’Auguste à Hadrien, Madrid, Casa de Velázquez, 2005, págs. 484-485, n.º 43; J. C. Saquete, “La integración de las elites hispanas en Roma. El caso de la religión pública y los senadores béticos“, en Migrare. La formation des élites dans l’Hispanie romaine, Bordeaux, Ausonius Éditions, 2006, pág. 314.
Juan Manuel Abascal