Sempronius Fuscus, Marcus. Bérgamo (antes Bergomum) (Italia), c. 35-40 – ?, f. s. i. Senador romano y gobernador de la provincia Baetica.
Itálico originario de Bérgamo, la llamada tavola di Bergamo no escatima elogios hacia su persona y muestra el prestigio que tuvo en su localidad natal.
Los primeros datos sobre su figura indican que perteneció inicialmente al orden ecuestre y que estuvo al mando de una unidad de Infantería, la cohors Baetica, seguramente como parte de su actividad en empleos militares al comienzo de su carrera y antes de pasar al servicio de la administración civil del estado romano.
La censura de Vespasiano y Tito de los años 73-74 le habría dado acceso al orden senatorial y al rango pretoriano; pudo desempeñar algún empleo inmediatamente después de esos años pero, en todo caso, no vuelve a aparecer en nuestras fuentes hasta que se encuentra en Hispania como gobernador (proconsul provinciae Baetica) entre los años 78 y 79; en este empleo debió de estar hasta los últimos meses del gobierno de Vespasiano (1 de julio de 69 a 23 de junio de 79), pues el 7 de septiembre de ese año la provincia se encontraba ya bajo el mando de Caius Cornelius Gallicanus; a Marcus Sempronius Fuscus debe aludir también la referencia anónima al procónsul provincial que se encuentra en la carta de Vespasiano a la ciudad de Sabora (Cañete la Real, Málaga), fechada a finales de agosto del año 78 (CIL II 1423).
Como gobernador provincial, Marcus Sempronius Fuscus hubo de intervenir en el pleito entre la ciudad de Munigua (Villanueva del Río y Minas, Sevilla) y el recaudador de impuestos Servilius Pollio, con el que esta ciudad no había cumplido los compromisos adquiridos y que apeló primero al gobernador y más tarde al emperador Tito (79-81) para hacer valer los términos de su contrato; los detalles del conflicto, recogidos en la llamada Carta de Tito a Munigua, indican que Marcus Sempronius Fuscus atendió la apelación presentada por Servilius Pollio pero que el reiterado incumplimiento de los de Munigua obligó finalmente intervenir al propio Emperador, que zanjó la cuestión con el envío de esa Carta a los muniguenses, fechada el 7 de septiembre del año 79, cuando Marcus Sempronius Fuscus ya había sido relevado como gobernador.
Bibl.: H. Hübner, Corpus Inscriptionum Latinarum (CIL), vol. II, Berlin, Academia Litterarum Regia Borussicae, 1869, n.º 1423; H. Nesselhauf, “Zwei Bronzeurkunden aus Munigua”, en Madrider Mitteilungen, 1 (1960), págs. 148-154 (de ahí L’Année Épigraphique 1962 [Paris, Presses Universitaires de France], n.º 288); A. d’Ors, “Los bronces de Mulva”, en Emerita, 29.1 (1961), págs. 203-218; G. Alföldy, Fasti Hispanienses. Senatorische Reichsbeamte und Offiziere in den spanischen Provinzen des römischen Reiches von Augustus bis Diokletian, Wiesbaden, Franz Steiner Verlag, 1969, pág. 159; H. Devijver, Prosopographia militiarum equestrium quae fuerunt ab Augusto ad Gallienum I-VI, Lovaina, Universitaire Pers Leuven, 1976-2001, págs. 727-728 y 2231-2232, n.º S 20; A. Garzetti, “La tavola bronzea di Bergamo”, en Revista de la Universidad Complutense, 18 (1979), págs. 65-80; R. Syme, “Antistius Rusticus, a Consular from Corduba”, en Historia, 32 (1983), págs. 359-360; B. E. Thomasson, Laterculi praesidum I, Göteborg, Editiones Radii, 1984, col. 21, n.º 9; J. M. Abascal y U. Espinosa, La ciudad hispano-romana. Privilegio y poder, Logroño, Colegio oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de La Rioja, 1989, pág. 172; G. Alföldy, Städte, Eliten und Gesellschaft in der Gallia Cisalpina, Stuttgart, Franz Steiner Verlag, 1999, pág. 315, n.º 1.
Juan Manuel Abascal Palazón
