Coscolla, Bartomeu. Valencia, c. 1350 – c. 1430. Platero.
Platero valenciano que debió de nacer hacia 1350 y que probablemente fue discípulo de otro famoso colega, Pere Bernés, quien con frecuencia trabajó para la Corte de Pedro el Ceremonioso. Desde 1370 colaboró junto con su maestro y con Joan Diona en la obra del retablo de plata de la catedral de Valencia, que presidió el altar hasta que se incendió en 1469.
También para la seo realizó por esos años una custodia procesional, y entre 1376 y 1381 la ciudad de Valencia le encargó sendos relicarios que habían de contener huesos de san Jorge y san Vicente mártir. En la década de 1380 apenas se encuentran noticias sobre Coscolla, que se endeudó con su maestro, a quien vendió un violario en 1386, hipotecando su casa en la calle de la Argentería (Platería).
Sin embargo, en el siguiente decenio la fortuna le llegó probablemente de la mano de su vinculación a los monarcas, sustituyendo a Bernés, especialmente gracias a su habilidad como grabador de troqueles de monedas y matrices de los sellos, tanto de Juan I, antes incluso de que fuera coronado, y más tarde de Martín el Humano y de Fernando de Antequera.
En pago a sus servicios los monarcas le concedieron diversas rentas y privilegios en Valencia y su reino: en 1381 recibió permiso para construir dos tablas de carnicería en Sagunt, en 1393 Juan I le concedió el privilegio de levantar un horno en Valencia y otro en Sagunt; y en 1395 se le asignó a perpetuidad el oficio de medidor del carbón —materia prima fundamental para los plateros— en Valencia, cargo que sería confirmado por Martín el Humano en 1404.
En esos mismos años recibió numerosos encargos, sobre todo de la catedral de Valencia, donde acabará los laterales del retablo y realizará diversos trabajos menores entre 1397 y 1424, trabajando también en un tabernáculo encargado por el Papa Luna. Igualmente realizó una cruz de plata para la iglesia de Catarroja en 1398 y un relicario para el corpus de Benasal, mientras no dejaba de lado su vertiente de fabricante de sellos para diversas instituciones, como el Mestre Racional o auditor de cuentas del patrimonio regio, o municipios como el de Bocairent.
Su constante vinculación con la catedral, a través de los prolongados trabajos en el retablo, le convirtieron en un reputado artesano al que el cabildo recurría para peritar obras, incluso no directamente relacionadas con su oficio, y así en 1424, y junto con Pere Balaguer, el arquitecto de las torres de Serranos, determinó que el portal del coro de alabastro que había hecho el escultor Jaume Esteve era defectuoso y debía ser demolido. Mantuvo también contactos con su socio Joan Diona, al que en 1416 había nombrado procurador suyo para cobrar ciertas cantidades que le adeudaban.
Entre las obras que se le atribuyen destaca un relicario para un Verónica de la Virgen que, según la tradición, era una copia del verdadero retrato de la Virgen, realizado en 1398 por encargo de Martín el Humano y que hoy se conserva en el Museo de la Catedral de Valencia, adonde fueron a parar todas las reliquias de la corona en prenda de un préstamo del cabildo al rey Alfonso el Magnánimo concedido en 1437.
La única noticia sobre la vida familiar de Coscolla es, curiosamente, posterior a su muerte, ya que un documento fechado el 2 de junio de 1430 se refiere a Jaumeta como “la viuda de Bartomeu Coscolla, platero y ciudadano de Valencia, heredera de todos sus bienes”, lo que nos indica que quizá no tuvo descendencia que le sobreviviera.
Obras de ~: con P. Bernés y J. Diona, retablo de plata, catedral, Valencia, 1370 post. (desapar.); Custodia procesional, catedral, Valencia, c. 1370; Relicarios de san Jorge y san Vicente mártir, 1376 y 1381 (desapar.); Tabernáculo encargado por el Papa Luna (desapar.); Cruz de plata, iglesia de Catarroja (Valencia), 1398; Relicario para el corpus, Benasal (Castellón), s. f.
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Juan Vicente García Marsilla