Mateos, Juan. ¿Villanueva del Fresno (Badajoz)?, c. 1575 – Madrid, 15.VIII.1643. Escritor y ballestero real.
No se sabe con seguridad dónde nació: era extremeño y con toda probabilidad de Villanueva del Fresno, donde su padre, Gonzalo Mateos, ejercía el oficio de ballestero de Juan de Portocarrero, IV marqués de Villanueva. Nacería en el último cuarto del siglo XVI, al parecer en torno a 1575. Antes de cumplir los diez años ya lo llevaba de caza su padre, quien se convertiría en su maestro en estos menesteres: el mismo Juan Mateos cuenta que en esa primera acción de caza hubo “grande miedo e pauor”. Tuvo al menos un hermano, Alonso, cuyo oficio también fue el de la caza; éste se casaría con Jerónima Martínez de Espinar, hermana de Alonso Martínez de Espinar, el otro escritor venatorio y cazador que estuvo al servicio de los reyes Felipe III, Felipe IV y Carlos II.
Por una carta datada en Sahagún el 26 de enero de 1602 e impresa al final de su obra se sabe que se le ordenaba ponerse al servicio del rey Felipe III.
Incorporado Juan Mateos al servicio de la Casa Real, sus primeros cometidos fueron los de montero o ballestero de la reina Margarita de Austria. Poco después, cuando recibió la orden de montar las telas para una cacería de jabalíes, aparece como montero del rey Felipe III, aunque, según narra el mismo Mateos, la primera acción de caza en la que tomó parte junto a Su Majestad aconteció en Tordesillas. Siguió prosperando al servicio de Felipe III y, después de su muerte, siguió al servicio de Felipe IV, con el que llegaría a poseer el cargo de ballestero principal de Su Majestad.
Contrajo matrimonio con Mariana de Marcuarte, hija de Simón Marcuarte, arcabucero de Su Majestad, miembro de la afamada dinastía de los Marckwart, arcabuceros que Carlos V trajo de Alemania. De este matrimonio nacieron dos hijas: Catalina, que se casaría con Baltasar Merchán, montero de Su Majestad, y Antonia, que, en 1628, cuando contaba con tan sólo doce años, firmó capitulaciones matrimoniales con Luis Montero Vallejo, para el que Mateos conseguiría el puesto de contador de resultas. En 1643, año de su muerte, aparece como viudo sin que se sepa cuándo falleció su mujer, y el 15 de agosto moría en su casa de la calle Desengaño, junto al monasterio de los Basilios, en Madrid.
Juan Mateos ha pasado la historia debido a su obra Origen y dignidad de la caza. Este libro es uno de los tres vértices de “gran trilogía de la literatura cinegética” del siglo XVII (los otros dos lo constituyen los tratados de Alonso Martínez de Espinar y de Fernando Tamariz de la Escalera). Está compuesto por setenta y un capítulos cuyo tema general es la montería (caza de jabalíes, ciervos, etc.), salpicado de anécdotas y numerosos datos históricos y personales. Al final hay un breve glosario “de algvnos nombres que vsan los monteros y ballesteros en sv profesión”. Contiene siete dibujos desplegables, tres de ellos, al igual que el frontispicio, firmados por P. Perete.
La Biblioteca de la Universidad de Salamanca conserva un manuscrito (ms. 1714) que parece ser el original escrito por Juan Mateos, pero contiene una serie de discrepancias, tanto de contenido como de orden capitular con respecto al impreso que hicieron pensar a José Gutiérrez de la Vega, su descubridor en la Biblioteca de Palacio, que era un original “de primera intención”.
Además del retrato de Juan Mateos con el que se adorna la portada de la editio princeps, Velázquez lo plasmó en tres ocasiones. La primera es un busto de Juan Mateos (1631-1640), conservado en el Staadliche Gemäldegalerie de Dresde (Alemania), que pudo identificarse gracias al grabado que hay en la portada del impreso del Origen. Este cuadro se cita en el inventario que se hizo de los bienes de Juan Mateos tras su muerte.
La segunda representación pictórica de Juan Mateos se encuentra en un cuadro de caza, en el titulado La Montería del Hoyo, también conocido variamente como La tela real, La caza de jabalíes en El Pardo y Cacería de jabalíes en honor de Felipe IV (1632-1637) cuyo original se conserva en la National Gallery de Londres y el Museo del Prado guarda una copia. Juan Mateos es uno de los jinetes que se encuentra en el grupo ecuestre, constituido por el rey Felipe IV y el conde-duque de Olivares, que está alanceando un jabalí.
En el tercer retrato que se conoce de Juan Mateos aparece junto con el otro gran autor y montero del siglo XVII, Alonso Martínez de Espinar. Se trata del cuadro velazqueño titulado La lección de equitación o El príncipe Baltasar Carlos en el picadero. Este cuadro, propiedad del duque de Westminster (Eccleston, Gran Bretaña), presenta en primer término al príncipe Baltasar Carlos que monta un caballo que está haciendo corvetas y, desde un balcón del palacio del Buen Retiro, lo observan sus padres, Felipe IV e Isabel de Borbón. A la derecha, en un plano intermedio, hay una segunda escena en la que se encuentra el maestro de equitación del príncipe, el conde-duque de Olivares; éste recibe una lanza de manos de Martínez de Espinar ante la mirada de Juan Mateos.
Obras de ~: Origen y dignidad de la caza, Madrid, Francisco Martínez, 1634 (reed., con introd. de A. Huarte y Echenique, Madrid, Sociedad de Bibliófilos Españoles, 1928; Madrid, Banco Ibérico, 1966; introd. de M. Terrón Albarrán, Badajoz, Institución Pedro de Valencia, 1978; Madrid, Velázquez, 1982; pról. de J. M. Fradejas Rueda, Grandas de Salime, 2004; Córdoba, Almuzara, 2005).
Bibl.: J. M. Fradejas Rueda, “El manuscrito de Juan Mateo: localización y contenido”, en Avisos. Noticias de la Real Biblioteca, 12 (1998), pág. 4.
José Manuel Fradejas Rueda
