Carreño Cañedo, Antonio. Valdesoto (Asturias), 1750 – ?, 1818. Político, alférez mayor de la ciudad de Oviedo, representante en la Junta General del principado y en su Diputación.
Hijo primogénito de Diego Carreño Peón y de Antonia Cañedo Argüelles, vecinos de Valdesoto (Siero). Mayorazgo de esta casa, contrajo matrimonio en 1775 con Manuela Solís, hija de Ramón Solís, alférez mayor perpetuo de Oviedo, el cual renunció a este oficio a su favor en 1779. Tuvo dos hijas: Ramona (casada con Manuel Vereterra, marqués de Gastañaga) y Vicenta.
Desarrolló una vida política muy activa en algunos períodos, como alférez mayor de Oviedo, regidor de Siero y, sobre todo, en la Diputación y la Junta General del principado. Se le encargaron diversos informes en los primeros años de su vida política relativos al impulso de la industria, la minería y las comunicaciones. Siendo diputado valoró positivamente el proyecto Braña para establecer una fábrica de hierro en Grandas de Salime (1785) y realizó un estudio sobre las minas en Asturias, especialmente las de carbón de piedra (1787), y otro sobre el plan de reparación de caminos que debía presentarse a Floridablanca (1788). Según el informe antedicho sobre minas, su abuelo Francisco Carreño había sido a fines de los años treinta el descubridor del carbón en Valdesoto, de lo que informó a la Diputación del principado.
De ideas ilustradas y preocupado por el desarrollo económico del principado, la Sociedad Económica de Amigos del País de Oviedo le consideraba un experto en agricultura y le consultó diversas iniciativas en este sector; fue favorable al aumento de los plantíos y crítico con los negocios que se estaban haciendo en torno a la corta de madera. Él mismo, como gran hacendado que era, tenía pomaradas en Siero y experimentó métodos franceses e ingleses en la elaboración de sidra.
En su informe de 1802 muestra ideas liberales al proponer el cercado de los comunales como vía de prosperidad para la agricultura del principado. Del mismo modo, defiende la libertad de arrendamientos en la Diputación y en la Junta General en diversos debates e informes en los que participó entre los años 1786 y 1807.
Consciente de la necesidad de la enseñanza de las ciencias para el progreso económico —en especial de la industria— hizo propuestas para financiarla. Así, en 1792, propuso dotar cinco cátedras en la Universidad de Oviedo con rentas del Real Hospicio; creía que, de esta forma, finalmente disminuiría la enorme pobreza del principado.
Preocupado por el funcionamiento de las instituciones, figuró como comisionado en el examen y aprobación de nuevas ordenanzas del principado en el año 1804. También fue uno de los redactores de los autos de buen gobierno de la ciudad de Oviedo dados en 1791 y que regulaban diversos aspectos de la vida de la ciudad.
En el período de la guerra fue representante en la Junta General de 1 de mayo de 1808 y, tras la invasión francesa, miembro de la Junta Central nombrada a fines de dicho mes. En 1811, desde el Ayuntamiento de Oviedo, dio su parecer sobre la formación de una junta superior provincial y sobre la elección de diputados en Cortes. En el período posbélico fue diputado del principado desde 1814 hasta poco antes de su muerte.
Obras de ~: Informe sobre minas de carbón de piedra y otras especies, dado con orden superior, 1787 (inéd.); Ordenanzas que si tuvieren aprobación del Rey deben gobernar para la composición y reparos de los caminos en el Principado, formadas en virtud de la comisión de la Diputación General de la provincia, 1788 (inéd.); Autos de buen gobierno de la ciudad de Oviedo, aprobados por don Carlos de Simón, regente de la Audiencia de Oviedo, Oviedo, Francisco Díaz Pedregal, 1791; Ynforme sobre la orden de colonos dado a Su Magestad por la Diputación General del Principado de Asturias, 1804 (inéd.).
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico de Asturias, Actas de la Junta General y de la Diputación General del Principado, años 1785-1818; Archivo Municipal de Oviedo, Libros de Acuerdos, 1789-1811; Autos de Buen Gobierno [...], facs. 994; Archivo Diocesano de Oviedo, Libro de Bautizos de Valdesoto (Siero), 1746-1763, y Libro de Difuntos de Valdesoto (Siero), 1809-1860; Archivo Municipal de Gijón, Archivo Marcenado, casa Navia, caja 86; Archivo de la Chancillería de Valladolid, Pleitos Civiles, A. Rodríguez (olv.), caja 1130, exp. 1; Archivo-Museo Don Álvaro de Bazán (El Viso), Ferrol, Arsenales, leg. 3807.
L. Adaro Ruiz, Datos y documentos para una historia minera e industrial de Asturias, t. I, Gijón, Suministros Adaro, S.A., 1981; M. Friera Álvarez, La Junta General del Principado de Asturias a fines del Antiguo Régimen (1760-1835), Oviedo, KRK Ediciones, 2003.
María Ángeles Faya Díaz