Heras Carrasco, Mateo de las. El Loco Mateo. Jerez de la Frontera (Cádiz), 2.II.1839 – ¿Jerez de la Frontera (Cádiz)?, ¿1887? Cantaor de flamenco.
El Loco Mateo, quien, según el investigador jerezano José Manuel Barbadillo, se llamó Mateo de las Heras Carrasco Vargas y nació en la calle Marqués de Cádiz, del barrio de Santiago, el 2 de febrero de 1839. Era nueve años más joven que Silverio Franconetti, con el que alguna vez se midió en seguiriyas y soleares.
Antonio Chacón lo comparó con el genio sevillano en cuestiones de fama, cuando en una conocida entrevista dijo que en sus años mozos sólo se hablaba en Jerez de Silverio, Curro Dulce y el Loco Mateo.
Según Guillermo Núñez de Prado, su apodo se debía a su temperamento un poco desequilibrado. Por su parte, Fernando de Triana cuenta su odisea artística con las siguientes palabras: “Gloriosa época aquella en que se reveló este notabilísimo cantaor, lleno de estímulo y de afición sin límites”, señalando también que alternó con los más significativos intérpretes de su tiempo. Otro de sus biógrafos, Juan de la Plata, ha comentado así su personalidad cantaora: “Este famoso artista, conocido también como Mateo El Jerezano, ha sido el mejor cantaor de soleares de todas las épocas; era un hombre extremadamente sensible y muy nervioso.
Se emocionaba con sus propios cantes. Lloraba interpretándolos como un niño”. Y Antonio Mairena y Ricardo Molina, en la obra que escribieron en colaboración, consideran lo siguiente en relación con sus siguiriyas: “El Loco Mateo vivió mucho tiempo en Sevilla, donde conjugó en su arte la tendencia de Jerez con la trianera de El Fillo”. Sus coplas más divulgadas siguen interpretándose en la actualidad por los cantaores más sobresalientes, entre ellas especialmente las siguientes: “Yo no soy de esta tierra / ni conozco a nadie, / el que hiciera algo por mis niños / que Dios se lo pague”; y “Aunque en capilla te vea, / no he de darte una limosna, / por lo que has hecho conmigo / anda y que un perro te coma”. En contrapunto con lo que han escrito sus biógrafos, la tradición oral mantiene que su apelativo de Loco se debe solamente a que cantaba en estilo de martinetes la copla que dice: “A mí me llaman el loco / porque siempre voy callao, / llamarme poquito a poco / porque soy un loco de cuidao”.
Actuó en los más importantes cafés cantantes de Sevilla y ha quedado en los anales del género como un artista magistral y creador.
En cuanto a la fecha de su muerte, José María Castaño apunta 1887 como posible fecha de óbito del seguiriyero del barrio de Santiago.
Bibl.: G. Núñez de Prado, Cantaores andaluces, Barcelona, Maucci, 1904 (Sevilla, Editoriales Andaluzas Unidas, 1987; Cádiz, Universidad, 1987); J. de la Plata, Flamencos de Jerez, Jerez de la Frontera, Jerez Industrial, 1961; A. Mairena y R. Molina, Mundo y formas del cante flamenco, Madrid, Revista de Occidente, 1963 (2.ª ed., Sevilla, Al-Andalus, 1971); M. Ríos Ruiz, De cante y cantaores de Jerez, Madrid, Cinterco, 1987; “Loco Mateo, El”, en E. Casares Rodicio (dir. y coord.), Diccionario de la música española e hispanoamericana, vol. VI, Madrid, Sociedad General de Autores y Editores, 2000, págs. 978-979; M. Ríos Ruiz, El Gran Libro del Flamenco, Madrid, Calambur, 2002; J. M.ª Castaño, De Jerez y sus cantes, Córdoba, Editorial Almuzara, 2007; J. de la Plata, “La Loca y el Loco Mateo”, en Diario de Jerez, 7 de febrero de 2011.
Manuel Ríos Ruiz