Gallardo, Antonio. Philinko. Ica (Perú), c. 1615 – Puno (Perú), 28.XII.1661. Insurgente, líder del movimiento mestizo de La Paz en 1661.
Era un pequeño minero de Ichocota, aunque con anterioridad había oficiado como artesano (quizá carpintero).
Fue llevado a la citada mina, cerca de Puno, a prestar servicios en ella. Formaba parte de la “clase” de artesanos mestizos que, según Aranzaes, “era poderosa [en la ciudad] por su número y trabajo, llegando los más de ellos a tener una vida holgada”, fundada en parte en la sisa y el contrabando, bajo la mirada cómplice de las autoridades. El corregidor Cristóbal de Canedo intentó cambiar el curso de las cosas y sólo se ganó la ira de los pobladores.
Junto con otros mestizos, Gallardo denunció ante las autoridades una cadena de fraudes cometidos por oficiales de las Cajas Reales en los quintos correspondientes a la Corona. La denuncia, atendida con lenidad y negligencia, tomó un curso inesperado, pues los denunciantes comenzaron a ser hostilizados por las autoridades (que, en varios casos, fueron más bien cómplices o encubridores de los defraudadores). Víctimas de la persecución, los mestizos se fueron concentrando en la ciudad de La Paz y preparando un vasto plan subversivo. La prisión de Gallardo, motivada por un incidente callejero (10 de diciembre de 1661), y la negativa del corregidor Cristóbal de Canedo a ponerlo en libertad, precipitaron el alzamiento.
Una docena de hombres entró en la casa de gobierno; mató al corregidor y a otros de sus acompañantes.
Liberado Gallardo, se convirtió, de hecho, en líder de la sublevación.
La rebelión prosiguió con la toma del cuartel, el saqueo de puestos comerciales y la muerte de varios españoles. Los rebeldes asumieron el gobierno de la ciudad y cambiaron a las autoridades españolas por otras mestizas.
Los hechos de la sublevación duraron unos cuatro meses, y sólo la imaginación gratuita de algunos autores le adjudicó hasta cinco años.
Dotándose de armas, los rebeldes iniciaron una ofensiva contra Zepita, Chucuito y Puno. Pero la autoridad de esta última ciudad había dispuesto su atrincheramiento, con lo que pudo fácilmente rechazar a sus adversarios (28 de diciembre). Según las versiones más difundidas, Gallardo murió acribillado en el intento de asalto y las tropas rebeldes se dispersaron.
Versiones más autorizadas sostienen que el fracaso de la toma de Puno culminó con la ejecución de Gallardo y otros rebeldes, quienes fueron “arcabuceados y luego degollados para que las cabezas fueran distribuidas en pueblos y caminos”.
Los vecinos españoles de La Paz, tras la salida de los amotinados, organizaron la resistencia bajo el mando del corregidor Francisco de Erquiñigo y el alcalde ordinario Agustín Zegarra de las Ruelas, quienes mostraron diligencia en la vindicta, persiguiendo a los rebeldes y a los que regresaban de Puno y mandándolos a la horca.
Bibl.: N. Aranzaes, Diccionario histórico de La Paz, La Paz, Talleres Gráficos La Prensa, 1915, págs. 307‑309; A. Crespo, Historia de la ciudad de La Paz: (siglo xvii), Lima, Industria Gráfica, 1961, págs. 63‑95; A. Valencia Vega, Antonio Gallardo “el Philinko”: apertura de la rebelión mestiza en la colonia, La Paz, Juventud, 1977; H. Vázquez‑Machicado et al., Manual de historia de Bolivia, La Paz, Gisbert, 1983, págs. 183‑184; J. R. Arze, Diccionario biográfico boliviano, V. Figuras centrales en la historia de Bolivia (épocas precolonial y colonial), Cochabamba, Amigos del Libro, 1991, págs. 81-82; J. M. Barnadas (dir.), Diccionario histórico de Bolivia, t. I, Sucre, Grupo de Estudios Históricos, 2004, págs. 108-109.
José Roberto Arze Arze
