Rubín de Celis, Miguel Froilán. Llanes (Asturias), 17.X.1746 – ¿Francia?, 1793 post. Militar.
Fue hijo de Pedro Rubín de Celis y Noriega y de Juana Pariente. Nació el día 17 de octubre de 1746 en el lugar y barrio de Santiuste, parroquia de Pendueles, del concejo de Llanes. Estuvo casado con su sobrina carnal María Josefa de Piles Rubín de Celis, hija de José de Piles y Hevia, comisario de Guerra de Marina, y de Micaela Rubín de Celis, hermana de Miguel. La familia de éste era de las primeras de Llanes y de su concejo en donde, como hidalgos, gozaban de todos los honores correspondientes y siempre obtenían allí los cargos y oficios nobles de república, como el de juez, regidor y procurador general por el estado noble.
En el testamento de su padre Pedro consta que éste era poseedor de diferentes cuentas “con muchas personas de la villa y jurisdicción, así de rentas como de aparcerías de ganados y otras cosas”.
Fueron herederos de Pedro todos sus hijos “en iguales partes y porciones” a excepción de uno de ellos, Antonio, fraile benito que había renunciado en favor de su padre. El primogénito, Fernando, quedó como sucesor de las casas de sus padres. Los demás siguieron diferentes carreras. Felipe llegó a ser prior de Roncesvalles, Manuel fue contador principal de la intendencia y provincia de Jaén, Ramón racionero entero de la iglesia de Murcia y Joaquín teniente coronel de infantería con residencia en Andalucía. El mayor de los hijos, Fernando, en 1784, como sucesor de los vínculos de la familia pidió la distribución de bienes entre sus hermanos. De la liquidación resultó que los padres comunes, por los grandes gastos que originó la subsistencia y educación de tan dilatada familia habían enajenado y disipado, particularmente el padre común, no sólo todos sus bienes libres, sino más de 14.000 ducados de los vinculados sin que el sucesor pudiera reclamar una gran parte de ellos. Fernando, muertos sus padres, sostuvo a sus expensas a todos los hermanos en sus respectivas carreras, concretamente, a Miguel y a Joaquín en el Colegio Militar de Artillería de Segovia. También sufragó los gastos que exigía pretender el hábito de la Orden de Santiago en que fueran profesos estos dos últimos.
Apenas se tienen noticias de Miguel Rubín de Celis durante los primeros años de su carrera. Estuvo en Málaga como oficial del Real Cuerpo de Artillería y concurría, como otros muchos militares, a las tertulias que se celebraban en casa de la condesa de La Puebla de Marqués. Gracias a las investigaciones de Caillet-Bois, se conocen detalles de las actividades de Rubín de Celis en América, de su permanencia en el Río de La Plata y del encargo, hecho por el virrey Juan José de Vértiz, de que reconociese la llamada Mina de Hierro y determinase su grado de aprovechamiento.
Inició Rubín la marcha desde Montevideo el 28 de septiembre de 1782 y el 2 de marzo de 1783 se hallaba ya de regreso en Santiago del Estero. Por entonces, era teniente de la Marina Real y miembro de varias instituciones científicas nacionales y extranjeras.
El 9 de abril de 1783 remitió al virrey, desde Salta, el Diario de lo acaecido y observado en la comisión del reconocimiento del Fierro. El 30 de julio de 1784 el virrey envió un oficio, desde Buenos Aires, a Antonio Valdés y Bazán en el que declaraba que el 7 de abril de 1782 el Ministerio de Indias le había comunicado una real orden para que utilizase los servicios de Rubín como teniente de fragata. Por dicha real orden, se sabe que Rubín debía regresar a España para justificar su conducta en relación con la arribada de la fragata Santa Balbina. No pudo hacerlo porque estaba ocupado entonces en el reconocimiento del Cerro del Potosí y del mesón del Fierro. No obstante, parece que Rubín se mostraba remiso a regresar a España, aunque no tuvo más remedio que obedecer y embarcar, con rumbo a la Península, el 22 de septiembre de 1785. Se desconoce su responsabilidad en la arribada de dicha fragata.
Una vez en España, se dedicó al comercio en Cádiz.
Después, por causas que se ignoran, salió de España y fijó su residencia en Bayona. Por carta del propio Rubín de 22 de agosto de 1792, se sabe que había sido desterrado de la Corte “por haber descubierto el robado más calificado que se le hacía al rey en la negociación de azogues”. En Francia, escribió un folleto de veintisiete páginas titulado Discours sur les Principes fondamentaux d’une Constitution libre impreso por orden y a expensas de la Société des Amis de la Liberté et de L’egalité, en Bayona, año primero de la República Francesa.
Por su simpatía a la Revolución y por sus actividades en Francia, se le incoó expediente en el Consejo de Indias. El 10 de enero de 1793 pidió el de Castilla al de Indias el expediente y antecedentes. Fue despojado del hábito de Santiago y degradado públicamente en el Monasterio de las Comendadoras de Madrid, el 23 de marzo de 1793, por Real Orden, a consecuencia de consulta del Consejo de Castilla, por apóstata y por los demás delitos que resultaban del expediente que se le incoó, en relación con sus actividades en Francia.
Obras de ~: Lettres de Mr. Rubin de Celis, Chevalier de l’ordre de S.[ain]t Jaques [...] addressées a Mrs. Duhamel [...] et á Mr. le Chevalier de Born Conseiller de la Cour[...] à Vienne; avec une reponse de Mr. de Born, sur l’amalgamation des metaux nouvellement établé en Allemagne, 1789; Discours sur les Principes fondamentaux d ‘une Constitution libre, Bayonne, Imprimerie de Pierre Fauvet Jeune, 1792.
Fuentes y bibl.: Archivo Histórico Nacional, Consejos suprimidos, leg. 2784, n.° 15.R. (expediente del Consejo de Castilla); Órdenes militares, Santiago, leg. 7268.
R. Caillet-Bois, “La expedición de Rubín de Celís en busca del Mesen del Fierro”, en Boletín del Instituto de Investigaciones Históricas (Buenos Aires), XV (1932), págs. 531-554; G. Anes y Álvarez de Castrillón, “Rubín de Celis, Miguel Froilán”, en VV. AA., Gran enciclopedia asturiana, t. XII, Vitoria, Heraclio Fournier, 1970, pág. 284; R. Gutiérrez, El árbol de hierro: ciencia y utopía de un asturiano en tiempos de la Ilustración (1750-1800), Gijón, Ediciones Trea, 2007.
Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón, marqués de Castrillón
