Córdoba, Sebastián de. Córdoba, c. 1520 – 1589 ant. Platero.
Buena parte de la biografía de este artífice se mantiene aún oculta para los investigadores y estudiosos; la mayoría de los datos conocidos hasta ahora provienen de los registros documentales extraídos por José de la Torre de los protocolos notariales cordobeses. Nada se sabe de la fecha de su nacimiento, pero la documentación ha revelado que fue uno de los hijos del platero Diego Fernández Rubio el Mayor y hermano de Diego Fernández Rubio II. Se desconoce su formación en el oficio, pero es más que probable que lo hiciera en el taller de su padre; tampoco es conocida la fecha de su examen de maestría, ni consta que desempeñase cargo alguno en el gremio. Para 1589 ya había fallecido, ignorándose en qué momento tuvo lugar la defunción.
Las primeras noticias fidedignas sobre su actividad corresponden a 1570, cuando su padre hace constar en su testamento que Sebastián llevaba trabajando con él casi diez años, lo que permite adelantar la actividad profesional del artífice en casi quince años. En el mismo documento se mencionan trabajos conjuntos para la villa de Castro del Río, que de momento se desconocen. Un año después, en 1571, se asociará con su hermano Diego, aunque el taller quedará plenamente bajo su responsabilidad. Se sabe también que fue discípulo suyo el platero Lucas de Valdés, cuyo aprendizaje terminó en 1576.
En 1577 aparece trabajando en sociedad con el platero Rodrigo de León, realizando por encargo del cabildo catedralicio las andas y la peana de la Virgen de Villaviciosa, obra que en 1578 aún no habían cobrado en su totalidad. Ortiz Juárez ha identificado su marca en un cáliz de la parroquia de Fuente Obejuna, adornado en su base con medallones en los que figuran los evangelistas, y en un acetre de la parroquia de la Asunción de Cabra; le adjudica además un cáliz para Bujalance y una custodia para Cabra, ambas piezas actualmente desaparecidas. Aunque la escasez de obra conservada impide valorar cumplidamente la producción artística de este platero, su estética debió de fluctuar entre los epígonos del lenguaje plateresco y los comienzos del purismo.
Obras de ~: Andas y peana de la Virgen de Villaviciosa, catedral de Córdoba, 1577; Cáliz, parroquia de Nuestra Señora del Castillo, Fuente Obejuna (Córdoba), c. 1580; Acetre, parroquia de la Asunción y Ángeles, Cabra (Córdoba), c. 1580; Crismeras, parroquia de San Bartolomé, Espejo (Córdoba), c. 1580.
Bibl.: D. Ortiz Juárez, Exposición de orfebrería cordobesa. Catálogo, Córdoba, Diputación Provincial, 1973; Punzones de platería cordobesa, Córdoba, Publicaciones del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba, 1980, pág. 67; J. de la Torre y del Cerro, Registro documental de plateros cordobeses, ordenación e índices de D. Ortiz y M.ª J. Rodríguez, Córdoba, Diputación Provincial, 1983; VV. AA., Catálogo arqueológico y artístico de la provincia de Córdoba, t. II, Córdoba, Diputación Provincial, 1983, pág. 70; VV. AA., Catálogo arqueológico y artístico de la provincia de Córdoba, Córdoba, Diputación Provincial, 1986, págs. 75-76; M.ª T. Dabrio González, “Diego Fernández, un platero cordobés de seis cabezas”, en VV. AA., Estudios de platería. San Eloy, Murcia, Universidad, 2001, pág. 65; M.ª T. Dabrio González, “Obras de Rodrigo de León en la catedral de Córdoba”, en VV. AA., Estudios de platería. San Eloy, Murcia, Universidad, 2002, pág. 110.
María Teresa Dabrio González
