‘Uḏra b. ‘Abd Allāh al-Fihrī. ?, u. t. s. VII – p. m. s. VIII. Gobernador de al-Andalus (emir interino) tras ‘Anbasa.
Antes de apagarse en ša‘bān 107/enero 726, ‘Anbasa tuvo tiempo para nombrar alguien que hiciese de sucesor, siquiera a título interino: ‘Uḏra b. ‘Abd Allāh al-Fihrī. Éste (llamado Hodera, Odzra, Odra en las crónicas latinas] no ejerció más que el tiempo estrictamente necesario para que la noticia de la muerte de su antecesor llegase a Qayrawān y se enviase a un nuevo gobernador. La insignificancia y lo reducido (dos meses) del mando de ‘Uḏra es tal que la inmensa mayoría de los autores árabes ni siquiera lo nombran.
Parece que la designación de ‘Uḏra por ‘Anbasa tuvo bastante de improvisada. “Hodera consulem patrie sibi comisse vel principem exercitus repedantis” tanto para Crónica 754 como Historia Arabum. Bišr b. Ṣafwān, gobernador de Ifrīqiya, entendió aquello como un conato de autogobierno andalusí. Y, al no estar dispuesto a permitir que los peninsulares eligiesen a la persona que les había de regir, le faltó tiempo para nombrar y enviar a un nuevo gobernador: Yaḥyà b. Salāma al-Kalbī. Rápida sucesión que Historia Arabum describe gráficamente como “Arabes in continenti Amiramomeno Ambize obitum nunciatur, et Odre pariter successionem. Izit autem in continenti misit eis quemdam, qui Yahye dicebatur et erat filius Çaleme, anno regni Arabum CVIIº”.
Al-Ḥimŷārī [apud Nafḥ] afirmaba que “fue hombre de bien y esforzado caballero. Los descendientes de ‘Uḏra fueron famosos. Su hijo Hišām b. ‘Uḏra se apoderó de Toledo. El linaje [de ‘Uḏra] se perpetuó ininterrumpidamente en Guadix, del Reino de Granada, donde tenían ‘casa’ y gozaban de notoriedad y fama de cultos”. Parece que nuestro ‘Uḏra corresponde al “Udraca fijo de Caçin” que, según Moro Rasis,”et reinó dos messes et siete dias”.
Bibl.: La crónica del Moro Rasis, ed. de P. de Gayangos, Madrid, Real Academia de la Historia, 1852; Ibn ‘Iḏārī, Al-Bayān al-mugrib, Leiden, E. Brill, 1950; R. Ximénez de Rada, Historia Arabum, ed. de J. Lozano Sánchez, Sevilla, Universidad, 1974; Al-Maqqarī, Nafḥ al-ṭīb, El Cairo, Ed. M. Hajji, 1949; J. E. López Pereira (ed. y trad.), Crónica del 754, Zaragoza, Anubar, 1980; Anónimo, Crónica Albeldense, Oviedo, Universidad, 1985.
Pedro Chalmeta Gendrón