Sáenz de Santamaría y Angulo, José Bernardo. Sorzano (La Rioja), 24.II.1644 baut. – Bogotá (Colombia), c. 11.XII.1690. Militar.
Nacido en el seno de una familia de potentados hidalgos riojanos, su padre, Domingo Sáenz de Santamaría y Cibrián, poseía un mayorazgo en la villa de Navarrete y vivía holgadamente de su hacienda. Su madre, Francisca de Angulo y Nalda, había casado con su padre en segundas nupcias, habiendo procreado de su primer matrimonio a Juan González del Castillo y Angulo, caballero de la Orden de Santiago.
Habían casado sus padres el 28 de abril de 1643 en Sorzano, siendo éste el primogénito del matrimonio.
Tuvo dos hermanos: Manuela María y Antonio Domingo, caballero de la Orden de Santiago, oficial de la Secretaría de Estado de la negociación de Italia y secretario del virrey de Valencia.
No es de extrañar que dentro de este ambiente familiar José Bernardo quisiera poner a prueba su valor e hidalguía, naciendo en él una profunda vocación militar. Comenzó su carrera el 11 de agosto de 1667, apenas cumplidos los veintitrés años, enrolándose en la Armada del Mar Océano. En esa primera etapa demostró rápidamente su gran valía y ascendió el 19 de diciembre de 1670 a alférez de Infantería.
Al año siguiente, el 12 de agosto, embarcó hacia Panamá en la flota compuesta por los navíos Santa Catalina, San Jorge y San Carlos, y desembarcó en Portobelo el 26 de diciembre de 1671. Adscrito durante tres años al presidio de Panamá, el 6 de mayo de 1674 pasó a servir en el tercio de la Real Armada de las Indias, regresando posteriormente a la Península para desembarcar en Sanlúcar de Barrameda el 9 de noviembre de 1674, finalizando así sus misiones en Panamá.
Su segunda etapa comenzó, el 14 de enero de 1675, cuando ascendió a capitán de Infantería y se le encomendó la misión de reclutamiento y embarque de un contingente de soldados con destino a Flandes, en la fragata San José. Una vez allí realizó labores logísticas y de movimiento de tropas al mando de su compañía, actuando “en las ocasiones que se ofrecieron en dicho tiempo con particular aprobación, especialmente en la conducción de cuatro compañías [...] desembarcó sin faltarlas hombre alguno, debiéndose a su diligencia y desvelo, a causa de ser gente nueva y haber pasado grandes tormentas, empleándose continuamente en el regalo de enfermos y mareados, en que dio muestras de muy celoso del servicio de Su Majestad y de experimentado soldado [...] y así en las referidas ocasiones como en todas las en que se ha hallado ha procedido y le he visto obrar con el punto, valor y actividad que corresponde a las obligaciones de su sangre, y de muy experimentado soldado, por lo que le tengo por muy digno de todas las honras que Su Majestad fuere servido hacerle”.
Con dicho informe y tras cuatro años de servicio en los tercios de Flandes, el 23 de abril de 1679 fue ascendido nuevamente, esta vez, a capitán de caballos corazas.
Fue en esta época cuando, acompañando a su ascenso en el escalafón militar, acrecentó también su prestigio social en el orden nobiliario. Primero fue asentado, junto con su padre y hermano, en los libros becerros del Solar de Valdeosera por ser, como lo fueron sus antepasados, señores y deviseros de dicho señorío, tomando posesión de dicha villa el 29 de septiembre de 1675. Más adelante, el 12 de mayo de 1681 le fue concedido el hábito de Santiago, practicadas las correspondientes pruebas de nobleza por los cuatro apellidos.
La tercera etapa castrense comenzó el 15 de octubre de 1681 cuando embarcó en Cádiz con destino a Maracaibo (Venezuela) tras ser nombrado capitán de Infantería y castellano de la fortaleza Santa Rosa de la Barra de Zaparas, tomando posesión de dicho cargo el 27 de enero de 1682. Terminó su brillante trayectoria militar con el cargo de capitán general y por cédula de 22 de febrero de 1686 le fue concedida una pensión vitalicia tras diecinueve años de servicios a la Corona española.
Casó el 21 de septiembre de 1684 con Catalina Alfonsa Rodríguez-Galeano y Vergara, perteneciente a una de las familias de la aristocracia de Santafé de Bogotá, con la cual tuvo tres hijos: José Jacinto, María Rosalía y Nicolás José. Testó el 26 de noviembre de 1690 falleciendo a los pocos días con tan sólo cuarenta y seis años, una vida corta, pero plena de aventuras y servicio a España.
Bibl.: R. J. Maldonado, Hidalguías Riojanas, el Solar de Valdeosera, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1949; J. M. Restrepo y R. Rivas, Genealogías de Santafé de Bogotá, Bogotá, Boletín de Historia y Antigüedades de la Academia Colombiana de Historia, 1970; A. Vázquez y J. M. Marín, “La familia Santafereña. Primera aproximación al entramado familiar del cabildo de Santafé de Bogotá durante el siglo XVIII”, en J. J. Sánchez Baena y L. Provencio Garrigós (eds.), El Mediterráneo y América. XI Congreso Internacional de la Asociación Española de Americanistas, t. I, Murcia, Editorial Regional de Murcia, 2006, págs. 405-416.
Pedro Luis Beltrán Onofre
