Eusebi Planas puede ser considerado el primer dibujante moderno catalán del siglo xix. Ello significa que se dedicó íntegramente a su labor de dibujante ilustrador de libros y revistas, alcanzando no sólo un gran éxito entre el público lector, sino un gran respeto y admiración de sus propios editores.

Nacido en Barcelona en 1833, desde joven quiso ser dibujante y su padre consiguió en 1849 que pudiera ser aceptado en uno de los grandes talleres litográficos de París, dirigido por Lassalle. Aprendió y dominó tan rápidamente dicha técnica que incluso trabajó para el editor y marchante internacional Adolphe Goupil, de quien recibió merecidos elogios. En 1854, a causa de la epidemia de cólera que brotó en la capital francesa, regresó a Barcelona, donde inició su gran carrera como ilustrador, especialmente como dibujante litógrafo. Su nombre es tan indisociable de la litografía —aunque sus trazos también fueron traducidos por algunos reconocidos grabadores xilógrafos contemporáneos, como Brangulí, Moracho, Carnicero, Llopis, o Romeu—, como de la novela sentimental romántica, generalmente publicada por entregas. Con su trazo difundió el modelo de dama femenina elegante, de cintura estrecha y senos abundantes, tan característica de su época. Popular y enriquecido a causa de su fama como dibujante que le llevó a trabajar para las imprentas y editoriales más notables del momento —Plus Ultra, L. Tasso, López Bernagossi, Espasa, Gorchs, Riudor, Montaner y Simón, J. Jepús, entre otras—. [...]