Liberal, europeísta y polifacético, Carlos Ferrer Salat tuvo un papel sobresaliente en la modernización de la cultura empresarial española. Sus contribuciones más visibles y duraderas fueron el Grupo farmacéutico Ferrer, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y el olimpismo español. Fundó además una empresa de electrónica aplicada (Enclavamientos y Señales) y el Banco de Europa. Ferrer Salat estudió Comercio, Ingeniería química, Economía y Filosofía y Letras en su ciudad natal. En sus familias paterna y materna existía tradición industrial.

En 1953, además de proclamarse campeón de tenis de España y participar en la Copa Davis, fundó con un primo suyo los Laboratorios Ferrer, basados inicialmente en la representación y la elaboración de medicamentos bajo licencia de casas extranjeras. Con varios compañeros de estudios creó, en 1958, el Círculo de Economía, institución que desempeñó un papel destacado en el proceso de liberalización de la economía española. El interés de Ferrer Salat por la actividad asociativa lo llevó en los años siguientes a presidir la Comisión de Organismos Internacionales de la Cámara de Industria de Barcelona y el Fomento del Trabajo Nacional. Los Laboratorios Ferrer, mientras, afrontaron el reto de la apertura de la economía española a la competencia internacional con una operación tan rara como osada: la adquisición de la firma alemana Trommsdorff GmbH, hecho que situó en 1970 a la empresa catalana en el corazón de la industria europea. Cinco años más tarde, Ferrer Internacional era la tercera empresa farmacéutica española. [...]