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Nicolaus Federmann

Biografía

Federmann, Nicolaus. Ulm (Alemania), 1505-1510 – Valladolid, 22 o 23.II.1542. Conquistador y gobernador alemán de Venezuela y descubridor del Nuevo Reino de Granada junto con Jiménez de Quesada y Benalcázar.

Fue hijo de Claus Federmann, que figura como vecino de Ulm desde 1505, donde perteneció al gremio de comerciantes. Estaba casado con una vecina de dicha población y fue seguramente el primogénito del matrimonio. Aunque se desconocen su infancia y juventud, Friede supone que estudió en Venecia, donde adquirió conocimientos de Contabilidad, Geografía, Navegación y Lengua italiana. La primera noticia sobre su persona es su partida de Sanlúcar de Barrameda a América en un navío que le entregó Uldarico Ehinger, agente sevillano de la Compañía de los Welzer (Bartolomé y Antonio), a quienes señaló por patronos suyos en la obra que escribió. Parece así que trabajaba para dicha Compañía y que ésta había decidido enviarle a la isla Española, donde tenía varios negocios. Zarpó el 2 de octubre de 1529 como capitán de 123 soldados españoles y 24 mineros alemanes, pero parece que no se trataba de un cargo de tipo militar, actividad en la que no destacó nunca, sino como agente de la Compañía. Su cometido era llevar este auxilio a Ambrosio Alfinger, gobernador de Venezuela, de quien no se sabía nada desde hacía meses, ya que se había internado en su territorio desde Coro. Federmann encontró vientos contrarios en su viaje a Canarias y tardó tres meses en llegar (en vez de ocho días, como era usual) y fue a parar además a una playa de la isla de Lanzarote. Bajó a tierra con un pequeño destacamento y fue capturado por unos pastores berberiscos, que tomaron a los intrusos por franceses. Afortunadamente fue librado de sus captores por una partida del capitán de la isla Sancho de Herrera. Federmann fue entonces a La Gomera y prosiguió su viaje, llegando a Santo Domingo en diciembre del mismo 1529. Allí entregó los mineros a Sebastián Rentz, otro factor de los Welzer, y prosiguió su viaje a Coro, pero acompañado de Jorge Ehinger.

Tomó un rumbo equivocado y arribó a Baragnana (actual Paraguaná), distante 26 millas de Coro. Desembarcó las tropas y emprendió el camino a Coro a pie, enviando unos mensajeros con la noticia de su llegada. El teniente de Coro, Luis Sarmiento, le envió unos socorros, que le encontraron en Miraca. Federmann dejó los soldados con Jorge Ehinger y volvió al navío, regresando a la isla Española. Arribó a Azua el 21 de enero. Pidió un nuevo cargamento de provisiones a Rentz, y pasó a San Germán, donde embarcó caballos y ganado. Luego, acompañado de otro buque con mercancías, prosiguió a Coro, adonde llegó el 8 de marzo de 1530. Todo esto parece confirmar la idea de que Federmann había sido enviado por la Casa para asegurar el poblamiento alemán de Coro.

Mientras Federmann fue a la Española y Puerto Rico, habían llegado a Coro Jorge Ehinger y sus hombres. El primero pretendió ser reconocido como gobernador por el cabildo, ya que no se sabía nada de Alfinger, pero dicha institución se negó a reconocerle como tal, aceptándole únicamente como factor de los Welzer. Unas semanas después, el 18 de abril de 1530, arribó a la ciudad Juan Seissenhofer, nombrado por los Welzer para sustituir a Alfinger, en el caso de que siguiera sin aparecer. Seissenhofer fue aceptado.

Depuso a Luis de Sarmiento como teniente y nombró en su lugar a Nicolás de Federmann, que acababa de desembarcar. Fue su primer nombramiento. A comienzos de mayo Alfinger regresó a Coro, siendo reconocido de inmediato como gobernador por Seissenhofer.

Alfinger decidió salir a una nueva exploración a fines de julio de 1530 y antes de partir ratificó como su teniente de gobernador a Federmann. Este último estuvo en el cargo poco tiempo, pues también salió de Coro para su primera expedición el 12 de septiembre de 1530. Dejó a Bartolomé Santillana como teniente en Coro y a Gómez de Anaya como teniente en Maracaibo.

La expedición de Federmann, realizada con 110 soldados, 16 jinetes y 100 indios cargueros, tenía el objetivo de localizar un posible paso interoceánico a la Mar del Sur, que se suponía podría encontrarse en la culata de Maracaibo, pero se limitó a explorar el territorio comprendido entre Coro y Barquisimeto, ocupado por los indios caquetíos, xideharas, ayamanes, cayones, caguas, cuivas, gauycaries, ciparicotes y aticares. Volvió a Coro el 17 de marzo de 1531 con un botín de 3.500 pesos de oro. Allí encontró a Alfinger, que había regresado de su descubierta.

Le amonestó por haber abandonado la ciudad sin su permiso, le acusó de haber ocultado parte del botín (1.500 pesos) y le condenó a destierro de Indias por cuatro años. Federmann abandonó Venezuela el 9 de diciembre de 1531. Fue a Santo Domingo y salió luego para España en compañía de Sebastián Rentz.

Su viaje fue muy accidentado. Tocó en las Azores, el puerto de Faro, y llegó a Sevilla el 16 de junio. Desde allí emprendió viaje a Augsburgo, pasando por Medina del Campo, Tolosa y Lyon. Llegó a su destino el 31 de agosto de 1532. Aprovechando su destierro, escribió Historia Indiana al regresar a Europa. Relata su primer viaje a América y la empresa colonizadora en la que había participado y su extraña concepción geográfica del noroeste suramericano confundiendo las grandes extensiones territoriales cubiertas de agua (los Llanos) con la Mar del Sur y ofreciendo numerosos datos antropológicos sobre los indios, así como su participación en la conquista. La obra fue un informe para los Welzer y posiblemente a ella debió su contrato con éstos en 1532 y su nombramiento para suceder a Alfinger como gobernador de Venezuela en 1534. El manuscrito fue publicado por su cuñado Hans Kiffhaber en 1557. Fue traducido al francés en 1837-1841 por Ternaux-Compans, y del francés al castellano por Pedro Manuel Arcaya en 1916. Juan Friede hizo una traducción directa del alemán al castellano en 1958.

Federmann firmó, en efecto, un contrato con los Welzer el 2 de octubre de 1532 comprometiéndose a servirles como factor durante siete años y el Consejo de Indias le nombró el 19 de julio de 1534 gobernador y capitán general de Venezuela, como sucesor de Alfinger. Partió para Sevilla pero en el camino fue sustituido como tal gobernador por Jorge Spira (Hohermuth).

Pese a todo llegó a la ciudad andaluza y ayudó a Spira a preparar la nueva expedición a Indias. Tardó mucho en salir y lo hicieron en buques separados.

Llegaron a Santo Domingo y luego a Coro, donde Spira nombró a Federmann teniente de gobernador el 11 de mayo de 1535. Poco después le ordenó salir hacia la Guajira, para tomar posesión de dicho territorio y fundar allí una población. Spira partió con su expedición a los llanos y Federmann se dirigió al cabo de la Vela para cumplir su cometido. Antes de salir dejó como teniente en Coro a Francisco de Venegas.

A comienzos de 1536 estaba ya en el cabo de la Vela, donde fue reforzado con otros 80 soldados procedentes de Santo Domingo. Federmann encontró un territorio inhóspito y desértico, pero cumplió las órdenes de Spira. El 1 de agosto de 1536 fundó la población de Nuestra Señora de las Nieves, en actual territorio colombiano, cerca de la desembocadura del río Hacha. Exploró la península en busca de riquezas, pero sólo aparecieron las perlas, que intentó obtener utilizando indios como buceadores de los ostrales.

No tuvo mucho éxito y regresó a Coro, donde esperó a que le llegara el título de gobernador efectivo de Venezuela. Fue una espera inútil, pues el factor de los Welzer no se lo envió nunca. Finalmente el 14 de diciembre de 1536 abandonó la ciudad, pero se mantuvo casi un año en sus cercanías, esperando el ansiado título.

A fines de 1537 partió para su gran expedición descubridora, tercera de las que realizó. Atravesó las montañas xideharas que había recorrido anteriormente y se dirigió a los llanos de la región de Carora (pasó así por donde más tarde se fundaron El Tocuyo y Barquisimeto). Allí encontró las tropas que habían venido desde el cabo de la Vela mandadas por el capitán Diego Martínez, que le estaban esperando. Reunida la fuerza (300 soldados y 130 jinetes) marchó al río Apure, que cruzó en abril de 1538. Aquí descubrió las huellas de la hueste de Jorge Spira, que había regresado desbaratado del río Guaviare. Federmann siguió hasta el río Pauto, afluente del Meta, donde los naturales le informaron del mito del Dorado; un país muy rico en oro, que se encontraba hacia occidente (era el territorio de los chibchas o mwiscas), donde un cacique tiraba objetos de oro a una laguna en la que se bañaba. La ruta parecía difícil, pues hacia el Occidente se alzaba majestuosa la cordillera andina por cuya falda siguió con dirección sur en busca de un paso para franquearla. Federmann envió en descubierta a Pedro de Limpias, pero regresó fracasado.

Federmann continuó adelante. En febrero de 1539 llegó a las cabeceras del Guaviare. Atravesó los llanos del río Ariari y finalmente encontró el paso interandino en el páramo de Sumapaz. Avanzó desde allí hacia el valle de Fosca, en la altiplanicie cundiboyacense, donde se encontró con la sorpresa de hallar españoles.

Eran hombres de la hueste de Jiménez de Quesada, que se le habían anticipado por poco tiempo en el descubrimiento y ocupación del país de los chibchas.

Habían llegado en 1537 desde Santa Marta atraídos por el mismo mito del Dorado. Federmann y Jiménez de Quesada negociaron que sus soldados se quedaran en el Nuevo Reino de Granada (así lo bautizó Jiménez de Quesada) en la misma categoría de conquistadores y llegaron a un acuerdo en el reparto del botín (17 de mayo de 1539). El 27 de abril del mismo 1539 fundaron la Villa de Santafé (luego Bogotá) y dos días después el alemán obtuvo la encomienda de Tinjacá.

No tardó mucho en aparecer por el Oeste otra hueste española, la de Sebastián de Benalcázar que venía de Quito, atraída por el mismo mito del Dorado. Los tres conquistadores decidieron dejar sus hombres en el Nuevo Reino, fundar varias ciudades (Tunja y Vélez) y marchar a España para solventar allí sus diferencias territoriales. Los tres venían de lugares muy dispares y lejanos cuya jurisdicción era difícil de fijar, como Santa Marta, Quito y Coro, y los tres habían desobedecido a sus respectivos gobernadores Fernández de Lugo, Pizarro y Spira. El botín obtenido al conquistar a los chibchas ayudó a limar asperezas; 15.000 a 20.000 pesos para cada uno de los jefes venezolano y quiteño, quienes además obtuvieron buenas sumas por vender sus armas y enseres.

Los tres conquistadores embarcaron el 2 de junio en Guataquí, en el río Magdalena, para dirigirse a Cartagena, adonde llegaron el 20 de junio de 1539. De allí partieron hacia España, vía Jamaica. Una vez en la Corte, Jiménez de Quesada fue nombrado mariscal, Benalcázar fue también mariscal y capitán general y gobernador de Popayán, una provincia encajada entre la del Río San Juan (al noroeste, en la costa pacífica colombiana), la de Cartagena (al norte) y Quito (al sur).

A Federmann le fue peor. Llegó a Sevilla en enero de 1540 y supo que el Emperador y los Welzer estaban en Flandes, por lo que se dirigió a Gante para darles cuenta de su actuación. Se le exigieron cuentas de los ingresos y gastos, que no satisfizo suficientemente, quedando acusado de haber ocultado parte del botín, por lo que fue encarcelado. El 21 de octubre de 1540 Federmann consiguió la cédula que le autorizó a trasladarse a Madrid para defender sus derechos ante el Consejo de Indias. Llegó a la futura capital española el 2 de febrero de 1541 y se le asignó como cárcel la casa en que viviría. El 13 de marzo denunció a los Welzer ante el Consejo de Indias, pero revocó luego la denuncia el 19 de agosto. Este mismo día traspasó a los Welzer su encomienda de Tinjacá. Nicolás de Federmann falleció en Valladolid el 22 o 23 de febrero de 1542.

 

Obras de ~: Viajes a las Indias del Mar Océano, trad. de Nélida Orfila, Buenos Aires, Nova, 1945; Historia Indiana, traducida por primera vez directamente del alemán por Juan Friede. Madrid, Atlas, 1958.

 

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Manuel Lucena Salmoral