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Berenguela de Navarra

Biografía

Berenguela de Navarra. Navarra, c. 1170 – Le Mans (Francia), 23.XII.1230. Reina de Inglaterra.

Hermana de Sancho VII el Fuerte (1194-1234), era hija de Sancho VI el Sabio y de Blanca de Castilla, reyes de Navarra. Sus abuelos paternos fueron García Ramírez IV el Restaurador y Margarita de l’Aigle, reyes de Pamplona. Sus abuelos maternos fueron el emperador Alfonso VII de Castilla y su mujer, Berenguela de Barcelona, de quien recibió el nombre.

Su matrimonio con el rey inglés Ricardo I Corazón de León (1189-1199) fue negociado por la madre de éste, Leonor de Aquitania, que pretendía consolidar la posición de los Plantagenet en Aquitania, hostigada por los condes de Toulouse y amenazada por rebeliones nobiliarias, mediante una alianza con Navarra, que había iniciado su expansión en Ultrapuertos, donde controlaba la tierra de Cisa desde 1189. Al parecer, el acuerdo implicaba la devolución de estos territorios por parte de Navarra como dote de Berenguela.

Ricardo I participaba en la Tercera Cruzada y había iniciado su marcha hacia Tierra Santa. Su madre, Leonor, a pesar de su avanzada edad, acompañó a Berenguela a través de Francia e Italia hasta Brindisi, desde donde llegaron por mar a Mesina (Sicilia) el 30 de marzo de 1191. Leonor se volvió y su hija Juana, hasta entonces reina de Sicilia, se hizo cargo de la infanta navarra, cuyo matrimonio con el rey inglés se pospuso hasta llegar a Tierra Santa, para aprovechar los vientos favorables y retomar la marcha de la flota cristiana. La expedición recaló en Chipre, cuya conquista fue iniciada con la toma de Limassol. Allí se celebró el matrimonio de Ricardo y Berenguela (12 de mayo de 1191), oficiado por el capellán real, Nicolás.

Ese mismo día, Berenguela fue coronada y consagrada reina de Inglaterra por Juan, obispo de Evreux, ayudado por el arzobispo de Apamea (Siria) y los obispos de Bayona y Dax.

Durante ocho años de matrimonio, los esposos no siempre convivieron, unas veces por necesidades políticas o por el propio desarrollo de los acontecimientos, otras, quizás, por las propias inclinaciones de Ricardo, y de hecho no tuvieron descendencia. A pesar de ello, Berenguela se mostró en todo momento como una fiel colaboradora de su marido, que a su vez le llegó a encomendar tareas concretas de gobierno, además de gestiones diplomáticas.

Después de conquistar Nicosia y dominar Chipre, Ricardo llegó con su mujer a Palestina (1 de junio de 1191), donde permanecieron más de un año. Los cruzados reconquistaron Acre y firmaron un acuerdo que garantizaba a los peregrinos cristianos el acceso a Jerusalén. El 29 de septiembre de 1192, Berenguela salió de Tierra Santa en dirección a Sicilia, desde donde pasó a Roma. Allí permaneció medio año bajo la protección del Papa. A través de Pisa, Génova y Marsella, llegó a Poitiers, dominio de los reyes ingleses. Su marido, Ricardo, que salió días más tarde, fue desviado hacia el Adriático y desde Venecia trató de atravesar de incógnito Austria y Alemania, pero fue capturado y encarcelado (diciembre de 1192-febrero de 1194).

Mientras tanto, los navarros colaboraron con los representantes del rey inglés para consolidar su dominio en Aquitania. En 1192, el todavía infante Sancho, hermano de Berenguela, contribuyó a derrotar la rebelión del conde de Perigord y el vizconde de la Marca. Para liberar a Ricardo fueron precisos el pago de cien mil marcos de plata y la entrega de rehenes, entre ellos, el infante Fernando de Navarra, hermano de Sancho y Berenguela. Ese mismo año de 1194, Sancho colaboró con Ricardo en una nueva expedición contra rebeldes aquitanos.

Fernando de Navarra fue liberado por el emperador alemán en 1196 y por entonces Ricardo encomendó a su mujer, Berenguela, el gobierno de Gascuña (1196- 1199). En 1198, el papa Inocencio III reclamó a Sancho VII la entrega al rey inglés de los castillos de San Juan de Pie de Puerto y Rocabruna (en definitiva, la tierra de Cisa), alegando que eran dote de Berenguela.

La muerte de Ricardo (6 de abril de 1199) convirtió a Berenguela en reina viuda de Inglaterra, pero no la alejó del círculo de los Plantagenet. Para facilitar la entronización de su cuñado Juan sin Tierra, Leonor y Berenguela buscaron la paz con el rey francés. Una acción para lograrla fue la boda del conde de Champaña, Teobaldo III, a la vez partidario del rey francés y nieto de Leonor, con la hermana pequeña de Berenguela, Blanca de Navarra, celebrada en la catedral de Chartres (1 de julio de 1199). De este matrimonio nació Teobaldo IV, que en 1234 asumió como Teobaldo I la corona de Navarra, ceñida durante cuatro décadas por él y sus descendientes de la Casa de Champaña.

Las relaciones entre Berenguela y su cuñado, el nuevo rey Juan sin Tierra, no fueron buenas. Juan le negaba o regateaba el pago de sus arras, necesarias para mantener su estado. Berenguela se convirtió en un escollo en las relaciones anglo-navarras. Para llegar a un acuerdo fue preciso que Juan concediera una renta anual de mil marcos de plata a Berenguela, asignados sobre posesiones reales en Bayeux, Angers, Caen y Londres. En 1204, Berenguela recibió en herencia de su suegra, Leonor de Aquitania, las villas normandas de Falaise y Domfront, que intercambió con el rey de Francia Felipe II Augusto a cambio del título de condesa viuda de Maine. En consecuencia, estableció su residencia en Le Mans (1204), en el palacio de los condes de Maine. Paralelamente, las relaciones anglonavarras ofrecían escasos frutos. La alianza sellada en los tratados de Chinon (14 de octubre de 1201) y Angulema (4 de febrero de 1202) apenas tuvo virtualidad, salvo como marco para propiciar un acuerdo entre Sancho VII y los burgueses de Bayona (1204), que permitió a los comerciantes navarros el uso de este puerto controlado por los ingleses.

Juan sin Tierra no pagaba a Berenguela las rentas que le había asignado y la reina viuda no se atrevía a entrar en Inglaterra, a pesar de la bula que el papa Inocencio III envió para solventar el asunto (1207).

El problema no se solucionó hasta 1213, cuando el Papa volvió a insistir en el pago de las cantidades debidas a Berenguela. Presionado por una asamblea de obispos reunida en Reding por el legado papal, Juan accedió de mala gana a entregar quince mil marcos de plata a Berenguela.

Berenguela no se casó de nuevo y siguió viviendo en Le Mans hasta su muerte, acaecida el 23 de diciembre de 1230. Fue enterrada en la cercana abadía cisterciense de L’Epau, que ella había fundado en 1229. Su sepulcro fue llevado a la catedral de Le Mans el 2 de diciembre de 1821, pero fue restaurado y devuelto a la sala capitular de L’Epau, donde descansan sus restos, en 1970.

 

Bibl.: M. Bouquet y M. Brial, Récueil des historiens des Gaules et de la France, ts. XVII-XIX, Paris, Victor Palmé, 1878- 1880 (reimpr.); L. del Campo, Sancho el Fuerte de Navarra, Pamplona, La Acción Social, 1960; W. Stubbs (ed.), Chronica magistri Rogeri de Houedene (“Rerum Britannicarum Medii Aevi Scriptores”, 51), London, Longmans, Green, Reader, and Dyer, 1868-1871 (reimpr. Wiesbaden, 1964; L. del Campo, Cuatro infantas navarras, Pamplona, Diputación Foral de Navarra, 1971; L. J. Fortún Pérez de Ciriza, Reyes de Navarra. IX. Sancho VII el Fuerte, Pamplona, Mintzoa, 1987 (reed. 2003); S. Herreros Lopetegui, Las tierras navarras de Ultrapuertos (siglos xii-xvi), Pamplona, Gobierno de Navarra, 1998.

 

Luis Javier Fortún Pérez de Ciriza

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