Estudió en el Colegio de las Hijas de Jesús establecido en Tolosa por la beata madre Cándida de Jesús (Juana Josefa Cipitria), quien, bajo la dirección del padre Miguel San José Herrán, jesuita, había fundado en Salamanca en 1871 la Congregación de Hijas de Jesús, bajo la particular protección de la Inmaculada Concepción y con especial dedicación a la enseñanza y al apostolado social y misionero.

Se interesó desde niña por el ejercicio de virtudes en las pequeñas cosas, por “hacer las cosas ordinarias extraordinariamente por amor a Jesús” y por el acercamiento a los necesitados, realizando tareas sociales y evangelizadoras con las obreras y los sindicatos en la periferia de Tolosa. En marzo de 1913 su director espiritual, el padre Alejandro Martínez, jesuita, con ocasión de los ejercicios ignacianos en Loyola, la autorizó a hacer voto de castidad. Dos años después, el 8 de diciembre de 1915, ingresó en la Congregación de Hijas de Jesús, en la casa de Salamanca, emitiendo los votos el 31 de mayo de 1818 y falleciendo once meses después, en abril de 1919. [...]