Murciano del pueblo de Águilas, Alfonso Escámez, residente en Madrid desde el año 1950, fue un banquero hecho a sí mismo que ascendió trabajando como meritorio en el ámbito de la banca hasta llegar a presidente del Banco Central. Destacó su espíritu vanguardista y defensor del aperturismo económico hacia Europa. Fue el paradigma de un hombre hecho a sí mismo y como presidente del Banco Central consiguió que su entidad llegara al vértice superior de la pirámide del sistema bancario español.

El colegio Santo Tomás de Aquino y las clases particulares, constituyeron sus primeros años de educación, que tuvo que abandonar a los doce años al morir su padre. Desaparecido el negocio familiar a raíz del fallecimiento, comenzó a trabajar como meritorio en la sucursal del Banco Internacional de Industria y Comercio de Águilas. Es aquí donde tuvo el primer contacto con las cartillas de ahorro, balances, cajeros y auxiliares, hasta que la crisis de 1929 le dejó sin trabajo. Posteriormente ingresó como ayudante de cajero en la empresa de esparto de José Muñoz-Calero, hasta que el director de la sucursal del Banco Internacional de Águilas le ofreció un puesto de trabajo como oficial. Fue allí donde el inspector de la dirección central del Banco Internacional, Juan Criado, se fijó en el buen trabajo que realizaba con las divisas extranjeras. De Águilas pasó a desempeñar el cargo de jefe de cartera extranjera del Banco Internacional en Alicante. [...]