Hijo de Domingo Manuel Sánchez de Bustamante, oriundo de Cabezón de la Sal (Cantabria), y de María Tomasa González de Araujo, ambos de ilustre linaje. Estudió en el Colegio San Carlos de Buenos Aires, donde cursó Teología entre 1793 y 1795 y Filosofía entre 1796 y 1797. Entre sus compañeros estuvieron Mariano Moreno y Tomás Manuel Anchorena, con quienes forjó amistad. Luego estudió Leyes y se graduó en la Universidad de Charcas en febrero de 1801. Se desempeñó en esa ciudad como asesor del Cabildo, relator de la Real Audiencia y presidente de la Academia de Practicantes Juristas. Partidario de la revolución de mayo de 1810, conservó su puesto en la Audiencia, aunque sin duda fue mirado con desconfianza por la burocracia del mariscal Nieto. Indudables presiones y motivos de salud lo forzaron a abandonar su cargo y regresar a Jujuy, donde en octubre de 1810 fue elegido alcalde de 1.er voto por el Cabildo de esa ciudad. Poco después, a pedido de uno de los vocales de la Primera Junta, Juan José Castelli, fue designado asesor general del Cabildo y de los Juzgados ordinarios de 1.er y 2.º voto. Las autoridades de Buenos Aires lo nombraron, asimismo, asesor interino de la Intendencia de Salta pero, la Junta presidida por Cornelio Saavedra, prefirió designarlo fiscal interino de la Audiencia de Buenos Aires, cargo que ejerció desde el 18 de marzo de 1811. Fue otra vez su salud lo que lo alejó de esas funciones y lo obligó a retornar a su provincia donde fue reelegido por el Cabildo como asesor general el 17 de agosto de 1811. Fue sufragante y candidato al momento de elegir al representante jujeño para la Asamblea General que designaría un nuevo triunviro. En enero de 1812 fue elegido por el Triunvirato como fiscal de la Cámara de Apelaciones —creada para reemplazar a la Audiencia—, cargo que rechazó por su delicada salud. El Triunvirato no hizo lugar a su dimisión, reprochándole su falta de patriotismo. [...]