Hijo de un comisario ordenador de los Reales Ejércitos de Castilla la Vieja, se quedó huérfano a los cuatro años debido a un accidente que sufrió su padre cuando salió de viaje a Palencia para incorporarse a la comitiva de Fernando VII, que regresaba entonces de Cataluña por Burgos. Vivió con su madre en varios domicilios de la ciudad, desarrollando de joven un gran talento para el violín, afición que cultivó toda su vida como virtuoso y también como crítico; llegó incluso a formar parte del coro del Liceo Artístico y Literario, que sería creado en Valladolid en 1842 y dirigido por Manuel Alday, e incluso a sus interpretaciones asistía en ocasiones Claudio Moyano.

En 1842 obtuvo el grado de bachiller y en octubre de 1845 obtuvo igualmente el grado de licenciado en Jurisprudencia. En 1847 abandonaría Valladolid para irse a Madrid, y no volvería a su ciudad natal hasta 1895. A partir de este momento se abrió una nueva etapa en su vida. En 1848 fue nombrado auxiliar sin sueldo de la Junta Superior de Archivos, en 1849 aspirante a la clase de auxiliares del Consejo Real y en 1853 oficial de la secretaría de dicho Consejo. [...]