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Sebastián Durón Picazo

Biografía

Durón Picazo, Sebastián. Brihuega (Guadalajara), 19.IV.1660 baut. – Cambo les Bains (Francia), 3.VIII.1716. Compositor y organista.

El compositor Sebastián Durón constituye una de las figuras más sobresalientes de la música barroca española, especialmente por su contribución a la música escénica. Nacido en Brihuega (Guadalajara) pocos días antes del 19 de abril de 1660, fecha de su bautizo, sus padres fueron Sebastián Durón y Margarita Picazo. Entre los hermanos de Sebastián destaca Diego Durón, que con el tiempo se convertirá en maestro de capilla de la catedral de Las Palmas por espacio de cincuenta y cinco años. Poco conocida es la primera etapa de Sebastián Durón y no se sabe exactamente con qué maestro adquirió los primeros conocimientos musicales. Lo cierto es que la primera noticia de su actividad musical está localizada en Zaragoza en 1679, en calidad de ayudante de Andrés de Sola, organista del Santo Templo del Salvador, lo cual evidencia que desde un tiempo anterior habría permanecido en dicha ciudad estudiando con Andrés de Sola, aunque permanece la duda sobre si éste fue su primer maestro. Poco tiempo permaneció Durón en Zaragoza, pues a comienzos de 1680 se trasladó a Sevilla para opositar al puesto de organista segundo de la catedral de Sevilla, oposición que tuvo lugar el 18 de marzo de 1680. El hecho de que Durón, con apenas veinte años, lograse tal cargo demuestra la sólida preparación musical que recibió de Andrés de Sola durante sus años zaragozanos. Durón permaneció en Sevilla durante cinco años y medio. Su labor como organista segundo no se limitaba a sustituir al primero (ejercido por Francisco de Medina), como era usual en otras catedrales, sino que ambos se repartían el trabajo, dado el alto número de ceremonias que se celebraban en la catedral hispalense. Ejercía por entonces como maestro de la catedral Alonso Xuárez, con quien Durón perfeccionó sus conocimientos de composición. Una prueba de que ya por aquellos años había comenzado a componer viene dada por el hecho de que en diferentes archivos catedralicios españoles se encuentran obras que se remontan a sus años sevillanos. Asimismo es necesario subrayar que en los últimos años de su estancia sevillana fue encargado de asumir la responsabilidad en la composición de obras para la Semana Santa de 1685. En este año decide abandonar Sevilla para trasladarse a El Burgo del Osma, donde toma posesión de la plaza de primer organista de la catedral. Pocas noticias se han conservado de su breve estancia en El Burgo de Osma, donde no pareció sentirse a gusto, entre otras razones porque las condiciones económicas eran inferiores a las de Sevilla, a pesar de ejercer en la capital hispalense un puesto de menor rango. El siguiente destino de Durón es la organistía de la catedral de Palencia a partir de diciembre de 1686. La labor de Durón y del maestro de capilla, Francisco Zubieta, fue decisiva para reorganizar la capilla al contratar a numerosos músicos de otras provincias y reorganizar la enseñanza musical de los mozos de coro. El 30 de octubre de 1691 informa al Cabildo palentino de su nombramiento como organista de la Real Capilla.

Durante su estancia en la Corte, Durón mantuvo excelentes relaciones con la dinastía de los Austrias, lo cual le costaría posteriormente el exilio a Francia.

No conocemos cuándo fue nombrado rector del colegio de Niños Cantorcicos y maestro de la Real Capilla, pero ya en 1701 ejercía ambos cargos, como se deduce de un documento fechado en mayo de aquel año. En 1702 aprueba el tratado de música Reglas generales de acompañar [...], de José de Torres, compositor que le sustituirá en la maestría de la Real Capilla.

Durante esta etapa, Durón se encarga no sólo de las funciones religiosas, sino que también dirige los espectáculos teatrales que se representaban para la Corte madrileña. La vida en la Corte le permitió entrar en contacto con la música europea de su tiempo, fundamentalmente la de procedencia italiana, que tuvo una notable impronta en su producción musical, como lo demuestra su activa participación en algunas de las polémicas que se desataron entre los defensores del contrapunto más estricto y entre los que propugnaban una mayor libertad en la conducción de las voces, adoptando Durón la segunda de las posturas en su música teatral, lo cual le acarreó las críticas de los compositores y teóricos más conservadores.

Años después, incluso Feijoo acusó a Durón de haber introducido las “modas extranjeras” en la música española. Por lo que se refiere a su música religiosa, muestra una mayor ortodoxia, acorde con la tradición polifónica clásica.

Su postura a favor de los Austrias, una vez desatada la Guerra de Sucesión, determinó su exilio en 1706, año en que los partidarios del archiduque Carlos entraron en Madrid y lo proclamaron Rey en un acto, en el que participó la Real Capilla, dirigida por Durón.

Cuando se creía que el archiduque estaba en las afueras de Madrid, sus partidarios salieron a su encuentro, pero fueron detenidos por tropas leales a Felipe de Borbón; entre los detenidos se encontraba Durón. En Bayona se instaló al servicio de la reina viuda, Mariana de Neoburgo, trasladándose posteriormente a Pau, donde contó con la ayuda del duque de Osuna, dadas las dificultades económicas por las que atravesó Durón durante 1706. La relación con Mariana de Neoburgo no se interrumpió y fue nombrado miembro del Consejo de su Majestad, así como Primer Limosnero el 25 de octubre de 1715. Sebastián Durón falleció en Cambo les Bains, pequeño pueblo del sur de Francia, el 3 de agosto de 1716, tal como recogió el párroco de Cambo: “El año de mil setecientos dieciséis y el tercer día del mes de agosto, ha muerto hacia las nueve y media de la noche [...] el Sr. Maestro Sebastián Durón, de unos cincuenta y seis años de edad, sacerdote español de la villa de Brihuega, [...] después de haber confesado y recibido la extremaunción”.

Las obras de Durón gozaron de una amplia difusión y popularidad, como lo demuestran las numerosas copias de sus composiciones en los archivos musicales españoles e hispanoamericanos. Durón abarcó un amplio abanico de géneros y practicó los estilos vigentes en su época. De su extensa producción destaca ante todo la obra en latín, todas ellas dotadas con bajo continuo, predominando las obras a ocho voces en dos coros, dotación vocal típica en la música española de la época, en las que demuestra un gran dominio del contrapunto y del tratamiento policoral, dentro del más puro estilo barroco. La instrumentación se limita al continuo y violines, con el añadido en algunas obras de clarín, oboes y flautas. Por lo que respecta a su producción teatral, cabe citar otras características, pues en este campo se siente Durón más libre y menos atado a los convencionalismos del pasado. De 1696 data la zarzuela Salir el amor del mundo, con libreto de José de Cañizares y que ofrece por primera vez en la música española el término area para referirse al aria italiana. Un año después se estrena la comedia en tres jornadas Muerte en amor es la ausencia, con texto de Antonio de Zamora. Le siguen la zarzuela Selva encantada de amor y la Ópera escénica deducida de la Guerra de los Gigantes, compuesta ésta última en honor del conde de Salvatierra y es la primera obra en la historia musical española con el título de ópera: sin duda se trata de su obra más ambiciosa y compleja, mostrando por una parte influencias italianas (uso de recitados y arias) y por otra francesas (empleo de minuetes).

Las siguientes obras son la zarzuela Apolo y Dafne, cuyo libreto se debe a Juan de Benavides; la comedia El imposible mayor en amor, le vence amor, y la zarzuela Las nuevas armas de amor. De localización más reciente es el manuscrito de la zarzuela Veneno es de amor la envidia, estrenada el 22 de enero de 1711 en el teatro madrileño de la Cruz.

En definitiva, la música de Sebastián Durón ocupa un lugar destacado en la historia de la música española y europea al figurar como uno de los compositores más representativos del barroco musical español de la segunda mitad del siglo XVII y comienzos del XVIII, que contribuye a renovar de manera decisiva el panorama del teatro musical en nuestro país.

 

Obras de ~: Música vocal en latín. Monasterio de El Escorial: Misa a 8 sobre el “Dios te salve María”; Misa a 8 sobre el “Ave María”; Misa a 10. A la moda valenciana; Misa de réquiem. Catedral de Burgos: Missa en Re mayor. Palacio Real de Madrid: Misa de difuntos. Completas: Monasterio de El Escorial: Completas; Te lucis ante terminum. Invitatorios: Monasterio de Montserrat: Regem cui omnia vivunt; Regem cui omnia vivunt. Lamentaciones: Monasterio de El Escorial: Lamentación primera del miércoles; Lamentación primera del jueves; Lamentación segunda del viernes; Incipit Oratio Jeremiae. Catedral de Guatemala: Lamentación primera de la feria cuarta. Lecciones: Monasterio de Montserrat: Taedet animam meam; Taedet animam meam. Palacio Real de Madrid: Lección de difuntos, segunda del primer nocturno Taedet animam meam; Lección segunda del primer nocturno del oficio de difuntos; Lección de difuntos, tercer nocturno, Pelli meae consumptis. Letanías: Monasterio de El Escorial: Letanía; Letanía de Nuestra Señora. Palacio Real de Madrid: Letanía de los Santos; Letanía de los Santos; Letanía e Himno. Misereres: Monasterio de El Escorial: Miserere; Miserere. Motetes: Monasterio de El Escorial: Ego sum resurrectio. Responsorios: Monasterio de El Escorial: Dulce armonía; Maria: in odorem unguentorum tuorum; O vos omnes; Tenebrae Factae sunt. Salmos: Catedral de Salamanca: Dixit Dominus. Palacio Real de Madrid: 3 Salmos de completas. Monasterio de El Escorial: Credidi; Laetatus sum; Lauda Jerusalem; Qui habitat. Catedral de Jaén: Laudate Dominum. Biblioteca del Seminario de San Antonio Abad (Perú): Laudate pueri dominum. Salves: Monasterio de El Escorial: Regina Coeli; Salve Regina; Salve a Nuestra Señora; Catedral de Salamanca: Salve Regina en Re menor; Salve Regina en Sol menor. Himnos: Monasterio de El Escorial: Te Deum. Vísperas: Monasterio de El Escorial: Vísperas Comunes y de Nuestra Señora; Vísperas comunes. Música vocal en español. Tonadas: Catedral de Guatemala: Atended sonoras aves. Catedral de Gerona: Atended (edición de J. Nin); Cloris hermosa. Monasterio de El Escorial: Corazón, causa tenéis; Vuele veloz el suspiro. Catedral de Valencia: Corazón, causa tenéis; Vuele veloz el suspiro. Catedral de Segovia: Pues me pierdo en lo que callo. Edición de José de Torres: Pues me pierdo en lo que callo; Siempre que al templo. Biblioteca Nacional de Madrid: Que es esto alevoso. Edición de Soriano Fuertes: Yo te quiero Gileta. Tonos: Catedral de Valencia: Ah, señor embozado. Catedral de Segovia: Bulliciosa fuentecilla; Cuando muere el sol; De cuantos hierros forjó; Guerra, arma; Hombres, luces, astros; Llore el corazón; Silencio, despacio. Catedral de Burgos: Cupidillo volante. Monasterio de Montserrat: En la quietud. Catedral de Gerona: Quién me dirá; Y pues de tu error. Villancicos: Catedral de Sucre (Bolivia): Por qué penar fatiga; Al compás airesillos; Al océano de gracias; Descansen los sentidos; Volcanes de amor, que me abraso. Catedral de Guatemala: Ha del olvido; Qué dulze, qué suave. Monasterio de El Escorial: Volcanes de amor; Al trabajo, a la labor; Blanca y pura estrella; Como es la sabiduría; Dulcísimo dueño; ¡Hala, zagala, por aquí va la danza!; Pastor amoroso; Viendo que al romper los grillos; Vuele el deseo; Ya los pájaros mirando. Santuario de Aránzazu: En la messa del amor. Catedral de Salamanca: Ay, infelice!; En la quietud; A batallar estrellas; Como ven; Meu rapacín Pericu; Oigan, escuchen. Instituto de Música Religiosa de Cuenca: A la rosa más bella. Catedral de Sevilla: Aferra, aferra de gavia marinero; Ay, que te allegas; Mariposa, que en tornos; Segadorcillos que al son de las hoces. Catedral de Jaén: Al galeón de amor; Bellos luceros. Colección de Jesús Sánchez Garza (México): Benigno javonio. Biblioteca Nacional de Madrid: Negliya que quele. Catedral de Palencia: Ramilletico de flores; Volcanes de amor, que me abraso. Catedral de Las Palmas: Volcanes de amor; Ya se ausenta mi Dios. Catedral de Segovia: Volcanes de amor, que me abraso. Otras obras: Catedral de Salamanca: Al acento divino. Monasterio de El Escorial: Corazón que aspiras atento. Catedral de Palencia: Ay que te anegas; Qué sonoro instrumento. Catedral de Sevilla: Ah galán de mi vida. Catedral de Sucre (Bolivia): Duerme Rosa y descansa. Catedral de Guatemala: Ayresillos suaves; Donde vas amor; El blando susurro; Resuene en el pecho; Siola helmano Flacico; Vaya pues rompiendo el aire. Colección de Jesús Sánchez Garza (México): Cielo de nieve; Con mi clarín. Catedral de Segovia: Cielos, piedad; Dígame porqué Cristo; Y pues de tu horror los alientos; Ze que duermen unos ojos. Catedral de Palencia: Cítara de varias plumas. Biblioteca del Seminario de San Antonio Abad (Perú): Delicadas aves, flores hermosas; Elaba la jacarilla. Edición de José de Torres: Hermosa fuente puro, minué humano. Catedral de Gerona: Ocupen alegres. Catedral de Burgos: Pajarillos cantad; Zítaras voladoras. Catedral de Sevilla: Vuela mariposa.

Música teatral: Zarzuelas: Salir el amor del mundo, 1696; Selva encantada de amor, 1698; Apolo y Dafne, 1699; El imposible mayor en amor, le vence amor, 1703; Las nuevas armas de amor, 1711; Veneno es de amor la envidia, 1711. Óperas: Ópera escénica deducida de “La guerra de los gigantes”, 1698; Comedias: Muerte en amor es la ausencia, 1697; Júpiter y Yoo, 1699. Otras obras escénicas: Celos vencidos de amor y de amor el mayor triunfo, 1698. Órgano: Registro alto de cuarto tono; Registro bajo de cuarto tono; Tiento de primer tono (gaitilla de mano izquierda). Ediciones: A. Martín Moreno, Sebastian Durón-José de Cañizares: “Salir el amor del mundo”, Madrid, Sociedad Española de Musicología, 1979; Lección de difuntos Taedet animam meam, en P. Capdepón Verdú, La música en la Real Capilla de Madrid (siglo xviii), Madrid, Fundación Amigos de Madrid y Patrimonio Nacional, 1992; P. L. Rodríguez, Sebastián Durón: Oficio de difuntos a tres y cinco coros, Madrid, Fundación Caja Madrid, 2003; A. Martín Moreno, El imposible mayor en amor, le vence Amor, Instituto Complutense de Ciencias Musicales, Madrid 2005; La Guerra de los Gigantes, Instituto Complutense de Ciencias Musicales, Madrid 2007.

 

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Paulino Capdepón Verdú