De origen napolitano y de familia noble albanesa exiliada ante la expansión otomana. Formó parte de la Corte del emperador Carlos V. Su nombre fue el de Marco Antonio antes de ingresar como benedictino (1542). Como uno de los miembros de la Orden partidarios de la reforma, sus cualidades le fueron reconocidas con el nombramiento trienal de abad de Montserrat en 1556 y 1562. Dirigió intervenciones arquitectónicas en la clausura, la enfermería y Santa Cecilia de Montserrat. En 1563-1564 asistió como abad a la celebración de la Cort General de Cataluña.

Poco más tarde tomó posesión como obispo de la diócesis de Vic. Bajo el impulso del Concilio de Trento, mandó publicar, además de un catecismo en catalán, un ritual impreso en Barcelona, bajo el título Ordinari o manual per als curats, qui ab diligencia voldran entendre tot lo necessari dels sagraments i administració de aquels, que los expertos consideran el más extenso de los sacramentarios catalanes y elocuente testimonio de las costumbres del Quinientos, al detallar las supersticiones populares más difundidas y establecer una curiosa clasificación de los pecados más comunes en cada uno de los grupos sociales. En 1569 fue extraído como diputado eclesiástico y presidente de la Diputación del General de Cataluña, cargo en el que repetiría algunos años más tarde (1578-1581). [...]