Promotor y principal dirigente del Partido Conservador vallisoletano. Su figura es claramente representativa de los líderes políticos provinciales de la Restauración: miembro de una familia con una posición muy destacada, un importante patrimonio rústico y prestigio social que les permitió ejercer un auténtico control sobre el distrito de Peñafiel y, al mismo tiempo, ser una pieza imprescindible en la política vallisoletana desde los albores del régimen liberal hasta la Segunda República, independientemente de la adscripción de sus miembros a uno u otro partido. Cursó estudios en el Real Seminario de Vergara y en la Universidad de Zaragoza, donde concluyó la carrera de derecho; sin embargo, su única dedicación fueron los negocios familiares —que amplió con el establecimiento de una fábrica de papel en su localidad natal— y la actividad política. En 1873 fue elegido presidente de la Diputación Provincial de Valladolid e inició una estrecha relación con Cánovas del Castillo mientras éste realizaba trabajos de investigación en el Archivo General de Simancas. Al producirse la Restauración borbónica en 1875, Cánovas le confió la dirección de los conservadores vallisoletanos. Fue elegido diputado por esta provincia en 1876, siendo el primer diputado que se manifestó a favor de la unidad católica durante los debates de la nueva Constitución. [...]