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José Protasio Rizal-Mercado y Alonso

Biografía

Rizal-Mercado y Alonso, José Protasio. Calamba (Filipinas), 19.VI.1861 – Manila (Filipinas), 30.XII.1896. Intelectual filipino, médico, escritor, poeta, lingüista, escultor, político, líder ideológico, héroe nacional filipino.

Séptimo de once hermanos, nació en el seno de una familia de ascendencia chino-filipina de clase media.

Su padre era natural del pueblo de Biñan (provincia de la Laguna, Luzón), en donde vivió dedicado a la agricultura, trasladándose con su familia a Calamba donde alquila tierras pertenecientes a la hacienda de los dominicos. Su madre, hija del ingeniero Alberto Alonso, había estudiado en el Colegio de Santa Rosa de Manila; culta, religiosa y muy aficionada a la poesía, ejerció gran influencia en el desarrollo intelectual de sus hijos, especialmente en José.

De pequeña estatura y personalidad introvertida, desde muy temprana edad, José muestra un espíritu despierto e inteligente. Sus primeros estudios los realiza en su pueblo natal, continuándolos posteriormente en Biñan con el profesor hispanista Justiniano Aquino quien también había formado a su hermano Paciano.

Antes de salir de Calamba, con sólo nueve años, escribe su primera poesía dedicada a sus compañeros.

En 1872, a pesar de su juventud, Rizal queda impactado por los hechos que siguieron al motín de Cavite que se saldó con la deportación de numerosos implicados y la ejecución de tres sacerdotes (José Burgos, Jacinto Zamora y Mariano Gómez) acusados de incitar el levantamiento de los obreros del arsenal.

El padre Burgos había mantenido gran amistad con Paciano, hermano de Rizal, por lo que su muerte fue muy sentida en el seno familiar.

En este mismo año (1872), José Rizal se traslada a Manila con el fin de superar el examen obligatorio para poder matricularse en el Ateneo Municipal de Manila, regentado por los jesuitas. Fue durante su estancia en este centro donde se reafirman muchas de sus cualidades para diversas disciplinas de Filosofía, Física, Dibujo, Modelado y Poesía, adquiriendo el título de bachiller en Arte (1877). Durante su estancia en el Ateneo, vive una época profundamente religiosa; su devoción por la Inmaculada, patrona de dicho centro y por el Corazón de Jesús se manifiesta en la talla de sus esculturas.

Finalizado el bachillerato (1877), se matricula en la Universidad de Santo Tomás de las asignaturas obligatorias para poder acceder a la carrera de medicina, y por gracia especial del gobernador general, se le permite cursar también el primer año de dicha carrera. El esfuerzo requerido para aprobar los cursos con buenas calificaciones no supondría el abandono de otras disciplinas como la poesía, prosa o el dibujo. Fiel a su inclinación literaria y a los grandes maestros clásicos (Virgilio, Horacio, Cicerón, etc.) experimenta la valoración de sus primeras poesías. En el certamen organizado por el Liceo Artístico-Literario de Manila (1879), consigue el primer premio consistente en una pluma de plata con la oda titulada A la Juventud Filipina y al año siguiente recibe un segundo premio en el certamen anual de este mismo centro, con la obra en prosa El Consejo de los Dioses (1880). Sus cualidades polifacéticas le llevan a tratar otros campos artísticos como escribir una zarzuela a la que titula Junto al Pasig.

En 1881, se matricula en la Universidad de Santo Tomás del cuarto y último año de medicina ya que el quinto lo realizaría en España. Sus experiencias vividas en la Universidad y Ateneo quedarían recogidas en su primera incursión literaria que titularía Memorias de un estudiante y que actualmente constituye un referente biográfico fundamental.

Llega a Barcelona en junio de 1882, desplazándose a Madrid dos meses después por consejo directo de su familia. En la capital se matricula, además del quinto año de Medicina (Universidad Central), de Filosofía y Letras. A su llegada a la capital, recibe una calurosa acogida de la comunidad filipina cuyos miembros luchaban por conseguir reformas para Filipinas (los hermanos Paterno, Esquivel, Eduardo de Lete, Ceferino León, López Jaena, Mariano Ponce, etc.). Este grupo de patriotas filipinos había fundado el Círculo Hispano Filipino y la revista Diariong Tagalog (que se publicaba en Manila) en la que Rizal comienza a colaborar.

Precisamente, uno de sus primeros artículos publicados en esta revista titulado “Amor Patrio”, provocó gran preocupación en su familia dada la repercusión que tuvo en Manila. Sin embargo, en la Península los escritos de Rizal, convertido en líder del grupo dada su elocuencia y capacidad literaria, serían admirados también por escritores liberales españoles del momento (Morayta, Pi Margal, Moret, entre otros).

Durante esta primera estancia en Madrid, además de sus actividades políticas-literarias en el Círculo Hispano-Filipino, abordar los estudios de medicina, filosofía, derecho y asistir a las clases de pintura y escultura en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, se dedica al estudio de las lenguas (inglés, francés, alemán, árabe), asombrando a sus profesores por sus cualidades de aprendizaje. En junio de 1884 junto con el título académico de licenciado en Medicina, se le concede el primer premio de griego y una medalla de oro. En el verano de este mismo año, Rizal pone de manifiesto su habilidad expresiva, cuando se le encarga, en sustitución de Pedro Paterno, un discurso de homenaje a los pintores filipinos Luna Novicio y Félix Resurrección, premiados por sus cuadros Spolarium y Virgen. Su amistad con los artistas filipinos del momento le pone en contacto con los liberales españoles tales como Larra, Correa, Moret, que tanto influirán en su giro respecto a la política de España en Filipinas y a posturas más reivindicativas y radicales.

En octubre de 1885, viaja hasta París, y como ayudante de un famoso oftalmólogo apellidado Wecker comparte complicadas intervenciones quirúrgicas; al año siguiente se traslada a Alemania para seguir ampliando sus conocimientos de Medicina en la Universidad de Heidelberg, y en esta ocasión las prácticas las lleva a cabo en la clínica de oftalmología dirigida por el doctor Becker. Su estancia en Alemania le brinda la posibilidad de entrar en contacto con prestigiosos científicos e intelectuales europeos de la época como el geógrafo austriaco Ferdinand Blumentritt, con quien mantendría una gran amistad hasta el final de sus días.

Fue Blumentritt quien ejerció más influencia en el interés de Rizal hacia la historia y la antropología y gracias a él fue aceptado como miembro de la Sociedad Etnográfica y Antropológica, entidades que reunían a los investigadores más destacados del momento.

Influenciado por los liberales españoles y las corrientes intelectuales más vanguardistas europeas en la aplicación de la teoría evolucionista de las razas y las naciones, sus investigaciones irían dirigidas a exaltar las cualidades del pueblo filipino, y consecuentemente a cuestionar la política española en Filipinas y el poder de las órdenes religiosas. Fruto de esta línea de pensamiento fue su primera novela Noli Me Tangere que comienza a escribir en Madrid; su edición fue costeada en Alemania por su amigo Máximo Viola y vio la luz en 1887. Se trata de una obra de contenido político y crítica social envuelta en matices biográficos que se convertiría en la obra cumbre de la literatura filipina en castellano.

En julio de 1887, tras una corta estancia en Roma embarca hacia Filipinas comprobando personalmente la repercusión negativa de su novela, Noli Me Tangere, en las autoridades españolas, órdenes religiosas e incluso entre algunos de sus amigos. La novela, tras haber sido analizada por una comisión, fue censurada y prohibida su venta en Filipinas. El ambiente hostil que encuentra en Manila le lleva a viajar a Calamba con su familia donde comienza a ejercer como médico en una improvisada clínica ubicada en el piso bajo de su casa. Durante este año su producción literaria se centraría en la traducción al tagalo de Guillermo Tell, de Schiller, y de algún que otro poeta alemán.

También por estas fechas su amigo Blumentritt, con quien mantenía una fluida correspondencia, comienza la traducción de Noli Me Tangere al alemán.

En los comienzos de 1888, a Rizal se le complicarían más las cosas al redactarles un recurso de reclamación a los campesinos de Calamba, contra el Departamento del Tesoro Público, que les acusaba de venir eludiendo el pago de los impuestos correspondientes a la hacienda de Calamba, propiedad de los dominicos.

Los argumentos expuestos por Rizal a favor de los campesinos, para los que pedía un contrato equitativo o la adquisición de los terrenos, incomodan a la Orden dominicana. En los cruces de acusaciones saldría perjudicado el propio padre de Rizal, a quien los dominicos le habían arrendado una finca de alrededor de cuatrocientas hectáreas en condiciones muy favorables.

La tensa situación creada, aconseja a Rizal a salir de Filipinas hacia la colonia inglesa de Hong Kong.

Tras una corta visita a Japón, se dirige a Estados Unidos y tras visitar varias ciudades embarca hacia Inglaterra. En la capital londinense se dedica al estudio de la historia de Filipinas, centrándose en el estudio del libro de Antonio de Morga, Sucesos de las Islas Filipinas, obra a la que le añade una serie de notas.

En Londres ingresa en las filas de la masonería de la mano del doctor Rost, bibliotecario del Ministerio de Asuntos Extranjeros. Durante este segundo periplo por Europa, Rizal sigue en contacto con sus amigos de Madrid y con el seudónimo de Dimas Alang publica varios artículos en el quincenario La Solaridad, periódico dirigido por Marcelo Hilario del Pilar cuya sede se había trasladado desde Barcelona a la capital.

En 1888, realiza su segundo viaje a España para visitar la Exposición Universal de Barcelona que contaba con un pabellón filipino, desplazándose posteriormente a Madrid desde donde partiría de regreso a Londres. En la capital londinense sigue desarrollando sus dotes artísticas modelando varias estatuillas (Muerte sobre la vida, Triunfo del saber sobre la muerte, y réplica de la figura de Prometeo cautivo). Asimismo, sigue manteniendo una estrecha relación con la colonia de filipinos en Madrid que le nombra presidente honorífico del quincenario La Solidaridad.

Como gran amante del arte, desde Londres se traslada a Francia interesado en visitar la Exposición Universal de París donde coincide con antiguos amigos y políticos españoles, entre otros, con Segismundo Moret (ministro de Gobernación del Gobierno de Sagasta), regresando de nuevo a España con la esperanza de ser elegido director del quincenario La Solidaridad, cargo que finalmente no consigue aunque a cambio se le propone dirigir un colegio en Hong Kong. A su malestar por los problemas suscitados a la hora de defender su candidatura en la dirección de La Solidaridad y a la falta de medios económicos, se le une la preocupación por las malas noticias que le llegan de Filipinas en donde se agrava el litigio entre los inquilinos de Calamba y los dominicos con el desenlace de numerosas familias desahuciadas de sus tierras.

Después de una breve estancia en Bruselas, vuelve a Madrid desplegando en esta ocasión una gran actividad política, con el apoyo de la Asociación Hispano- Filipina, presidida por Miguel Morayta, personalidad muy vinculada a la masonería española; con la firme idea de conseguir reformas liberales para Filipinas, Rizal se entrevista con el ministro de Ultramar Manuel Becerra y otros políticos y escritores españoles (Pi y Margal, Labra, Junoy, etc.). Defraudado por los infructuosos encuentros, Rizal abandona España y se dirige a Bélgica fijando su residencia en Gante, ciudad donde vería la luz su segunda novela El Filibusterismo, continuación de Noli Me Tangere. Obra política, esencialmente dedicada a la memoria de los tres presbíteros ajusticiados en Cavite en 1872 (Mariano Gómez, José Burgos y Jacinto Zamora). Como la primera novela, su venta fue prohibida en Filipinas.

Impaciente por volver a ver a su familia, en diciembre de 1891 desde Marsella embarca rumbo a Hong Kong, donde una parte de ésta se había establecido.

Durante el trayecto entabla amistad con un inglés que administraba una compañía inglesa del Norte de Borneo con quien acuerda fundar una colonia agrícola en esta Isla, que finalmente no llegaría a ver la luz, al no contar con la aprobación del gobernador general de Filipinas quien en contrapartida le invita a organizarla en alguna de las islas de Filipinas. En la colonia inglesa de Hong Kong, Rizal, recibe una carta de la Logia Central Nilad, dependiente del Gran Oriente Español, comunicándole su nombramiento de “honorario venerable” y en la que también se le insta a la creación de una nueva logia masónica. A instancia de José Basa y de forma reservada, comienza a redactar los estatutos de una nueva organización masónica que tomaría el nombre de Liga Filipina.

En el verano de 1892, consciente de la posibilidad de ser encarcelado y juzgado y a pesar de la oposición de su familia y amigos, decide volver a Filipinas y entrevistarse con la máxima autoridad; tras una serie de consecutivas entrevistas con el gobernador general Eulogio Despujol, del que consigue el final del destierro de su padre y algunos de sus cuñados, la actitud de la máxima autoridad de Filipinas cambia radicalmente hacia Rizal, al recibir noticias de las autoridades aduaneras del hallazgo de material subversivo en el equipaje de una de sus hermanas; detenido de inmediato es encarcelado en la fortaleza de la Real Fuerza de Santiago y deportado a Dapitán (isla de Mindanao), por cuatro años.

Durante el primer año de destierro entabla gran amistad con el gobernador político-militar del distrito, responsable de su vigilancia, quien pone a su disposición una parcela de tierra de labor que Rizal dedicaría a la siembra de árboles de coco y abacá; con los terrenos cedidos más otros que compra, edifica una casa en la que instala su clínica particular, a la que acuden pacientes de todas las islas. En marzo de 1894, un tal señor George Taufer llega a su consulta aquejado de una dolencia ocular acompañado de una mujer joven llamada Josefina Bracken a quien el inglés presenta por su sobrina; la pareja es hospedada en la propia casa, surgiendo una relación sentimental entre Josefina y Rizal que crea una tensa situación, hasta el punto de que el señor Taufer intenta quitarse la vida en un ataque de celos, teniendo que intervenir las autoridades. Al día siguiente la pareja abandona la casa embarcando hacia Manila. No obstante, a los pocos días Josefina volvería a Dapitan y conviviría con Rizal y su familia hasta el fin de su destierro, exceptuando sus viajes a Manila. Fruto de esta relación es el nacimiento de un niño que nace muerto. Acompañado de Josefina y varios miembros de su familia, vive unos años de tranquilidad y sosiego dedicado a poner en marcha numerosos proyectos, que sorprenden a las autoridades de la Isla y a cuantos le rodean. Además de su colaboración en la remodelación de la plaza del pueblo, crea varias sociedades y cooperativas mercantiles destinadas a mejorar la economía de los habitantes de la ciudad, la mayoría sujetos a los abusos de los comerciantes chinos. Asimismo funda y dirige una escuela para jóvenes sin recursos.

Aparentemente olvidado de la política, dada la vigilancia a la que estaba sometido incluida su correspondencia, desde Manila (junio de 1896) llega a Dapitan el doctor Pío Valenzuela; bajo el seudónimo de Procopio Bonifacio y con la excusa de venir acompañando a un anciano que padecía una dolencia ocular, se entrevista con Rizal al que pone al corriente del verdadero propósito de su visita. Comisionado por el “Katipunan” venía a ofrecerle la dirección del frente insurreccional que estaba a punto de comenzar. La propuesta, según el propio Rizal, la rechazó inmediatamente por considerarla prematura y arriesgada. No obstante, Pío Valenzuela sería uno de los testigos claves que le relacionaron directamente con el movimiento armado.

Este mismo año (1896), el entonces gobernador general de Filipinas, Ramón Blanco, accede a la petición de Rizal de incorporarse como médico al ejército expedicionario de Cuba. Acompañado de su hermana y Josefina Bracken, sale de Dapitan en junio alcanzando la capital el 6 de agosto, siendo recluido en el buque de guerra Castilla en espera de la llegada del transporte que le trasladaría a Barcelona. Justo en estas fechas, se descubre en Manila la existencia del “Katipunan”, sociedad clandestina encabezada por Andrés Bonifacio que proyectaba una revolución armada contra España.

Proclamado el estado de excepción por el gobernador general se procede a la detención de parte de los miembros de la susodicha sociedad secreta, algunos de los cuales implicarían a Rizal.

El 3 de septiembre de 1896, rigurosamente vigilado, desde Manila parte rumbo a Barcelona en el vaporcorreo Isla de Panay portando dos cartas de recomendación del gobernador Blanco dirigidas a los ministros de la Guerra y Ultramar. No obstante, varios días después, Blanco poco convencido de la inocencia de Rizal, envía un telegrama al ministro de Ultramar comunicándole que Rizal viajaba en condición de deportado y que al llegar a Barcelona debería de ser puesto a disposición del gobernador de Barcelona.

El tema fue tratado en Consejo de Ministros donde se decide que Rizal debía ser recluido en el castillo de Montjuic hasta su traslado al penal de Fernando Poo (Guinea Ecuatorial, África). Consecuentemente, cuando Rizal llega a Barcelona el 3 de octubre el gobernador de Cataluña, Eulogio Despujol ordena su internamiento inmediato en Montjuic, en espera de nuevas órdenes. Un día después, desde el Gobierno se pide información al gobernador general de Filipinas sobre el grado de implicación de Rizal en la revolución desencadenada. En esta ocasión la contestación de Blanco no da lugar a dudas; pocos días después de su salida de Filipinas pruebas fidedignas vinculaban a Rizal con el levantamiento tagalo; por lo tanto, debería regresar de inmediato a Filipinas para ser juzgado.

A los tres días de su llegada, Rizal vuelve a embarcar rumbo a Filipinas en el transporte Colón siendo recluido inmediatamente de su llegada en la fortaleza de la Real Fuerza de Santiago. El día 20 de noviembre es interrogado por el juez encargado de su causa, Francisco Olive García, quien le pide que alegue en su defensa respecto a las acusaciones que lo implicaban en el levantamiento armado por parte de varios miembros del “Katipunan” detenidos. Los textos que recogen la declaración de Rizal junto con los testimonios de los testigos que le incriminan son enviados al gobernador general Blanco que a su vez los traslada a un juez nombrado para el caso. La conclusión a la que llega el Juez es que el procesado Rizal es el principal organizador y alma viviente de la rebelión independentista de Filipinas, fundador de asociaciones, periódicos y libros destinados a fomentar y diseminar pensamientos rebeldes y sediciosos, por lo tanto se le considera “cabeza del separatismo”. La decisión del gobernador general fue que Rizal debía de juzgarse en un Consejo de Guerra y defendido por un oficial del Ejército. La causa es enviada al teniente auditor Enrique Alcocer y el 19 de diciembre, el nuevo gobernador general García de Polavieja, conforme con las indicaciones del auditor general remite el sumario al juez instructor Rafael Domínguez para su sometimiento a un Consejo de Guerra que tiene lugar el 26 de diciembre y que le condena a muerte. La ejecución tuvo lugar el día 30 del mismo mes de diciembre en el campo de Bagumbayan, Manila (hoy parque de la Luneta o de Rizal).

En los días que precedieron a su muerte Rizal escribió el último y más representativo poema titulado Adiós a la Patria; un día antes contrajo matrimonio canónigo con Josefina Bracken, y asistido por los jesuitas, se retractó de sus errores religiosos recibiendo los sacramentos y cristiana sepultura en el Cementerio Paco (Manila).

Obras de ~: San Eustaquio mártir (poesía), Manila, 1876; A la juventud filipina (obra poética galardonada con primer premio del certamen literario del Liceo Artístico-Literario), Manila, 1879; El Consejo de los Dioses (obra en prosa premiada con el segundo premio en el Liceo Artístico-Literario de Manila), Manila, 1880; Junto al Pasig (zarzuela), Manila 1880; “Amor Patrio”, en Diariong Tagalog, Manila, 1882; Noli Me Tangere (novela), Berlín 1887; An Account of teh Life and Writings of Mr.James Thomson, Londres 1887; Anotaciones a la obra de Antonio Morga, Sucesos de las islas filipinas, Londres, 1888; “Filipinas dentro de cien años”, en La Solidaridad, Madrid, 1889; El Filibusterismo (novela), Gante (Bélgica), 1891; A los filipinos, Hong Kong, 1892; Poemas: “Mi retiro”, “Himno a Talisay”, “Canto al viajero”, Dapitan (isla de Mindanao, Filipinas) 1892-1896; Epistolario Rizalino, ed. de T. M. Kalaw, Manila, Biblioteca Nacional de Filipinas, 1936; Mi último adiós, Manila, 1896; Memorias de un estudiante de Manila, Manila, 1949; Diarios y memorias, Manila, Comisión del Centenario de José Rizal, 1961; Escritos políticos e históricos, Manila, Comisión del Centenario de José Rizal, 1961.

 

Bibl.: L. Tormo Sanz, Documents compiled and annotated, Manila, 1873; P. Pastells, La masonización de Filipinas. Rizal y su obra, Barcelona, Librería y Tipografía Católica, 1897; M. H. Pilar, “Las reformas del señor Becerra”, en La Solidaridad (Quezón City, Filipinas), 1889; S. Tamayo, OP, Sobre una reseña Histórica de Filipinas, Manila, Universidad de Santo Tomás, 1906, págs. 192-196; P. Pi, José Rizal, Manila, Imp. Santo y Bernal, 1909; E. W. Retana, Vida y escritos del Doctor Rizal, Madrid, Librería Gral. de Victoriano Suárez, 1907; M. Artigas y Cueva, Historia de Filipinas, Manila, 1916; P. Ortiz Armengol, Programas del centenario de José Rizal, Madrid, 1961, págs. 5-18; I. Medina, Epistolario Rizalino (1877-1896), Manila, University of the Filippines, 1962; A. Molina, Rizal man and hero, Manila, 1962; A. Gurrea Monasterio, Rizal en la Literatura hispano-filipina, Manila, Universidad de Santo Tomás, 1967; S. F. Arcilla, “Documents concening the Calamba Deportation”, en Philippines Studies (Ateneo de Manila), 18 (1970), págs. 577-633; L. M. Guerrero, The First Filipino, A biography of José Rizal, Manila, Nacional Historical Institute, 1979; J. Barón Fernández, José Rizal. Filipino, Doctor and Patriot, Manila, San Juan Press, 1981; F. Villarroel, José Rizal and the University of Santo Tomás, Manila, Universidad de Santo Tomás, 1984; A. Molina, Historia de Filipinas, t. I, Madrid, Ediciones de Cultura Hispánica del Instituto de Cooperación Internacional, 1984; A. Castellanos Escudier, Filipinas de la Insurrección a la intervención de EEUU, Madrid, Sílex, 1998; M. Rodrigo y Alharilla, “La cuestión de Rizal. ‘Memoria del gobernador general Despujol’”, en Revista de Indias, n.º 58 (213) (1998), págs. 365-384; A. Castellanos Escudier, “Fusión cultural. José Rizal y Juan Luna Novicio”, en Catálogo de la Exposición España y Filipinas 1898, Cádiz, Ayuntamiento, 1998; A. Molina, Yo José Rizal, Madrid, Agencia Española de Cooperación Internacional, 1998.

 

Alicia Castellanos Escudier

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