Refiere este personaje, en la introducción de su obra Jerez-Xerez-Scheris, cómo de recién nacido y desahuciado por los médicos, a su madre, desesperada, se le ocurrió como recurso heroico darle unas cucharaditas de vino de Jerez durante varios días. En poco tiempo comenzó a mejorar hasta su completo restablecimiento.

Personaje culto y educado, de gran empatía, perfecto caballero, querido por todos y propagandista indiscutible de las excelencias del “jerez”, fue una auténtica institución para su ciudad natal. Tras realizar los estudios de bachillerato, marchó a Alemania donde se graduó como ingeniero industrial. A continuación marchó a trabajar a Chile, contratado por la compañía Norton Griffths & Co, en la construcción del denominado Ferrocarril Longitudinal, un trazado ferroviario que atravesaría aquel país de norte a sur. De vuelta a Jerez, simultaneó su carrera con el negocio vinatero de su familia en las bodegas de González Byass, ocupando algunos años después el cargo de director-gerente de dicha empresa. En este sentido hay que reseñar su constante preocupación por el bienestar de sus empleados, continuando la línea emprendida por sus predecesores. [...]