La profesión de Ángeles Gasset y su principal dedicación fue la enseñanza; tenía un excepcional talento como maestra de párvulos, pero su personalidad intensa multiplicó sus intereses en numerosos campos que le llevaron a desarrollar actividades diversas, a las cuales dedicó tiempo e ilusión. Todo ello forjó una mujer autónoma, independiente y decidida, modelo de la mujer emancipada, aún poco frecuente en la España de su tiempo.

Su abuelo paterno fue Eduardo Gasset y Artime, conocido escritor y periodista relacionado con la Institución Libre de Enseñanza, y su abuelo materno, el general De las Morenas, fue uno de los defensores de Filipinas en 1898. Ángeles asistió de niña al colegio Alemán y desde 1918, fecha de su fundación, fue alumna del Instituto-Escuela —última creación de la Junta para Ampliación de Estudios— y su vinculación con él no se interrumpió dejando una profunda huella en su vida personal y profesional, ya que al terminar los estudios de magisterio en 1926 pasó a ser profesora de la que había sido su escuela. Estos años, hasta 1936, fueron para Ángeles Gasset un período de formación, de adquisición de experiencias, conocimientos y relaciones. Hay que citar de modo destacado la amistad iniciada con Carmen García del Diestro y Jimena Menéndez-Pidal, cuya proximidad y sintonía pervivió durante más de cincuenta años. En esta etapa de formación en la que no faltaron los viajes de trabajo o de estudios (Francia, Austria, Alemania), se fue perfilando su talento de maestra, encontrando recursos novedosos, como las escenificaciones con alumnos y la incorporación a la escuela del teatro popular de títeres que ella llamaba “curritos”. [...]