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Domingo Moriones Larraga

Biografía

Moriones Larraga, Domingo. Marqués de Oroquieta (III). Valterra (Navarra), 31.VII.1883 – 1965. Militar.

Jefe de las columnas de milicianos que, en la sierra de Guadarrama, contuvieron las fuerzas que, desde el Norte marchaban sobre Madrid en los comienzos de la Guerra Civil.

Era nieto del general Domingo Moriones que, en la Tercera Guerra Carlista, derrotó a las fuerzas del pretendiente en Oroquieta, provocando que don Carlos huyera a Francia por caminos de contrabandistas; por esta acción obtuvo el título de marqués de Oroquieta que heredó Domingo.

Su padre, capitán de Caballería, ya había fallecido cuando él ingresó en la Academia de Ingenieros; tras su paso por este centro de enseñanza, fue destinado al Primer Regimiento Mixto de Ingenieros en Logroño, hasta que los sucesos conocidos como desastre del Barranco del Lobo, provocaron el envío de un Regimiento de Ingenieros expedicionario a Mellilla, del que formó parte en 1909, para pasar en 1910 a Ceuta. Su actuación en estas operaciones le valió una Cruz Roja del Mérito Militar.

Posteriormente obtuvo también una Cruz blanca de la misma Orden por su labor durante la huelga de los empleados de las centrales de electricidad de Zaragoza entre agosto y diciembre de 1919, en que se hizo cargo del servicio de esas centrales, para asegurar el suministro.

Hombre de gran preparación técnica, hizo dos cursos de automovilismo y uno de radiotelegrafía.

Cuando se desencadenaron los sucesos revolucionarios de 1934 en Asturias, era comandante militar de Gijón, por lo que intervino activamente en la represión militar de los mismos y presidió numerosos Consejos de Guerra para juzgar a los participantes en la sublevación.

Al iniciarse el levantamiento, se le confió el mando de las columnas que acudieron a cerrar los pasos de la sierra madrileña, asumiendo posteriormente mando de División y Cuerpo de Ejército para acabar mandando el Ejército de Andalucía. Cuando el coronel Casado trató de negociar con el bando de Franco, Moriones no le secundó, por lo que fue destituido de su mando.

Al finalizar la guerra fue condenado a muerte, pena que le fue conmutada por la de treinta años de reclusión.

 

Fuentes: Archivo General Militar (Segovia), Exps. personales.

 

Juan Ignacio Salafranca Álvarez