Nació en España el 8 de marzo de 1680 y murió en León, Nicaragua, el 6 febrero de 1741. Nombrado obispo el 27 de noviembre de 1736, tomó posesión a fines de 1738. En marzo de 1739 hizo la sétima visita pastoral a Costa Rica. Se conservan 3010 partidas de confirmación de su tiempo.

Estuvo en Costa Rica hasta diciembre del mismo año y dio muy interesantes disposiciones relativas al culto, la recepción de los sacramentos, las misiones, las cofradías, la moralidad del clero (entonces no muy ejemplar en cuestiones de faldas y negocios), además de estimular la enseñanza del catecismo y la piedad de los fieles.

Quizás el problema más serio afrontado por monseñor Zataraín respecto al clero, fue el saberlo involucrado en el contrabando de diversas mercaderías, especialmente telas y chucherías de diversa índole, que entraban por Matina. Actividad estimulada por la pobreza de la Colonia, que llevó a un gobernador a escribir al rey: “usted me ha enviado al último rincón del mundo”, pues hasta él debía, cuando era necesario, sembrar con sus propias manos lo que comía. Se explica que el clero recurriera a otros medios ajenos a su ministerio para subsistir; al menos los que no tenían la suerte de obtener una capellanía, o sea, la celebración de una serie de misas por el alma de un difunto adinerado con cuya herencia se financiaban dichos oficios. [...]