Vega y Rubio, Luis Antonio de. Bilbao (Vizcaya), 24.V.1900 – Madrid, 1977. Escritor, periodista y gastrónomo.
En sus primeros 24 años que discurrieron en la capital vizcaína fue un gran observador de cuanto ocurría a su alrededor, que luego trasladaría a sus libros, sobre todo aspectos gastronómicos que describió con esmero y detalle. Durante su infancia acostumbraba a pasar los períodos de vacaciones escolares en Castrojeriz (Burgos), de donde era natural su padre, o en Durango (Vizcaya), con los parientes de su madre, una recia navarra nacida en Los Arcos. Recuerdos de aquellas épocas han quedado plasmados en sus novelas Primavera en Castilla, Como las algas muertas y Las milloneras, respectivamente.
Estudió en dos escuelas públicas consiguiendo uno de los premios de honor establecidos por la ilustre bilbaína Casilda de Iturrizar, viuda de Epalza, con el que tuvo opción a estudiar cualquier carrera. Luis Antonio siempre tuvo una especial veneración por esta benefactora a la que citó repetidamente en numerosos libros y artículos de prensa. Finalizada la enseñanza elemental, estudió contabilidad al objeto de ganarse la vida en alguno de los escritorios que había en el Bilbao de principios del siglo XX. Se matriculó en
A los 25 años marchó a Larache (Marruecos) llevado por la fantasía de la que siempre hizo gala. Para entonces, ya había escrito numerosos textos, prosas y versos que obtuvieron acertados comentarios de sus críticos preferidos, entre los que se contaban Pedro Mourlane Michelena y Ramón de Basterra a los que conoció en sus frecuentes tertulias de café. Atrapado ya por la literatura, se decantó por la estética del modernismo y el exotismo. En 1937 fundó en San Sebastián el semanario Domingo que lo dirigió durante toda su andadura editorial, aunque ya el resto de su vida transcurriría en Madrid, donde escribió numerosos artículos, siempre dotados de un particular estilo descriptivo que le caracterizó. Luis Antonio siempre estuvo orgulloso de su ascendencia castellana dejando constancia de ello en sus obras literarias, tanto novelas como poemas. Plasmó también personajes que encontró en el entorno de sus dos domicilios bilbaínos situados en la zona vieja de la capital vizcaína: Criadas, vecinas curiosas, artesanos de portal, taberneros y guisanderas aragonesas, etc. Una de sus primeras obras, Timonel, contiene poemas de notable calidad, así como sus novelas El retorno de Euria Massard y La tragedia de las Hurdes, ésta última influenciada por su experiencia profesional, cuando el diario El Pueblo Vasco le envió a la zona para que informara sobre el viaje girado por el rey Alfonso XIII a aquella comarca desolada. Obtuvo el Premio Pedro Antonio de Alarcón por su novela El amor de la sota de espadas, ambientada en el Bilbao de 1920.
Gran aficionado a la gastronomía escribió también diversos textos sobre viajes y gastronomía son de sumo interés, entre los que destacaba Viaje por la cocina española y su guía vinícola de España, además de folletos propagandísticos y artículos sobre el tema en diversas
Obras de ~: La tragedia de las Hurdes, Madrid, Biblioteca Patria, 1922; Fifi en Beni-Aros, Madrid, Prensa Moderna, 1928; El dinero de Granada, Madrid, Prensa Moderna, 1929; Pirineo romántico, Madrid, Prensa Moderna, 1929; El oasis de Ouad-Serrat, Madrid, Prensa Moderna, 1929; Frascuelo, Madrid, Vulcano, 1932; Romancero colonial, Madrid, Fénix, 1934; Tierra del diablo, San Sebastián, Los Novelistas, 1939; Los que no descienden de Eva, Madrid, Patria Hispana, 1941; Mademoiselle Caracas, Madrid, Vértice, 1941; Por el camino de los dromedarios, Madrid, Patria Hispana, 1942; Boda en el oasis, Madrid,
Bibl.: El Nervión (Bilbao), 1916; El Noticiero Bilbaíno (Bilbao), 1917; La Estafeta Literaria (Madrid), 26 y 37 (1919); Pectoral Rewiew (Nueva York), 1920; “Crónicas de Las Hurdes”, en El Pueblo Vasco (Bilbao), 1920; R. de Basterra, “Un poeta de la villa invicta”, en El Pueblo Vasco (San Sebastián), 1923; Vida Vasca, 2 (1925); “Un grano de sal sobre Marruecos”, en Gaceta de
Alberto López Echevarrieta