‛Abd al-Malik b. ‛Umar b. Marwān. ?, c. 718 – ?, c. 778. Visir omeya durante la época de ‛Abderramán I.
‛Abd al-Malik b. ‛Umar fue un destacado miembro del linaje Marwāní que desempeñó un papel político relevante durante la época del emir ‛Abderramán I, al inicio del gobierno de la dinastía Omeya en al-Andalus. Su presencia se inserta en el contexto del afianzamiento de su poder, en el cual los denominados “Qurayšíes de cepa”, categoría a la que pertenecía ‛Abd al-Malik, desempeñarán un papel fundamental.
Las fuentes afirman que llegó a la Península procedente de Egipto, donde debía estar refugiado de la persecución desatada contra los Omeya por los Abasíes tras su acceso al poder. Guardaba un parentesco lejano con el emir de al-Andalus, vinculado a la figura de Marwān b. al-Ḥakam, de quien él era nieto, mientras que el emir de Córdoba era su tataranieto. Las fuentes coinciden en atribuir a su influencia una importante medida política, que implicaba un cambio en la expresión de la legitimidad del poder. Hasta entonces, se había mantenido en Córdoba la costumbre de invocar el nombre del califa Abasí en el sermón de la oración del viernes. Al verlo, ‛Abd al-Malik sugirió al emir la necesidad de cambiarlo, cosa que aceptó, aunque, según las fuentes, ya tenía pensado de antes hacerlo. Gracias a este detalle sabemos que su llegada a la Península hubo de suceder entre 754-755, cuando gobernó el califa Abasí Abū Ŷa‛far al-Manṣūr, es decir, antes de la proclamación como emir de ‛Abderramán en 756. No obstante, otras fuentes señalan que su llegada se produjo en el año 140 (25 de mayo de 757/13 de mayo de 758).
Sea de ello lo que fuere, desde el principio tuvo la confianza del emir, ocupando destacados puestos de responsabilidad política y militar, lo que permiten calificarlo como uno de los hombres fuertes del régimen de ‛Abderramán I. No en vano, era el miembro más antiguo del linaje Marwāní, al que pertenecía el propio emir. En relación con la primera faceta, ‛Abd al-Malik fue nombrado gobernador de Sevilla, mientras que su hijo ‛Abd Allāh lo fue de Morón. Asimismo, sus hijos, tanto ‛Abd Allāh como Ibrāhīm y Ḥakam, fueron visires del emir ‛Abderramán.
Asimismo, su actuación fue destacada en el ámbito militar, siendo uno de los protagonistas de la convulsa época de la implantación de la autoridad Omeya en al-Andalus. En este sentido, contaba con la confianza del emir, quien le dio el mando de las tropas que habían de enfrentarse al rebelde Yūsuf al-Fihrī en 141/758-759, apoyado por los descendientes de los primeros conquistadores. En este contexto, las fuentes se hacen eco de la gran dureza de ‛Abd al-Malik: habiendo enviado como vanguardia contra los rebeldes a su hijo Umayya, éste retrocedió ante su empuje, volviendo junto a su padre, quien lo reprendió duramente y no dudó en ordenar ejecutarlo con intención ejemplarizante. La victoria obtenida por ‛Abd al-Malik aumentó la confianza que el emir tenía en él depositada, sellándola con la alianza de su hijo y heredero, Hišām, con una hija de aquél.
Bibl.: P. Chalmeta, Invasión e islamización: la sumisión de Hispania y la formación de al-Andalus, Madrid, MAPFRE, 1994, págs. 362-364.
Alejandro García Sanjuán