Efectuó sus primeros estudios en los jesuitas de Durango y los eclesiásticos en el Seminario de Vitoria, formándose en las líneas de sindicalismo, del espíritu misionero y de los movimientos sacerdotales. Se doctoró en Teología y se ordenó en Roma, donde desde entonces cultivó el trato con diversas personalidades de la curia vaticana. Vuelto a España, ejerció durante tres años la enseñanza en el Seminario Saturarán, obteniendo en 1929 una canonjía en Valladolid.

Enseguida fue destinado por su obispo Múgica Urrestarazu a Las Arenas (Guecho), en Vizcaya, donde se dedicó a las actividades de adoctrinamiento social, pues ante el avance progresivo del socialismo en la diócesis de Vitoria, a través de la Unión General de Trabajadores, un grupo de sacerdotes propició la creación de un sindicato católico para el País Vasco que le hiciera frente llamado Solidaridad de Trabajadores Vascos, cuyas siglas son ELA-STV. El catolicismo fue, pues, un principio fundamental para este sindicato. En la doctrina social católica basó su táctica y su programa. [...]