López de Ayala y Velasco, Antonio. Conde de Fuensalida (IX). ?, s. t. s. XVII – 1709. Virrey de Navarra, gobernador y capitán general de Galicia, virrey de Cerdeña, gobernador de Milán y consejero de Estado.
Hijo de Bernardino de López de Ayala y Velasco, VII conde de Fuensalida y I de Colmenar de Oreja, comendador de los diezmos de la Orden de Alcántara, consejero de Estado (1659), y de Isabel de Velasco y Benavides, dama de la reina Isabel de Borbón. Nieto por línea materna del IV marqués de Frómista y de la II marquesa de Caracena, y bisnieto de Luis Carrillo de Toledo, I marqués de Caracena, gobernador- capitán general de Galicia (1598-1606) y virrey de Valencia, era, también por su madre, sobrino del célebre Luis Carrillo, III marqués de Caracena, consejero de Estado, gobernador de Milán, presidente del Consejo de Flandes y capitán general de la Artillería de España, entre otros cargos que sirvió, además de electo gobernador de Galicia. Hermano de Isabel de Velasco —menina de Mariana de Austria y como tal inmortalizada por Velázquez en Las Meninas— y del mariscal de campo Francisco López de Ayala y Velasco, al fallecimiento de éste a finales de 1667, pasó a ser IX conde de Fuensalida y III de Colmenar de Oreja.
Fue también señor de los estados de Villorias y de las villas de Oreja, Lillo, Guadamur y Humanes, así como alguacil mayor perpetuo de la ciudad de Toledo y capitán principal o perpetuo de una de las compañías de las guardias viejas de Castilla, desempeñó en el reinado de Carlos II importantes puestos de gobierno y militares. Nombrado virrey de Navarra el 1 de noviembre de 1676, convocó las Cortes iniciadas en abril del año siguiente, prestando en nombre del príncipe Carlos —el futuro Carlos II de España— el juramento de los fueros de dicho reino el día 9 de dicho mes. En esta magna asamblea volvió a pedirse el servicio de un tercio para reforzar el ejército de Cataluña y, como contrapartida, la Corona revocó las concesiones de asiento en Cortes a cambio de dinero que había hecho el duque de San Germán durante su etapa de virrey. Por otra parte, durante su gobernación se volvió a enviar a un visitador a los tribunales de Navarra, reino que abandonó a raíz de ser nombrado gobernador y capitán general de Galicia en propiedad el 15 de mayo de 1681.
Desconocida la fecha de su llegada a este territorio, en los pocos meses que permaneció aquí convocó por real orden y presidió la Junta celebrada entre septiembre y octubre de 1682 para tratar del nombramiento de tesorero de millones y rentas reales de Galicia y ejerció en ese período como superintendente general de esos servicios y rentas de dicho reino. Titular de esta gobernación hasta el 30 de septiembre de 1682 en que fue relevado por Juan Francisco Gómez Pacheco, duque de Uceda, poco después, en diciembre, pasó a ser virrey, lugarteniente y capitán general de Cerdeña, cargos que ocupó hasta al menos marzo de 1685, mejorando las fortificaciones de la isla. En 1686 se cursó su nombramiento como gobernador de Milán, en sustitución del conde de Melgar, a donde llegó el 13 de abril, y permaneció hasta 1691. En este último año fue uno de los aspirantes a ocupar el gobierno de Flandes que finalmente no consiguió. Aunque no parece desempeñar desde entonces puestos de responsabilidad, como partidario de la causa austríaca en la pugna sucesoria por la Corona española fue uno de los nueve consejeros de Estado nombrados el 29 de noviembre de 1699 con el fin de reforzar en este organismo la candidatura del archiduque Carlos. También gentilhombre de Cámara de Su Majestad, en 1706 fue privado por Felipe V de este empleo por no seguir a la Corte a Burgos con motivo del avance de las tropas del pretendiente austríaco hacia Madrid, si bien conservó su plaza del Consejo de Estado hasta su fallecimiento.
Fuentes y bibl.: Archivo de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli, Archivo Histórico, leg. 19, ramo 2, n. 1-38, Correspondencia del Gobernador de Milán con el IX Duque de Medinaceli entre 1688 y 1701.
Duque de Maura, Vida y reinado de Carlos II. III, La Sucesión, Madrid, Espasa Calpe, 1942, págs. 13-14, 321 y 439; V. Bacallar y Sanna, marqués de San Felipe, Comentarios de la guerra de España e historia de su rey Felipe V, el animoso, ed. y est. prelim. de C. Seco Serrano, Madrid, Biblioteca de Autores Españoles, 1957, págs. 10 y 122; J. Mateu Ibars, Los virreyes de Cerdeña. Fuentes para su estudio. II (1624-1720), Padova, Cedam-Casa Editrice Dott. Antonio Milani, 1967, págs. 160- 168; L. Fernández Vega, La Real Audiencia de Galicia, órgano de gobierno en el Antiguo Régimen (1480-1808), t. III, La Coruña, Diputación Provincial, 1982, pág. 411; M.ª I. Ostolaza Elizondo, Gobierno y administración de Navarra bajo los Austrias. Siglos xvi-xvii, Pamplona, Gobierno de Navarra, Departamento de Educación y Cultura, 1999, págs. 129-130 y 219; A. Eiras Roel, “Las Juntas del Reino de Galicia en la década de 1680”, en VV. AA., Actas de las Juntas del Reino de Galicia (1681-1689), vol. X, Santiago de Compostela, Xunta de Galicia, 2002, págs. 7-34; M. L. González Mezquita, “El oficio de cortesano: cursus honorum y estrategias políticas en el reinado de Carlos II”, en Cuadernos de Historia de España, vol. 78, n.º 1 (enero-diciembre de 2003), págs. 189-219.
Luz Rama Patiño y José Manuel Vázquez Lijó
