Antonio de Obregón y Alcocer fue un criollo nacido en México, de padre leonés. Hombre de escasos recursos, con la ayuda de Pedro Luciano Otero, rico comerciante del Mineral de Rayas, comenzó a trabajar la veta madre de plata en la zona de Valencia (Nueva España) en el año 1760. Allí pasó varios años con más gastos que ganancias, hasta que Otero se negó a seguir facilitándole dinero. Siguió luchando y en 1768 comenzaron a extraerse de la mina de La Valenciana importantes cantidades de minerales de plata de alta calidad, producción que aumentó considerablemente en la década de 1770 y años siguientes, lo cual convirtió a Obregón en uno de los hombres más ricos del mundo. En esa época ya había formado en torno a su mina un poblado de unas ocho mil personas.

En medio de su riqueza, Obregón conservó su sencillez de costumbres y fue hombre de una gran generosidad. En La Valenciana construyó la iglesia de San Cayetano y costeó gran parte de los gastos de construcción del templo de la Compañía de Jesús en Guanajuato y de la reconstrucción del Convento de San Diego. Al pie de la iglesia de San Cayetano, entre sus minas, levantó su propia residencia. [...]