Manuel Blasco de Nebra nació en Sevilla en 1750. Era hijo del organista segundo de la catedral, José Blasco (de Nebra) Lacarra, y es el último compositor de la familia Nebra, que desarrolló su actividad musical a lo largo de todo el siglo XVIII en diferentes lugares: Cuenca, Zaragoza, Madrid y Sevilla. Como es lógico, recibió sus primeros conocimientos musicales y de la técnica del órgano de su padre, pero, más tarde, marchó a Madrid, donde José de Nebra completó su formación. Este viaje, que realizó hacia 1766, tenía un doble objetivo: por una parte, aprender con su tío los principios de la composición y perfeccionar su técnica en instrumentos de tecla y, por otra, intentar abrirse camino en la capital, contando con su apoyo y recomendación. Por esos años, Nebra era vicemaestro y organista principal de la Capilla Real, vicerrector del colegio de Niños Cantores y maestro de clave del infante Gabriel, y había destacado tanto por sus obras para la escena como religiosas. No obstante, la inesperada muerte de su tío, acaecida en 1768, truncó sus aspiraciones, ya que, sin recursos y sin un puesto de trabajo que le permitiera continuar en Madrid, se vio obligado a regresar a Sevilla. Una vez en su ciudad natal, José Blasco de Nebra logró que el cabildo lo nombrara su sustituto, para aquellos casos de ausencia o enfermedad, y su sucesor como organista segundo. Su extraordinaria capacidad en el manejo del órgano y el buen nombre de su padre eran razones suficientes para ocupar una plaza, siquiera de suplente, sin ser examinado, como era costumbre. [...]