Hija de un jardinero que le inculcó respeto por la naturaleza, Creu Casas mostró ya de pequeña interés por la botánica y la clasificación de las plantas. Estudió Farmacia, porque en esta carrera tenía un gran papel la botánica. Obtuvo la licenciatura por la Universidad de Barcelona en septiembre de 1936, pero al acabar la Guerra Civil se anularon los exámenes hechos en aquellas fechas y Casas tuvo que volver a examinarse.

En 1944 pasó a ser regente de la farmacia de la Clínica La Alianza de Barcelona. Mientras, mantuvo contacto con botánicos, como Pius Font i Quer y Antoni de Bolòs, que tuvieron un papel clave en su formación. En una salida de campo conoció a Taurino Mariano Losa España, a la sazón catedrático de Botánica, que le ofreció el laboratorio de la Facultad de Farmacia para ampliar conocimientos. Poco después obtuvo plaza interina de profesora adjunta de Fanerogamia, puesto que compaginó con su trabajo estable en La Alianza. Al mismo tiempo inició su tesis doctoral sobre los musgos y hepáticas del macizo del Montseny, trabajo que leyó en Madrid en 1951 —se publicó en dos volúmenes en 1958 y 1959—. Esta tesis y la asistencia a un curso práctico de briología a cargo de la ruso-francesa Valentine Allorge, celebrado en 1952, decantó definitivamente su carrera hacia los briofitos. Después de dieciocho años de interinaje, en 1966 obtuvo plaza fija de profesora agregada y pasó a enseñar Fitogeografía en la cátedra de Botánica de la Facultad de Biología. [...]