Bayo Giraud, Alberto. El Tuerto. Puerto Príncipe (Cuba), 27.III.1892 – La Habana (Cuba), VIII.1967. Militar, escritor.
Hijo del coronel de Artillería Pedro Bayo Guia y de la cubana Concepción Giraud y Varona. Tuvo cuatro hermanos, todos ellos militares.
Se educó en Barcelona, donde llegó con su familia después de 1898, y posteriormente en Estados Unidos, en el Chenet Institute de Nueva Orleáns.
En 1907 formó parte del Regimiento Gran Canaria como artillero segundo voluntario, y en agosto de 1912 ingresó como alumno en la Academia de Infantería de Toledo. Obtuvo el empleo de segundo teniente en junio de 1915 y se le destinó al Regimiento de Infantería número 55, en Gerona.
En septiembre de 1916, y siguiendo la estela de un hermano aviador fallecido, se incorporó a la Escuela de Aviación Militar de Madrid, en el aeródromo de Cuatro Vientos, para realizar los cursos de pilotos de Aviación y de observadores de aeroplanos. Obtuvo el título de piloto de primera categoría en marzo de 1917.
Ese mismo año se le destinó al Regimiento de Infantería Covadonga núm. 40, en el cantón de Leganés (Madrid), y fue ascendido a primer teniente por antigüedad el 24 de junio de 1917. Entre 1918 y 1919 intervino, durante la Guerra de África, en Larache y Melilla. En 1919 desempeñó también el cometido de piloto en el aeródromo de Tetuán, donde efectuó vuelos de reconocimiento.
En 1921 se le autorizó para dirigir una Escuela de Aviación Civil creada en Madrid, donde tuvo un aeródromo con su propio nombre, desde el que además de impartir clases prestó servicios de aerotaxi y realizó exhibiciones.
Formando parte del Batallón Expedicionario del Regimiento de Infantería Saboya núm. 6, al que se incorporó el 3 de octubre de 1921, intervino de nuevo en las operaciones de África.
En 1922, durante su destino en el aeródromo de Sevilla, formando parte del Escuadrón núm. 11, sufrió un accidente en un vuelo de entrenamiento, por el que se le concedió la Medalla de Sufrimientos por la Patria.
Con antigüedad de 23 de agosto de 1922 ascendió a capitán de Infantería, y en enero de 1923 pasó a la escuadrilla de Melilla, con la que realizó vuelos de reconocimiento y numerosos bombardeos.
En junio de 1923 se enfrentó en duelo con el capitán Eduardo González Gallarza, que fue el último de la historia de España. El capitán salió con heridas muy graves y Bayo fue expulsado del Cuerpo de Aviación, pasando destinado a la Legión. González Gallarza llegó a ser jefe del Estado Mayor y ministro del Aire con Franco.
Por sus distinguidos servicios y méritos contraídos en las operaciones realizadas en la zona de Melilla se le concedió a Bayo la Cruz del Mérito Militar de 1.ª clase con distintivo rojo, así como la Cruz de María Cristina por su participación activa en las operaciones de campaña en la zona del Protectorado español en Marruecos.
En julio de 1925 se le destinó al Regimiento de Infantería de la reserva de Villafranca del Penedés núm. 35.
En septiembre de 1926 se incorporó a la Mehal-la Jalifiana de Gomara núm. 6, donde se hizo cargo del mando del tercer Tabor. Destacó en las operaciones de campaña, por las que se le concedió la adición de una barra roja sobre el distintivo del Tercio, que ya poseía.
En 1934 se convirtió en ayudante del general Domingo Batet en Cataluña.
Al iniciarse la Guerra Civil Española, en 1936, permaneció leal a la República, volviendo a formar parte de la Aviación con el empleo de capitán y afiliándose a la Unión Militar Republicana Antifascista.
Destacó en la recuperación de Formentera, Ibiza y Cabrera y, como aviador, bombardeó en Barcelona los cuarteles de Atarazanas y el de Artillería de Sant Andreu. El 20 de julio salió victorioso en la toma de la Base Aeronaval de Barcelona y en la toma del cuartel de Ingenieros de la carretera de El Prat.
A lo largo de los meses de agosto y septiembre de 1936, Lluís Companys le encargó dirigir la invasión republicana de Mallorca. Al frente de unos seis mil hombres, con el apoyo de hidroaviones, un acorazado, un crucero, dos destructores y otras unidades menores, desembarcó en Mallorca el día 16 de agosto de 1936, logrando establecer una pequeña cabeza de puente desde Cala Manacor hasta Punta Amor con una profundidad de más de diez kilómetros.
Esta ventaja inicial no logró ampliarla, ni siquiera mantenerla mucho tiempo, pues el 3 de septiembre, ante dos ataques nacionalistas y las órdenes de Largo Caballero, hubo de retirar sus fuerzas, que se hallaban en situación precaria (más de mil quinientas bajas), dejando abundante material en tierra. Por el fracaso de la operación fue sometido a juicio, mas resultó absuelto.
Intervino en la batalla de Brunete y ascendió sucesivamente a comandante y teniente coronel. Con el empleo de coronel ocupó el cargo de ayudante de Indalecio Prieto, que en esos momentos ocupaba el cargo de ministro de la Guerra, viajando en numerosas ocasiones al extranjero para la compra de armas.
Tras finalizar el conflicto en 1939, se trasladó a Francia, donde terminó en un campo de concentración en el que perdió el ojo derecho. Una vez liberado se trasladó a Cuba, embarcándose en la nave Saint-Nazaire. En la isla, Bayo trabajó como vendedor de suscripciones de una revista, como profesor de matemáticas del colegio particular Havana Business Academy del Vedado y como director de la Academia de Matemáticas hasta 1941, fecha en la que se desplazó a México.
En su exilio en el país azteca trabajó como sereno en una fábrica de hilados en Amecameca. Posteriormente, ejerció como docente de primaria en el Instituto Francés y de álgebra en el colegio femenino Miguel Ángel. Más tarde obtuvo la nacionalidad mexicana y se incorporó como profesor de Aerodinámica y Navegación Aérea en la Escuela de Aviación Militar de Guadalajara e impartió clases de francés e inglés en la Universidad Latinoamericana.
En el país mexicano, debido a sus conocimientos sobre táctica guerrillera —forma de combate plenamente española—, instruyó en la guerrilla a otros jóvenes comunistas españoles o hispanoamericanos.
En 1949 colaboró con la guerrilla nicaragüense que luchaba contra Somoza, siendo nombrado general del ejército de la Junta Revolucionaria Nicaragüense.
Fue el instructor de Fidel Castro y el Che Guevara —a quien consideraba su mejor alumno—, y se unió, a partir de 1955, a los guerrilleros que iniciaron la lucha en Sierra Maestra como asesor y colaborando en la fundación de la Legión del Caribe.
En esta época, Bayo, que tenía también el pseudónimo de “el Tuerto”, era dueño de una fábrica de muebles, lo que le permitía tener un cómodo nivel económico. Sin embargo, vendió su negocio con el objetivo de formar a los guerrilleros.
Con el triunfo de la Revolución cubana en 1959, se estableció en Cuba, donde ocupó varios cargos y fue nombrado general del Ejército Revolucionario cubano.
Con la Revolución cubana victoriosa, dedicó su pensamiento a derrocar la dictadura franquista en España e instaurar la Tercera República, para lo que impulsó la Unión de Combatientes Españoles (UCE). Sin embargo, la desconfianza de sus propios correligionarios y el rechazo de Castro ante la posibilidad de deteriorar sus relaciones exteriores, limitaron el papel de Bayo y sus proyectos.
En 1963 fue colaborador de la revista parisina Política. En este periodo empezó a militar en el Partido Comunista de España e ingresó en la Sociedad de Amistad Cubano-Española con el cargo de vicepresidente
Sus dos hijos, habidos del matrimonio con Carmen Cosgaya Torija —con quien se había casado el 20 de septiembre de 1925— ocuparon puestos relevantes en la Administración castrista: uno como comandante y el otro como embajador en la República Democrática Alemana.
Alberto Bayo Giraud fue autor de numerosas obras de teoría bélica o guerrillera y de varios libros de poesías. Su nombre aparece como tal en el Diccionario de la Literatura Cubana.
Falleció el 4 de Agosto de 1967, en La Habana.
Obras de ~: Cualquier cosilla, España,1911; Mis cantos de aspirante, Guadalajara, Establecimiento Tipográfico La Región, 1911; Teniente Remy, Cómo se forma un aviador, trad. de ~ y C. Pastor, Toledo, Viuda e Hijos de J. Peláez, ¿1912?; Cadetadas, Toledo, Rafael G. Menor, 1913; Canciones del Alcázar, dibujos de A. Llorente, Toledo, Imprenta Ibérica de Mauricio S. Gómez, 1915; Juan de Juanes, España, 1926; Uncida al yugo, España, 1926; Dos años en Gómara, Madrid, Imprenta de Cleto Vallinas, 1928; La guerra será de [...] los guerrilleros, 1937; El tenorio laico, España, 1938; Mi desembarco en Mallorca (De la guerra civil española), Guadalajara (México), Guadalajara Imprenta Gráfica, 1944 (ed. con pról. de G. Mir, Palma de Mallorca, Miquel Font, 1987); Tempestad en el Caribe, México, 1950; Cámara, México, 1951; El caballero de los tristes destinos, México, 1953; Magallanes, el hombre más audaz de la tierra, México, 1953; Fidel te espera en la Sierra, México, 1958; Mis versos de rebeldía, México, 1958; Sangre en Cuba, México, 1958; Ciento cincuenta preguntas a un guerrillero, La Habana, 1959; Mi aporte a la Revolución Cubana, La Habana, Imprenta Ejército Rebelde, 1960; El tenorio cubano, 1960; Versos revolucionarios, 1960; Mis versos, 1965.
Fuentes y bibl.: Archivo General Militar (Segovia), Expediente personal.
E. Che Guevara, La guerra de guerrillas, Madrid, Júcar, 1977; A. Beevor, La Guerra Civil Española, Barcelona, Crítica, 2005; L. Díez, Bayo. El general que adiestró a la guerrilla de Castro y el Che, Barcelona, Debate, 2007; X. Casals, “Bayo. El maestro guerrillero del Che y Fidel Castro”, en Clío. Revista de Historia, año VII, n.º 76 (febrero de 2008), págs. 44-49; M. Aznar Soler y J. R. García López, Diccionario biobibliográfico de los escritores, editoriales y revistas del exilio republicano de 1939, vol 4, Sevilla, Renacimiento, 2016.
Emilio Montero Herrero
