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Adolfo Sirvent Llinares

Biografía

Sirvent Llinares, Adolfo. Alcoy (Alicante), 2.II.1894 – Caracas (Venezuela), 23.V.1973. Tenor lírico.

Entusiasta del arte lírico y amante de la ópera, rivalizó con los grandes tenores de los años veinte y treinta del siglo XX. Cantante de exquisita y timbrada voz, caudalosa, robusta y llena de matices aterciopelados, consiguió grandes éxitos en los teatros del país y también en tierras italianas, alemanas e hispanoamericanas. Sin lugar a dudas la Guerra Civil truncó sus éxitos en tierras españolas.

Inició sus estudios musicales en su ciudad natal, prosiguiéndolos en el Conservatorio de Valencia, bajo la tutela de Lamberto Alonso y Torres, y posteriormente con Antonio Colomé, en el Superior Municipal de Música de Barcelona. Años después, y de la mano del maestro Guione, en el Conservatorio de la Scala de Milán, culminaría su formación vocal. Debutó como tercer tenor en 1918, con la compañía del tenor Giuseppe Anselmi, obteniendo regulares críticas. Su juventud e inexperiencia así lo rubricaron.

Acabadas las enseñanzas, obtiene sus primeros triunfos en Barcelona con La Favorita de Donizetti, en los teatros del Bosque, Tívoli y Círculo de Sanz, firmando a continuación un contrato con los empresarios y cantantes Franco Fionti y Emilia Viñas, con los que recorrió España. Seguidamente el barítono Marcos Redondo le enrolaría en la Gran Compañía de Ópera Italiana, en 1924. Por aquellas fechas también cantó ante los Reyes de España en San Sebastián, en el Teatro Victoria Eugenia, alcanzando la gloria, nombre que sirvió para bautizar a una de sus hijas.

Popular y aclamado, Adolfo Sirvent viaja a Milán, interpretando las óperas La Favorita y Tosca, siendo elogiado por crítica y público. La mezzo española Maria Gay le abre las puertas de Milán y consigue audicionar para Marrone, Zanatelo, Scandiani y el compositor Umberto Giordano, cantando en Palermo y Monza. A su regreso a España se enrola en las filas de la Compañía de Jaume Pahissa, estrenando la ópera de éste, basada en la obra homónima de Pérez Galdós Marianela, previamente adaptada por los hermanos Álvarez Quintero. Valencia y Alicante se rinden ante su arte, proclamándolo como divo indiscutible. La crítica ya le tenía adjetivado como “La Voz de Terciopelo o el Tenor Cañón”.

Becado por la Diputación alicantina y el Ayuntamiento de Alcoy, regresa a Milán, donde prosigue los estudios con Guione. Seguidamente firma contrato con la productora germana Lindstrom en 1928 con el fin de grabar algunos discos y se traslada a Alemania también para realizar algunas actuaciones. En Barcelona grabó, después, con la discográfica Parlophón y actuó con éxito en el San Carlo de Nápoles en 1929, pero una afección vocal le impidió proseguir y regresó a España.

Reaparece unos meses después con Fionti-Viñas en la Plaza de Toros de Valencia, enrolándose después con la saga de los Gorgé. Su primer viaje a Hispanoamérica tuvo lugar con ellos en 1930, para formar a su regreso una compañía propia, actuando en el Fuencarral de Madrid en 1931 y dedicándose ahora a la zarzuela nacional. El maestro José Serrano no desaprovecha la oportunidad y le contrata en 1932. Al año siguiente actuará bajo las órdenes de Marcos Redondo y estrena una zarzuela dirigida por el propio autor en el Coliseum madrileño, La Isla de las Perlas de Sorozábal. También es aplaudido en los estrenos de Al dorarse las espigas de Balaguer Mariel y La Favorita del Rey, una adaptación musical realizada por el periodista Ezequiel Endériz de la ópera de Donizetti, creada para el lucimiento de nuestro tenor y estrenada en el Teatro Apolo de Valencia. Jesús Guridi dirige a Sirvent en El caserío, durante noches irrepetibles en Madrid.

Comparte cartel con Maruja Vallojera, Pablo Hertogs, Faustino Arregui, Cora Raga, Conchita Callao, Juan Bautista Corts, Antonio Riquelme, Enriqueta Serrano y otros, estrenando en Alicante la zarzuela Rocío la Mejorana, de Vicente Estarelles, en 1936. Exiliado “voluntariamente” el 4 de junio de 1937, marcha a Buenos Aires con la Compañía del Maestro Penella. Alterna en el cartel con su amigo Hipólito Lázaro, siendo muy aplaudidos en el Colón, en el Teatro del Príncipe y en el Avenida. Recorre durante muchos años América del Sur, estableciéndose finalmente en Caracas en 1948.

Adolfo acabó sus días en la miseria, después de actuar como representante de una firma comercial y de rechazar una oferta para desempeñar el cargo de director artístico de la Radio y Televisión de Caracas. Actualmente está enterrado en el humilde cementerio de Baruta.

 

Obras de ~: Grabaciones: “Oh dolce mani” de Tosca, “Una furtiva lacrima” de L’Elixir d’Amore, Berlín, Parlophón Electric, 1928; “Romanza: Bella contrada de Normandía” y “Sardana”, de La Legió d’Honor, Barcelona, Parlophón, 1929; “Adéu a la Vida” y “Dúo” de La Legió d’Honor, Barcelona, Parlophón, 1929; “Che Gelida manina”, de La Bohème, Barcelona, Parlophón, 1929; “Una Vergine, un ángel…” y “Spirto Gentil”, de La Favorita, Barcelona, Parlophón, 1929; “Recondita Armonia” y “E lucevan le stelle”, de Tosca, Barcelona, Parlophón, 1929; “Oh dolce mani”, de Tosca, y “Siciliana”, de Cavallería Rusticana, Barcelona, Parlophón, 1929; dos arias de La Favorita en 50 Tenors Espanyols-Les Nostres veus retrobades, Barcelona, Aria Recording, 2001.

 

Bibl.: E. Valor Calatayud, Diccionario alcoyano de música y músicos, Alcoy, Lloréns Libros, 1988; J. J. Gisbert Cortés, Adolfo Sirvent, La voz de terciopelo (1894-1973), Alcoy, Librería Lloréns, Asociación Amigos de la Música, 1992; F. Hernández Girbal, “Viejas fotografías de mi álbum: Adolfo Sirvent”, en Ritmo (Madrid), 651 (febrero de 1994), pág. 45; F. C. Bueno Camejo, Historia de la Ópera en Valencia, Valencia, Universitat de València, Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación, 1997; F. Hernández Girbal, Otros cien cantantes españoles de ópera y zarzuela (siglos XIX y XX), vol. II, Madrid, Ediciones Lira, 1997; E. Casares Rodicio, Diccionario de la Zarzuela. España e Hispanoamérica, vol. II, Madrid, Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 2003, pág. 773.

 

Juan Javier Gisbert Cortés