Marcó del Pont, Juan José. ?, s. XVIII – Château de Pimpean, cerca de Angers (Francia), 7.VIII.1848. Ministro de Hacienda carlista.
Perteneciente a una rica familia de comerciantes que realizó múltiples desembolsos en pro de la corona, Marcó del Pont formó parte del partido fernandino antes de que comenzase la Guerra de la Independencia.
Al comenzar la misma poseía en Madrid una casa de giro que hubo de abandonar al negarse a tomar partido por los franceses. En 1809 ejerció las funciones de intendente del ejército de La Mancha a las órdenes del general Francisco Eguía. En 1811 fue colocado por la Regencia del Reino al frente de la Dirección General de Provisiones del Ejército y la Marina, cargo en el que fue ratificado por Fernando VII a su regreso a la Península. En 1819 cesó en su puesto y fue nombrado consejero honorario de Hacienda, puesto del que fue exonerado en 1820 por negarse a jurar la Constitución. “Desde dicho año al 22 se dedicó con acuerdo de S.M. a formar un gobierno que sostuviese sus Soberanos derechos restringidos por el revolucionario, cuyo gobierno se estableció con el dictado de ‘Regencia de Urgel’ [...] En el año 23, sabiendo por la correspondencia que tenía con la Regencia, y por manifestación que le hizo el Presidente de ella Marqués de Mata Florida, los planes formados por otros españoles con acuerdo del ministerio francés para establecer en España Cámaras, se propuso no tuviesen efecto, y en unión con Calomarde lo consiguió”.
En 1824, siempre según el propio Marcó, Fernando VII le ofreció la secretaría de Hacienda, que rechazó. En 1825 el Rey ordenó que los ministros le consultaran una serie de medidas, entre ellas el reconocimiento de los empréstitos emitidos por los liberales, al que se opuso con éxito. En 1827 se mostró contrario al viaje del Rey a Cataluña, motivo por el que los ministros le acusaron de ser uno de los instigadores de la revuelta, consiguiendo que fuera encarcelado durante dieciséis meses, al cabo de los cuales Fernando VII ordenó su libertad. En junio de 1832 el conde de la Alcudia, por aquel entonces ministro de Estado, manifestó al Rey “la situación peligrosa en que se hallaba S.M. por efecto del tortuoso manejo de los demás ministros”, y como Marcó le había prevenido en varias ocasiones sobre el mismo asunto, Fernando VII les puso en contacto para que preparasen una memoria sobre el particular que se terminó de redactar a finales de julio y que no tuvo mayores efectos por los sucesos de La Granja y la remoción de Alcudia.
También en 1832 “se propuso Marcó en unión con el Sr. D. José Lamas Pardo, Consejero de las órdenes militares [...] preparar los ánimos de los Capitanes Generales, y de otros militares y personas principales de las Provincias para que estuviesen dispuestos a sostener los derechos del Señor Don Carlos V”, sentando, pues, la base de la conspiración que daría lugar al alzamiento carlista de 1833. Descubierta parcialmente la trama, Marcó fue detenido y confinado en Peñíscola, pese a lo cual siguió laborando por la causa, no siendo ajeno a la sublevación de los voluntarios realistas de Morella. Repartió también numerosos fondos entre las familias de los carlistas caídos en la sublevación, y facilitó por medio de sus apoderados recursos para hacer posible la fuga de Madrid de varios partidarios de don Carlos. Tales actividades no pudieron menos de causar sospechas entre las autoridades isabelinas, que le confinaron en Tabarca, desde donde, a pesar de todo, logró continuar con sus manejos los tres años que tardó en fugarse, uniéndose tras múltiples vicisitudes a las tropas de Cabrera. Pasó luego a Cataluña, y atravesando Francia se presentó a su Rey el 3 de enero de 1839.
Tras los fusilamientos de Estella, fue nombrado ministro de Hacienda y pronto se puso a laborar contra Maroto, aunque le fue imposible evitar el Convenio de Vergara, emigrando a Francia al final de la guerra.
Es autor de diversos folletos de tema económico o autobiográfico.
Bibl.: A. Bullón de Mendoza, “Relación de los servicios de Marcó del Pont”, en Aportes, n.º 15 (1990), págs. 78-87.
Alfonso Bullón de Mendoza y Gómez de Valugera
