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Pedro Fernández Manrique

Biografía

Fernández Manrique, Pedro. Aguilar de Campoo (Palencia), f. s. xv – Roma (Italia), 7.XI.1540. Noble, eclesiástico, maestrescuela, capellán mayor, obispo de Canarias y Ciudad Rodrigo y cardenal de San Juan y San Pablo.

Hijo de los marqueses de Aguilar y condes de Castañeda, Luis Fernández Manrique y Ana Pimentel, hija del señor de Villafáfila. Su hermano mayor, Juan, heredó los títulos familiares y llegó a ser virrey de Cataluña; sus hermanas casaron con miembros de la nobleza, y la más pequeña, María, fue abadesa del monasterio de Aguilar; otro hermano llamado Alfonso formó parte del ejército.

Pedro estudió en Salamanca, donde en 1525 fue nombrado por el Emperador maestrescuela de la catedral, cargo que llevaba anejo el de canciller de la universidad. Al mismo tiempo, el cabildo catedralicio había elegido a Martín de Espinosa —auditor de la Rota— para el mismo cargo. Esta situación provocó un largo pleito que ganó Martín de Espinosa.

En 1530, estando en el monasterio benedictino de San Victorián de Asán (Huesca), Pedro fue nombrado capellán mayor de la capilla de los reyes nuevos de Toledo por el emperador Carlos V en compensación por lo ocurrido en Salamanca. Además le nombró obispo de Canarias (22 de junio de 1530) y de Ciudad Rodrigo, unos meses después (14 de diciembre de 1530), recibiendo la sede cordobesa en 1536, cargo que fue confirmado por Paulo III el 11 de abril de 1537 y que tomó posesión del mismo —por poderes— el 24 de junio del mismo año, así lo recoge Pedro Girón en su crónica, principal fuente para conocer la trayectoria del prelado. Por el mismo cronista se sabe que tras sucederle Álvaro de Mendoza en el cargo de capellán mayor de los reyes, Pedro Fernández Manrique asistió a las Cortes de Toledo convocadas el 15 de octubre de 1538.

Pedro Fernández Manrique gozó siempre del favor del Emperador ya que su padre formaba parte de su Corte y era hombre de su confianza. Como regalo de Navidad recibió el nombramiento de cardenal el 20 de diciembre de 1538 cuando se disponía a pasar esos días en Aguilar de Campoo —su pueblo natal—. A principios de 1540 se trasladó a Roma donde recibió el capelo cardenalicio el 26 de abril, siendo admitido al osculum pacis. Un mes después recibió el título de san Juan y san Pablo.

El 7 de noviembre de 1540 Pedro Fernández Manrique murió en Roma víctima de la peste. Apenas pudo realizar su labor como cardenal. Su cadáver fue trasladado a España desde la iglesia de Santa María de Aracoeli (Roma).

 

Bibl.: L. de Salazar y Castro, Historia genealógica de la casa de Lara, Madrid, Imprenta Real, 1696; J. Gómez Bravo, Catálogo de los obispos de Córdoba, t. I, Córdoba, Juan Rodríguez, 1771; M. Hernández Vegas, Ciudad Rodrigo, la catedral y la ciudad, Salamanca, Imprenta Provincial Salmantina, 1935 (ed. facs., Salamanca, 1982); P. Girón, Crónica del emperador Carlos V, ed. de J. Sánchez Montes, Madrid, Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 1964, págs. 84, 146; V. Beltrán de Heredia, OP, Cartulario de la Universidad de Salamanca (1218-1600), Salamanca, Universidad, 1970, págs. 39-48; J. Goñi, “Fernández Manrique, Pedro”, en Q. Aldea Vaquero, T. Marín Martínez y J. Vives Gatell (dirs.), Diccionario de Historia Eclesiástica de España, suplemento I, Madrid, CSIC, Instituto Enrique Flórez, 1987, págs. 309-310; S. Fernández Conti, “Fernández Manrique, Luis”, en J. Martínez Millán (dir.), La Corte de Carlos V, III, Los Consejos y los consejeros de Carlos V, Madrid, Sociedad Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000, págs. 130-132.

 

Román Casas Caballero