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Adán Centurión y Córdova

Biografía

Centurión y Córdova, Adán. Marqués de Estepa (III). Málaga, 12.VIII.1582 – Estepa (Sevilla), 5.IV.1658. Defensor de los plomos y reliquias del Sacromonte (Granada), mecenas, erudito y coleccionista anticuario.

Descendiente de la familia de banqueros genoveses Centurión, Adán Centurión y Córdova era hijo de Juan Bautista Centurión, II marqués de Estepa ( ? - 1625), y de María Fernández de Córdova (c. 1561- 1615). Su bisabuelo paterno, Adamo Centurione (c. 1490-1568), que había adquirido en 1559 a la Corona “las villas de Estepa y Pedrera y lugares de su tierra y sus términos y jurisdicciones, vasallos y casa”, fundó con este patrimonio un mayorazgo en 1560 y en 1564 consiguió el título de marqués de Estepa para su hijo primogénito, Marcos. Desde este momento, a la vez que se iba desvinculando de sus tradicionales asuntos bancarios, la rama española de la familia Centurión inició un proceso de españolización y ennoblecimiento en el que las iniciativas militares y humanísticas de Adán Centurión —el primer miembro del linaje nacido en España— adquieren sentido.

Existen pocos datos sobre la infancia y la juventud de Adán Centurión. Fue, junto a sus hermanos Francisco y Juan, menino del futuro Felipe III y de la infanta Isabel Clara Eugenia desde 1592 y durante tres años. En la Corte comenzó a estudiar “latín con gran ventaja, y lógica, filosofía y matemáticas, á las que demostró afición grandísima”. Siguiendo con la dedicación militar de su padre, que había servido a Felipe II en la Alpujarra, Portugal, Aragón o Cádiz, la primera parte de la vida de Adán Centurión ofrece una nutrida nómina de operaciones militares no siempre bien fechadas.

Intentó participar en el sitio de Ostende en 1602, acompañó al marqués de Santa Cruz en la expedición naval a Larache (1608), acudió a Cádiz con un cuerpo de ejército a su costa cuando el pirata Cecil desembarcó para saquearla (1625). Colaboró con Agustín Mejía en la formación del ejército de Extremadura reunido en Llerena y gobernó el puerto de Cartagena durante tres años.

En 1625 heredó, por muerte de su padre, el título de Estepa y cedió el de Armunia a su hermano Francisco.

El año siguiente, el 25 de diciembre de 1626, se casó con la hija de éste en Granada. Allí estableció su residencia al menos hasta 1642. Próximo a la abadía del Sacromonte, poseía un carmen y también en el Campo del Príncipe disponía de unas “casas”.

Antes es posible que alternara estancias y visitas a Estepa (como la de 1613 con motivo de su primer matrimonio) con una presencia relativamente estable en la Corte.

El ya marqués de Estepa acudió a la campaña de 1642 en la que el rey movilizó a la nobleza castellana para sofocar la revuelta catalana. En esta ocasión, presentó un memorial sobre su familia y servicios a Felipe IV con el objeto de solicitar el título de duque y la grandeza para su familia, gracias que no le fueron concedidas. Tras participar también en la campaña de Badajoz de 1643 en el contexto de la guerra de la restauración portuguesa, el marqués se retiró de la política activa. Sólo se ha conservado noticia de una actuación militar más en la que él interviniera: en 1647, aquejado de gota, se desplazó a la comarca de Ardales para reprimir la revuelta popular que amenazaba a la marquesa viuda del lugar. Agotado física y económicamente, desde 1644 estaba instalado en Estepa, aunque ocasionalmente volviera a Granada, como lo demuestra un sonado pleito que en aquella ciudad le enfrentó al conde de Medellín en 1654 por una cuestión de precedencia y tras una reyerta muy propia del carácter del marqués.

En su retiro estepeño, Adán Centurión “quedó libre para darse del todo a sus estudios”. El II marqués de Estepa había patrocinado obras del padre Roa (De die natale, Madrid, 1600), y desde su juventud también Adán Centurión mostró afición por la poesía y las humanidades. Publicó, firmando como marqués del Aula, varios sonetos en Las flores de poetas ilustres de Espinosa (Valladolid, 1605) y se mostró inclinado hacia cuestiones epigráficas y numismáticas.

Disponía de una colección de inscripciones reunidas en su carmen granadino (CIL II, 2062) y llegó incluso a elaborar un discurso explicativo sobre una célebre inscripción isíaca (CIL II, 3386) muy elogiado por Rodrigo Caro. También redactó un trabajo sobre un tesorillo de monedas iberorromanas hallado en 1618 y remitido a Caro desde Estepa con una carta de 15 de febrero de 1623 —manuscrito 6334, Biblioteca Nacional de España (BNE), folio 29—. En este trabajo centraba su interés en ocho monedas con letras “[e]spañolas antiguas”. Ocasión de seguir estudiando pretendidas inscripciones españolas antiguas se la dio el asunto en que el marqués fraguó su reputación erudita. Ésta se debe fundamentalmente a sus trabajos en defensa de los libros plúmbeos del Sacromonte, textos supuestamente evangélicos, grabados sobre unas pequeñas planchas de plomo, redactados en árabe mediante un alfabeto llamado “salomónico” y aparecidos en Granada entre 1595 y 1599. Desde 1627, el marqués, que concebía el tema como uno de los episodios decisivos de la historia nacional, se convierte en el abanderado más decidido de la causa sacromontana. Intervino en la Corte para movilizar la “pía afiçión” a favor de los textos, redactó memoriales reivindicativos para alejar a la Inquisición del asunto, y una Información para la historia del Sacromonte (Granada, 1632), historia apologética de los hallazgos rápidamente secuestrada por el Santo Oficio. El III marqués también auspició, al menos, tres traducciones de los plomos del Sacromonte. En 1630, poco antes de que los originales iniciaran un largo viaje hacia Roma, transcribió y tradujo al castellano todo el corpus sacromontano, trabajo que en 1643 se presentó al papa Urbano VIII —manuscrito 10503 BNE, entre otras copias—. En 1645 completó una versión latina de los dos primeros libros del conjunto (De fundamento Ecclesiae y De essentia Dei), tratados con amplias paráfrasis y notas gramaticales a cada palabra.

Esta versión fue enviada desde Estepa a Inocencio X con una carta-prólogo, el 1 de octubre de 1645, del propio marqués —manuscrito Vat. arab. 1300, Biblioteca Vaticana—. En 1652 se concluyó una nueva traducción al castellano y al latín de todos los textos, enviada por mediación del cardenal de Lugo a la comisión pontificia que discutía la calificación teológica de los mismos —manuscrito 12179, BNE—. Para desarrollar esta ingente labor de traducción y exégesis documental, el marqués se rodeó de un grupo de eruditos que participaron en las versiones y comentarios de los libros plúmbeos: el licenciado Sergio Maronita, “[s]acerdote del Monte Líbano nacido en el Oriente”, colaboró en las traducciones de 1630; Juan Bautista Centurión, intérprete de “[y]dioma [á]rave occidental” adoptado por el marqués, vivía en Estepa con su familia y participó en todos los trabajos sacromontanos del marqués; Martín Vázquez Siruela, antiguo canónigo del Sacromonte, anticuario y uno de los primeros comentaristas de la poesía de Góngora, se desplazó en varias ocasiones a Estepa para visitar y trabajar con el marqués (1648-1651 y 1656-1657).

El marqués de Estepa disponía de una excelente biblioteca, repartida entre sus palacios de Estepa, Lora y Gilena. Alabada por eruditos, como el propio Caro, Vázquez Siruela o Bernardo Cabrera, también se construyó pensando básicamente en la defensa de la cuestión sacromontana.

Adán Centurión casó en dos ocasiones. De su primer matrimonio con Mariana de Guzmán, hija del III marqués de Ardales, no tuvo descendencia. Del segundo, con su sobrina Leonor María Centurión Córdova Mendoza y Carrillo de Albornoz, tuvo diez hijos y sucesión legítima en Cecilio Francisco Buenaventura (1636-1688), IV marqués de Estepa. Tuvo además varios hijos naturales. Entre ellos, Juan de Córdova (?-1665), que heredó la vocación humanística de su padre, reunió las inscripciones y restos arqueológicos hallados en Estepa que habían pertenecido a Adán y creó, en colaboración con Vázquez Siruela, el museo de Lora (1659), con un programa expositivo inspirado en el de la casa de Pilatos (Sevilla) de los duques de Alcalá.

Hombre irascible, erudito, mediocre según confesión propia, traductor incompetente y tendencioso según alguno de sus detractores, Adán Centurión encontró en las letras una manera de ganarse la dignidad y el prestigio que las armas no le habían dado a satisfacción.

Quiso relacionarse y polemizar con las grandes autoridades humanistas de su tiempo como Vincencio Juan de Lastanosa, Atanasio Kircher o Juan Jacobo Chifflet, pero en sus trabajos se perfila una personalidad científica más cercana a la de los nobles eruditos del Barroco español como el conde de Gondomar, el de Guimerá o Lorenzo Ramírez de Prado.

 

Obras de ~: P. Espinosa (ed.), Primera parte de las Flores de Poetas ilvstres de España, Valladolid, 1605; “Discurso sobre el vaso y medallas que se hallaron en Cazlona, año de 1618”, en A. Delgado, Nuevo método de clasificación de las medallas autónomas de España, Sevilla, 1871-1876, págs. 149-159; Vida de S. Hierotheo Obispo de Segovia, comprobada con Annotaciones, Granada, 1630 (atrib.); Información para la historia del Sacro monte llamado de Valparaíso y antiguamente Illipulitano, junto a Granada, donde parecieron las cenizas de S. Cecilio, S. Tesiphón y S. Hiscio, discípulos del apóstol, único patrón de las Españas, Santiago y otros santos discípulos dellos y sus libros escritos en láminas de plomo. Parte primera, Granada, 1632; Memorial del Marqués de Estepa, que dio a su Majestad en Zaragoza, año de 1642 [Biblioteca Nacional de España (BNE), ms. 7365, fols. 101-104v.]; Correspondencia erudita de Adán Centurión, s. f. (BNE, mss. 6334, 6392, 6437, 9737 y 12179; Wadham College [Oxford], ms. A 22.3; Archivo de la Real Chancillería de Granada, ms. 512/2450/5; Archivo General de Palacio (Palacio Real, Madrid), ms. II/158).

 

Bibl.: M. Vázquez Siruela, Noticias varias del marqués de Estepa, s. f. (Archivo de la Abadía del Sacromonte, ms. Arm. 3, Est. 4, n.º 5, fols. 353-368); J. Baños de Velasco, Memorial de la calidad y servicios de Don Cecilio Francisco Buenaventura Centurión Córdova Mendoza Carrillo y Albornoz, Marqués de Estepa y Almuña, Madrid, Imprenta Francisco Sanz, 1679, 29v.-32v.; N. Antonio, Biblioteca Hispana Nova, vol. III, Madrid, Imprenta Joaquín de Ibarra, 1788, págs. 4-5; A. Barco y García, La antigua Ostippo y actual Estepa, 1788 (ms.) (ed. de A. Recio Veganzones, Estepa, Ayuntamiento, 1994, págs. 199- 214); J. Godoy y Alcántara, Historia crítica de los falsos cronicones, Madrid, Imprenta Rivadeneyra, 1868, págs. 121-122; A. Aguilar y Cano, Memorial ostippense. Extracto de varios curiosos libros que se ocupan de la antigua Ostippo u Stippo y actual Estepa, Granada, Anel, 1886, págs. 181-223; El Marqués del Aula. Los ingenios de las Flores de Poetas ilustres de España (Estudios biobibliográficos), Sevilla, Imprenta Rasco, 1897; C. Alonso, Los apócrifos del Sacromonte (Granada). Estudio histórico, Valladolid, Estudio Augustiniano, 1979, págs. 263-398; M. J. Hagerty, Los libros plúmbeos del Sacromonte, Madrid, Editora Nacional, 1980; “La traducción interesada: el caso del marqués de Estepa y los libros plúmbeos”, en VV. AA., Homenaje al profesor Jacinto Bosch Vilá, vol. II, Granada, Universidad, 1991, págs. 1178-1186; H. Gimeno Pascual, Historia de la investigación epigráfica en España en los ss. xvi y xvii a la luz del recuperado manuscrito del conde de Guimerá, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 1997, pág. 116; J. Gómez de Olea y Bustinza y J. de Salazar y Acha, “Los Marqueses de Estepa. Estudio genealógico”, en VV. AA., Actas de las Jornadas sobre Historia de Estepa, vol. II, Estepa, Ayuntamiento, 1997, págs. 77-78; A. Gómez Gómez, “Adán Centurión, Marqués de Estepa, traductor de los libros plúmbeos del Sacromonte, a través de documentación inédita conservada en el archivo de la Real Chancillería de Granada”, y C. Posac Mon, “Un proceso al Marqués de Estepa en el año 1654”, en VV. AA., Actas de las Jornadas sobre Historia de Estepa, vol. III, Estepa, Ayuntamiento, 1999, págs. 105-142 y págs. 263-269, respect.; J. R. Ballesteros, La Antigüedad barroca. Libros, inscripciones y disparates en el entorno del III Marqués de Estepa, Estepa, Ayuntamiento-Diputación provincial, 2002.

 

Juan Ramón Ballesteros Sánchez