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María Rosa de Gálvez Cabrera

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Biografía

Gálvez Cabrera, María Rosa de. Amira. M. R. G. Macharaviaya (Málaga), 1768 − Madrid, 2.X.1806. Dramaturga y poetisa neoclásica.

Su verdadera ascendencia se desconoce. Tras permanecer un tiempo acogida en la casa de expósitos de Ronda, fue adoptada y educada por el ilustre Antonio de Gálvez, de quien se suponía que era el verdadero padre, y su esposa Mariana Ramírez de Velasco. Casó en 1789 con José Cabrera y Ramírez, teniente de Infantería y primo suyo. Una vez fallecidos sus padres adoptivos, las relaciones familiares se deterioraron a consecuencia de las disputas suscitadas por el reparto de la herencia. El legado dio lugar a varios pleitos entre el matrimonio Cabrera y sus primos que concluyeron con la venta y embargo de parte de los inmuebles y la prisión, a finales de 1794, de su marido José Cabrera por amenazar a una persona “con armas prohibidas”. La situación familiar se deterioró gravemente, según ha estudiado Bordiga Grinstein, obligada la joven esposa a pleitear y casi arruinada por los gastos del juicio y las deudas del marido, quien, por otra parte, no retornó al hogar una vez liberado de la cárcel. Con suma valentía, solicitó la disolución del vínculo matrimonial, separación legal que no era factible, ya que no existía una ley de divorcio. Se arregló el problema con la reconciliación “como es conducente a todo buen matrimonio” y, quizá aconsejados por la autoridad para evitar mayores escándalos en la ciudad, el 2 de diciembre de 1796 fijaron su residencia familiar en Cádiz.

Tras vivir cuatro años en Cádiz, en 1800 trasladó su residencia a Madrid, separada de su marido que había marchado a Estados Unidos. Participó en las tertulias de los círculos cortesanos, fue protegida por Godoy, del que, sin razones, se hizo amante. Dramaturga y poetisa, la mayor parte de su producción literaria quedó recogida en los tres volúmenes de Obras poéticas (1804), publicados en la Imprenta Real. Estrenó varias obras en los coliseos de Madrid, desde comienzos de siglo. Además de la obra anteriormente señalada, también publicó “Viaje al Teide” y “Carta” en la revista quincenal Variedades de Ciencias, Literatura y Artes (VII y VIII, 1805) y “En elogio a las fumigaciones de Morvo” en el periódico Minerva o el Revisor General (III-1806) y en un folleto poético intitulado Oda en elogio de la marina española (1806). Su muerte se produjo en 1806, enferma y alejada de los círculos públicos. Aunque algún estudioso la supone bachiller en Filosofía, parece que debió de ser escritora autodidacta, pero conocedora de las modas literarias europeas y españolas.

Dramaturga y poetisa, la mayor parte de su producción literaria quedó recogida en los tres volúmenes de Obras poéticas (1804), aunque sólo una tercera parte del primer tomo recoge composiciones poéticas, incluyendo a continuación tres obras dramáticas. Su poesía, ni es tan frívola como se suponía, ni sus versos tratan todos asuntos políticos o de circunstancias.

Resulta así una autora con dos caras distintas y aun contrarias: la de la escritora cortesana (“Las campañas de Bonaparte en Italia” o “Descripción del Real Sitio de San Ildefonso”) y la de la persona que ha sufrido amargamente y reflexiona desengañada. “La vanidad de los placeres” desvela una personalidad diferente a la cortesana, en la que la poetisa desnuda su alma oculta y reflexiva, como se manifiesta en algunas composiciones de tono filosófico y moral, y trae a la superficie la realidad de sus problemas personales: el lujo, los placeres, el amor, sin olvidar “ingratitud, traiciones”, los celos, la caza, los bailes, los puestos políticos, todo son placeres pasajeros, sometidos a la voluble fortuna, sólo la virtud es perdurable. En “A Licio. Silva moral” aconseja a un anciano fortaleza espiritual para combatir contra la maledicencia, el rencor, la envidia. Mayor calado ideológico hallamos en la oda “La beneficencia”, dedicada a la condesa de Castro Terreño, en realidad su prima María Teresa de Gálvez, para conmemorar el discurso que pronunció en la Real Junta de Damas de la Económica Matritense en elogio de la Reina. Presenta a la Beneficencia, uno de los temas más apreciados de la política de la Ilustración, como una diosa que desciende del Olimpo “para aliviar a los mortales”. Busca en la tierra al corazón “noble y piadoso” que sea capaz de aliviar con su bondad natural las necesidades de los pobres, que agradecen estas generosas ayudas. Amira, nombre poético de la autora, desea recibir este don para que pueda ayudar a los necesitados, a los humildes artesanos, a los agricultores, a los hospicianos, a los asilados. Practica un estilo neoclásico que se evidencia en diferentes aspectos: los subgéneros pertenecen a esta estética, la adjetivación ocupa un lugar secundario en su lenguaje poético, recurre frecuentemente a la mitología, utiliza las estrofas métricas características (silva, octava, versos sáficos, romance endecasílabo).

Pero su vocación más profesional fue el teatro, como lo atestigua el hecho de que éste ocupara la mayor parte de sus Obras poéticas (1804). Estrenó todas sus obras en los coliseos públicos, algunas con cierto éxito, a pesar del desinterés de los espectadores por las piezas neoclásicas. Su extensa producción escénica está formada por comedias, piezas breves y tragedias, género por el que sintió predilección por considerarlo clave para la formación de la sociedad. En esta línea, su primera obra y la mejor acogida por el público fue Alí-Bek (1801), no recogida en la colección, con el añadido de Un loco hace ciento, pieza asainetada que actuaba como fin de fiesta. Describía en ella un extraño episodio histórico acaecido en Egipto a mediados del siglo xviii, al cual había añadido algunos divertidos ingredientes novelescos, aunque con cierto exceso de violencia y sangre en su argumento.

En general, casi todos los protagonistas de sus tragedias son personajes femeninos, mujeres víctimas de algún tipo de atropello, a través de los cuales la autora proyectaba su sensibilidad, sus inquietudes, y tal vez sus problemas vitales. Destacan también Florinda (1802), tragedia en tres actos que describe un episodio histórico nacional, muy del gusto neoclásico; Blanca de Rossi (1802), también de tema histórico pero en cinco actos; Amnón, de asunto bíblico; La delirante; Zinda... Por su parte, las comedias presentan un mundo variopinto de asuntos y subgéneros. Cultiva fundamentalmente la comedia costumbrista, la lacrimosa y la heroica. A veces consigue buenas pinturas de costumbres pero no alcanza la seriedad en el tratamiento requerida por los exigentes neoclásicos.

Abundan en exceso los personajes grotescos y las caricaturas, que significan una huida del realismo para caer en lo puramente lúdico. Entre ellas están Los figurones literarios, El egoísta, La familia a la moda y Las esclavas amazonas o Hermanos descubiertos por un acaso de amor. En cuanto a sus piezas breves, en los tomos de Obras poéticas (1804) aparecían varias: el drama trágico en un acto Safo; la ópera lírica en un acto Bion, traducida del francés; o la escena trágica unipersonal Saúl, dentro del género musical de moda en la última década de la centuria. Aunque despertara entre los puristas neoclásicos algunos recelos, el teatro de María Rosa Gálvez mantiene, en su conjunto, una cierta dignidad, a pesar de su posible función lúdica dentro del ambiente cortesano. Con todo, no olvida ciertas ideas propias de los ambientes ilustrados y en sus dramas se convierte en militante feminista al conferir a la mujer nuevos roles sociales diferentes a los que normalmente se encuentran en las obras escritas por varones. Toda su obra dramática, escrita en verso, confirma su decidida vocación de poetisa.

 

Obras de ~: Amélie-Julie Candeille, Catalina o la bella labradora, trad. de ~, Madrid, Oficina de Benito García y Cía., 1801, “El califa de Bagdad, Alí-Bek, Un loco hace ciento”, en Teatro Nuevo Español, t. V, Madrid, Benito García, 1801; Obras poéticas, Madrid, Imprenta Real, 1804, 3 vols.; Oda en elogio a la Marina española, Madrid, Repullés, 1806; [“Poemas”], en M. Serrrano y Sanz (ed.), Antología de poetisas líricas, vol. II, Madrid, Real Academia Española, 1915; “Safo”, intr. y notas de D. S. Whitaker, en Dieciocho, 18 (1995), págs. 189-210; Safo. Zinda. La familia a la moda, ed. de F. Doménech, Madrid, PADEE, 1995; La familia a la moda, ed., intr. y notas de R. Andioc, Salamanca, Plaza Universitaria Ediciones, 2001; Las esclavas amazonas o hermanos descubiertos en un acaso de amor, s. f. (Biblioteca Histórica Municipal, ms. 1-28-14).

 

Bibl.: M. Serrano y Sanz, Apuntes para una biblioteca de escritoras españolas desde el año 1401 al 1833, vol. I-2, Madrid, Tipografía Sucesores de Rivadeneyra, 1903-1905, págs. 443- 457; I. Vázquez de Acuña, Historial de la casa de los Gálvez y sus alianzas, Madrid, Artes Gráficas, 1964; E. Kahiluoto, “María Rosa Gálvez de Cabrera (1768-1806) y la defensa del teatro neoclásico”, en Dieciocho, IX (1986), págs. 238-248; D. Whitaker, “Los figurones literarios of María Rosa Gálvez as an Enlightened Response to Moratín’s La comedia nueva”, en Dieciocho, XI-1 (1988), págs. 3-14; “Darkness in the Age of Light: Amnón of María Rosa Gálvez”, en Hispanic Review, 58-4 (1990), págs. 449-453; J. M. Morales Folguera, M. I. Pérez de Colosia, M. Reder Gadow y S. Villas Tinoco, Los Gálvez de Macharaviaya, Málaga, Benedito Editores, 1991; D. Whitaker, “Clarissa’s Sister: The consecuences of Rape in Tree Neoclassic Tragedies of María Rosa Gálvez”, en Letras Peninsulares (Michigan), 5-2 (1992), págs. 239-251; J. Herrera, Catálogo de autores teatrales del siglo xviii, Madrid, Fundación Universitaria Española, 1993; D. Whitaker, “Absent Mother, Mad Daughter, and the Therapy of Love in La delincuente of María Rosa Gálvez”, en Dieciocho, 16, 1-2 (1993), págs.167- 176; “An Enlightened Premiere: The Theater of María Rosa Gálvez”, en Letras Femeninas (Lincoln), XIX, 1-2 (1993), págs. 21-32; J. R. Jones, “María Rosa Gálvez: Notes for a Biography”, en Dieciocho, 19 (1995), págs. 173-186; J. Bordiga, Dramaturgas españolas de fines del siglo xviii y principios del xix. El caso de María Rosa Gálvez, Dissertation Services, Ann Arbor, Michigan, Universidad, 1996; J. A. Hormigón (ed.), Autoras en la historia del teatro español (1500-1994), vol. I, Madrid, PADEE, 1996-1997; J. R. Jones, “María Rosa Gálvez, Rosseau y el melólogo en la España del siglo xviii”, en Dieciocho, 19 (1996), págs. 165-179; E. Lewis, “The Tearful vision of Divided Feminity in María Rosa Gálvez’s Neoclassic Theater”, en Letras Peninsulares, 9.2 (1996), págs. 205-216; “Breaking the Chains: Language and the Bonds of Slavery in María Rosa Gálvez’s Zinda (1800)”, en Dieciocho, 20 (1997), págs. 263-275; M. Bolufer Peruga, Mujeres e Ilustración: la construcción de la feminidad en la Ilustración española, Valencia, Ediciones Alfonso el Magnánimo, 1998; C. Martínez, R. Pastor, M. J. de la Pascua y S. Tavera (dirs.), Mujeres en la historia de España. Enciclopedia biográfica, Barcelona, Planeta, 2000; E. Palacios Fernández, “Noticia sobre el Parnaso dramático femenino en el siglo xviii”, en L. García Lorenzo (ed.), Autoras y actrices en la historia del teatro español, Murcia, Universidad-Festival de Almagro, 2000, págs. 81- 131; “El Parnaso poético femenino en el siglo XVIII: escritoras neoclásicas”, en L. Montejo Gurruchaga y M. Baranda Leturio (coords.), Las mujeres escritoras en la historia de la literatura española, Madrid, Universidad Nacional de Educación a Distancia, 2002, págs. 85-121; La mujer y las letras en la España del siglo XVIII, Madrid, Ediciones del Laberinto, 2002; J. Bordiga Grinstein, “Panorama de la dramaturgia femenina española en la segunda mitad del siglo xviii y principios del XIX”, en Dieciocho, 25-2 (2002), págs. 195-218; V. Trueba Mira, “Paradojas de la alteridad en Zinda de Rosa Gálvez”, en Theatralia. Revista de Teoría del Teatro, 4 (2002), págs. 427-452; J. Bordiga Grinstein, La rosa trágica de Málaga: Vida y obra de María Rosa de Gálvez, Charlotesville, The University of Virginia (Anejos de Dieciocho, 3), 2003; A. Calderone y F. Doménech, “La Comedia Neoclásica. Moratín”, en J. Huerta Calvo (dir.), Historia del teatro español. II. Del siglo XVIII a la época actual, Madrid, Gredos, 2003, págs. 1610- 1611 y 1648-1651; R. Froldi, “La tragedia Blanca de Rossi de María Rosa Gálvez”, Dieciocho, 27-1 (2004), págs. 157-170; J. L. Cabrera Ortiz y A. Luque, El valor de una ilustrada: María Rosa de Gálbez, Málaga, Ayuntamiento, 2005.

 

Emilio Palacios Fernández y Elena Palacios Gutiérrez

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