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Pablo Mata Vigil

Biografía

Mata Vigil, Pablo. Gijón (Asturias), 6.V.1785 – Oviedo (Asturias), 28.III.1852. Ministro de Gracia y Justicia, diputado y senador.

Nació en el seno de una familia de buena posición, perteneciente a la burguesía industrial, por lo que tuvo, en su infancia, una educación esmerada para la época. Estudió en la Universidad de Oviedo, dos años en la Facultad de Filosofía, y más tarde en las Facultades de Leyes y Cánones. Hijo de Felipe Mata y de María Ramos, alcanzó el grado de bachiller el 23 de junio de 1802, y en Cánones el 17 de julio del mismo año. Alcanzó, más tarde, el grado superior en Cánones y se doctoró en esta materia el 16 de julio de 1807. Ese mismo año, comenzó su actividad docente como profesor de Instituciones Canónicas. En esta situación le sorprendió la Guerra de la Independencia, siendo nombrado por el claustro profesor sustituto de Prenociones Canónicas, y, por nombramiento real, fue profesor de Historia y Elementos del Derecho Español, con el sueldo de 600 reales de vellón.

Paralelamente a esta actividad docente en la Universidad, Mata Vigil se dedicó a la abogacía desde 1809.

Fue tesorero, administrador y secretario del Colegio de Abogados. Ejerció como abogado de pobres (1811) y fue relator del Tribunal eclesiástico (1813).

En 1818 fue opositor a cátedras universitarias, y era ya miembro de la Real Sociedad Matritense de Amigos del País, de Oviedo. Fiel a la Corona y a la Iglesia, se mantuvo al margen de la ocupación francesa sin congeniar con los invasores. Aunque no debió ser ajeno a los movimientos liberales de la época, que finalizaron con la Revolución de 1820, tampoco fue su participación a favor del liberalismo de las más destacadas.

Se trasladó a Gijón, donde ejerció la abogacía (1821), y fue juez de primera instancia interino en plena vigencia del Trienio Liberal. En 1823 fue procesado por la Junta de Purificaciones, pero, revisado su expediente, fue repuesto en su cátedra y, tras la Década Ominosa, el período que siguió al Trienio Liberal y que marcó, de nuevo, el regreso al régimen despótico de Fernando VII, abiertas ya las Cortes y en plena disputa monárquica en la Primera Guerra Carlista, Mata Vigil fue nombrado rector de la Universidad de Oviedo (1835-1838), cargo que ocuparía de nuevo unos años más tarde (1845-1851). En ambos períodos, destaca su activa preocupación por mejorar los planes de estudio y la introducción de nuevas instalaciones, incluido un jardín botánico.

Vinculado al Partido Conservador, su entrada en la política se produjo en 1836, al ser nombrado, en septiembre, vocal de la Junta de Caridad, por la Diputación Provincial, e individuo de la Junta de Armamento y Defensa, por el Gobierno Civil de la ciudad de Oviedo. Ese mismo año obtuvo su primer acta de diputado, en las Constituyentes, por el distrito de Oviedo, al que representó en las tres elecciones siguientes, hasta 1840.

La presencia de Mata Vigil en el Congreso destaca por su gran actividad. En la legislatura 1836-1837, cuyo período de sesiones se abrió el 17 de octubre de 1836 y finalizó el 4 de noviembre del año siguiente, Mata Vigil perteneció a varias comisiones técnicas e intervino en gran cantidad de debates, tanto por su condición de parlamentario como por la de Ministro de Gracia y Justicia (1837). Intervino con gran actividad al debatirse el proyecto de ley sobre el arreglo del clero, atacando al proyecto presentado al considerar que limitaba las facultades internas del clero, que se relegaba al sacerdocio a la predicación de la palabra y a la administración de los sacramentos, que no se reconocía a la Iglesia su condición de sociedad visible, distinta de la civil, no sujeta a vicisitudes y mudanzas, “porque su fin es enteramente espiritual —dijo— como lo son los medios de que debe valerse”, y, finalmente, porque el proyecto de ley que se sometía a debate no reconocía a los Concilios, proponiendo una Junta, en cada diócesis, en la que el representante de la Iglesia ocupara el tercer lugar, en el organigrama, detrás del jefe político y del intendente.

También de esta época destacan sus intervenciones en ambas cámaras, recogidas en una Memoria, sobre sus proyectos en asuntos como personal de la secretaria del Despacho, sección de Justicia, sección de Negocios Eclesiásticos, sección de Negocios Civiles, y sección de Negocios de Ultramar, que no llegó a cumplir.

Cuando Mata Vigil llegó al Parlamento, la guerra carlista, la contienda civil por los derechos al trono del infante don Carlos, había conseguido que los viejos liberales revolucionarios, que en 1820 eran los enemigos del Fernando VII, se alistaran ahora junto a su hija, Isabel II. Acogidos con cierta timidez, en los primeros momentos, por la regente María Cristina de Borbón, es a partir de la entrada en el gobierno de Martínez de la Rosa (1834), cuando los liberales comienzan a ocupar cargos políticos de importancia. Sin perder de vista el curso de la guerra, todavía incierto, los liberales tuvieron también que controlar las manifestaciones de descontento en el seno del Ejército.

Una de estas manifestaciones tuvo como escenario las localidades de Pozuelo y Aravaca (Madrid), y su consecuencia fue la dimisión del gabinete presidido por Calatrava, al que sustituyó por breve tiempo Eusebio Bardají. Mata Vigil fue ministro de Justicia por un breve período de apenas dos meses (4 de octubre al 16 de diciembre de 1837), constatando así la crisis de aquel Ministerio que necesitó, para este mismo cargo, de Salvato y Castejón, predecesores de Mata Vigil en el Ministerio.

Volvería a ocupar escaño por Oviedo en la legislatura 1846-1850, tomando posesión del mismo el 13 de abril de 1847 en sustitución de Alejandro Mon y Menéndez. Fue senador electo por Oviedo en la legislatura de 1843-1844, donde mantuvo un pulso con el Gobierno de entonces sobre el proyecto de ley electoral de ayuntamientos, y vitalicio en la legislatura de 1849-1850.

 

Obras de ~: Memoria leída por el ministro de Gracia y Justicia en las sesiones públicas del Congreso de los Diputados el 9 y 11 de diciembre y en el Senado en la del 14 del mismo de 1837, Madrid, 1838; Manifestación en la sentencia del general don Diego de León, Madrid, 1841; Impugnación a un artículo de La Esperanza, para que se traslade a Santiago la Facultad de Teología de Oviedo, Oviedo; Solemne distribución de premios adjudicados por la Universidad de Oviedo en conformidad con la Real Orden del 13 de mayo último, Oviedo, Imprenta de Benito González y Cía., 1849.

 

Fuentes y bibl.: Archivo del Senado, Exps. personales, HIS-0277-02; Archivo del Congreso de los Diputados, Serie documentación electoral, 15 n.º 10, 17 n.º 7, 19 n.º 23 y 26 n.º 15.

Diario de Sesiones de Las Cortes (legislaturas de 1836-1840), Madrid, Cortes Españolas, 1843-1844; Diario de Sesiones del Senado (legislaturas de 1849-1850), Madrid, Imprenta y Fundición de los Hijos de J. A. García, 1895; F. Canella y Secades, Representación asturiana administrativa y política desde 1808 a 1915, Oviedo, Imprenta de Flórez, Gusano y Cía., 1915; C. Suárez, Escritores y artistas asturianos, Madrid- Oviedo, 1936-1957; L. G. San Miguel, De la Sociedad aristocrática a la sociedad industrial en la España del siglo xix, Madrid, Editorial Cuadernos para el Diálogo, 1973; M. González Muñiz, Los asturianos y la política (De las Cortes de Cádiz a nuestros días), Gijón, Ayalga, 1976; J. F. Lasso Gaite, El Ministerio de Justicia, su imagen histórica (1714-1981), Madrid, Imprenta Sáez, 1984; A. Gil Novales, Diccionario Biográfico del Trienio Liberal, Madrid, Ediciones El Museo Universal, 1991; L. Suárez Fernández, Reflexiones sobre la historia de Gijón, Gijón, Ayalga, 1995; G. Santullano, Del hierro y del fuego, Gijón, Ateneo Obrero de Gijón, 2001.

 

Honorio Feito Rodríguez

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